María Pedraza cumple sueños en 'Urban': “Yo era superfán de 'Los Serrano', mi amor platónico era Víctor Elías”
Apenas han pasado seis años desde que María Pedraza debutara ante las cámaras. Desde entonces, los proyectos televisivos se acumulan a un ritmo intenso: con La casa de papel y Élite ya lejanos, y con Toy Boy aún relativamente reciente, la joven tiene ahora dos ficciones en postproducción, Urban. La vida es nuestra, de Alea Media y Mediaset para Amazon Prime Video, y Galgos, para Movistar Plus+.
Precisamente es el streaming lo que ha servido para consolidar en poco tiempo la carrera profesional de esta bailarina, descubierta por el director Esteban Crespo en 2017. Netflix, Atresplayer Premium, y pronto las mencionadas Amazon y Movistar Plus+ conforman su bagaje: “Ojalá las plataformas se queden por mucho tiempo porque nos han dado muchas alegrías. Sobre todo a los actores”, cuenta la intérprete en una pausa en el rodaje de Urban, con verTele entre los periodistas testigos, en la que también reflexiona sobre el temor a lo efímero que acarrea el consumo en plataformas.
“Vivimos de una forma muy frenética, pero dentro de eso tenemos que encontrar el disfrute y quedarnos con cosas que podrían pasarse por alto”, afirma, algo que le sirve para vincular con su personaje en Urban, Lola, una joven artista a la que “le calan más los sentimientos que lo material”, para cuya composición se ha inspirado en la rapera Sara Socas.
“Es una serie con la que puede conectar mucha gente, no se centra solo en el mundo adolescente”, afirma la actriz sobre una ficción que le ha permitido cumplir sueños de infancia: por ejemplo, cantar, como hace su personaje; pero también conocer a otro artista a quien admiraba: “Yo era superfán de Los Serrano, mi amor platónico era Víctor Elías... Y, claro, me vino la gran noticia de que él iba a estar aquí”, revela sobre la experiencia de conocer a quien fuera Guille en la recordada dramedia y que, veinte años después del estreno de aquella y convertido en reputado productor musical, es responsable de los temas que se escucharán en esta serie, en la que está acompañada por Asia Ortega y Bernardo Flores.
Estuviste rodando en Málaga con 'Toy Boy' y ahora vuelves con 'Urban'. ¿Se puede convertir esta en una ciudad de rodajes a la altura de Madrid y Barcelona? ¿Ofrece lo que un actor necesita?
Sí... Podría decir que es como la nueva Barcelona. Se están haciendo muchísimas cosas, muchísimas producciones, el Festival de Málaga trae a muchísima gente... Es uno de mis festivales favoritos y me lo paso súper bien. Estás muy a gusto, con ese ritmo y esas producciones tan chulas que se hacen, pero al mismo tiempo con el mar al lado, que te da la tranquilidad de estar como en paz. Estás saturado del rodaje, que pasa a veces, y te vas al mar. Lo siento como un hogar. Para mí es como una segunda casa. Lo siento así, porque llevo mucho aquí.
En esta serie cantas. ¿Cómo ha sido? ¿Te avisaron de antemano?
Sí, me lo dijeron. Es muy gracioso: cuando era pequeña me metía en mi habitación a cantar karaokes. Mis padres me preguntaban por qué no educaba la voz. Yo estaba bailando, porque era bailarina, y no la eduqué... Pero vas atrayendo un poco tus sueños, y este ha sido uno de ellos. Lo sabía desde el minuto 1 y me encantó. Encima, Lola no canta, sino que cuenta, porque hace batallas de gallos, y mola mucho. Me gusta mucho ese mundo, me he inspirado mucho en Sara Socas, que para mí es una súper inspiración, me encanta ella. Me ha encantado meterme en ese mundo tan de lleno, porque lo vives de una forma tan real... Asia [Ortega] canta de una forma preciosa, y Bernardo [Flores] también canta. Y lo he vivido muy de cerca.
¿Te ha resultado difícil el reto?
No. A mí cuando me da vergüenza algo, me digo: 'Si lo voy a tener que hacer, qué más da'. No pienso, me lanzo y lo hago. Y encima lo disfruto. Y ha sido así: lo he disfrutado muchísimo. He tenido que tocar la guitarra también. Empecé en el confinamiento a intentarlo, un día me cabreé y dije que no aprendía más, y aquí me han regalado el hecho de tocar otra vez la guitarra. Y hacerlo con el equipo increíble de músicos. Yo era superfán de Los Serrano, mi amor platónico era Víctor Elías... Y, claro, me vino la gran noticia de que él iba a estar aquí. Así que estaba in love. He tenido el gran placer de conocerlo y es una pasada. Las letras y todo lo que hacen tiene amor, están muy bien escritas. Van muy bien acompañadas para esta serie. No nos esperábamos menos.
Me he inspirado mucho en Sara Socas, que para mí es una súper inspiración, me encanta
Entrando en materia, ¿cómo es la historia de Lola?
Lola viene de una familia adinerada, con todo tipo de comodidades, pero es un ser muy sensible y le calan más los sentimientos que lo material. Por eso reniega de eso y se va a lo auténtico, y busca la autenticidad. Por eso se va con Janet a Málaga, como se va a lugares sola y se pone unos cascos y ve a gente. Busca meterse siempre dentro. Es muy valiente y no tiene miedo al vacío.
¿Qué tipo de relación tiene tu personaje con el de Asia? Parece que es más que una amistad a juzgar por los avances mostradas a la prensa...
¡Spoilers no puedo hacer! [Risas] Es una serie en la que no hay etiquetas, para empezar. Ni etiquetas ni filtros. La situación se da y hay un impacto. Somos personas que colisionan -voy a contarlo así- y existe un cariño, un acercamiento...
Hablabas de la inspiración con Sara Socas. ¿Pudiste hablar con ella?
Sí, hablé con ella, de hecho. Le escribí por Instagram, ella está muy liada y no me pudo apenas ayudar con lo que estaba yo, pero ya tenía un equipo que me estaba ayudando, que es el de esta serie. Teníamos tan poquito tiempo que apenas pudimos hablar, pero sí me dijo que si en algún momento hacía otra cosa en la que tuviéramos más tiempo y se pudiera sentar conmigo, sería feliz. Me he visto un montón de vídeos suyos. Me encanta. Ella llega y lo revienta, y Lola tiene ese punto un poco inesperado. A Sara Socas tú la ves y dices, 'Bueno...', y de repente llega y tiene una fuerza que arrasa. Me inspiré un poco en eso: en que no se notara que Lola pudiera hacer lo que hace, y que llegue en el primer capítulo y “¡boom!”.
Vivimos de una forma muy frenética, pero dentro de eso tenemos que encontrar el disfrute y quedarnos con cosas que podrían pasarse por alto
Las plataformas se han convertido en una ventana nueva para mostrar tu trabajo. Como actriz, ¿cómo vives este nuevo panorama con la posibilidad de que se vea tu trabajo en todo el mundo de forma casi simultánea?
Sí, ya es casi de forma simultánea. Hay veces que es incluso efímero, pero también es bonito. Es otro tipo de etapa la que estamos viviendo, y lo bueno es asentarse aunque sea de forma temporal. Ojalá las plataformas se queden por mucho tiempo porque nos han dado muchas alegrías. Sobre todo a los actores, que nos dan tanto trabajo, y al resto de departamentos. A mí me maravilla haber ido a algún sitio, como París, y te conocen allí. Qué bonito que la gente a través de una serie que han visto en una plataforma te diga que les ha encantado tu trabajo. Yo me quedo con eso, y con los que he vivido en el rodaje.
Has participado en pocas series pero todas han encontrado un público muy grande en parte gracias a las plataformas. ¿Hay algún nexo en común en cuanto a las sensaciones que te han generado esos proyectos que has tenido con respecto a 'Urban'?
Sí. Aquí entra algo un poco abstracto que es mi intuición. Yo me guío mucho por la intuición. Cuando me presentan un proyecto tengo la gran suerte y me siento muy afortunada de haber podido elegir gracias a lo que he hecho. En este caso, Urban me eligió a mí, y yo elegí a Urban. Sentía que iba a ser un éxito no solamente de cara al espectador, sino también por cómo me lo presentaron: Jota [Linares] y Ray me lo presentaron de una forma en que creía desde el minuto 1: la fotografía, la personalidad de nuestros personajes, el nexo de unión entre Janet y Lola... Me encantó porque va mucho con lo que a mí me gusta del cine. Esa magia y este realismo, y esta serie tiene mucho de eso: esos planos cámara al hombro, todo como sucio pero a la vez muy de verdad... Te da la sensación de estar dentro, y es muy chulo. Y eso tiene Urban: es algo diferente, indie pero con mucha fuerza. Es muy guay. Tiene mucha alma este proyecto.
¿Cómo has vivido un rodaje tan intenso como este? ¿Ha sido muy diferente respecto de otros proyectos previos en cuanto a intensidad?
Sí y no, porque todo es muy rápido y muy efímero. Vivimos de una forma muy frenética, pero dentro de eso tenemos que encontrar el disfrute y quedarnos con cosas que podrían pasarse por alto. Yo me quedo con todo, todo se ha quedado en mi corazón. Los personajes me enseñan mucho a ser mejor persona y Lola me ha enseñado una parte de mí que no sabía, que era estar a gusto en la soledad. Lola sabe cómo estar a gusto en la soledad, pero se refugia demasiado para no pensar en toda esa carga emocional que tiene. A mí me ha hecho sentir a gusto la soledad.
¿Con qué segmento de la audiencia crees que puede conectar mejor una serie como 'Urban', y cuáles crees que son las claves para ello?
Fíjate, creo que con todos: con los adultos, con los adolescentes... Es una serie con la que puede conectar mucha gente, no se centra solo en el mundo adolescente, porque... No somos adolescentes [risas]. Nuestros personajes están entrando en una etapa y emprenden un camino en el que son adultos ya, y están incluso buscando su lugar, su éxito a través de muchos fracasos. Lo puede ver todo tipo de público.
Habías dicho que 'Urban' te había elegido a ti. Vuelves aquí con el director Jota Linares, con quien hiciste 'Niñas de cristal', que hablaba de exigencia; esta serie habla de fracaso. ¿Cuánto habéis vivido juntos y cómo veis todo lo que habéis hecho y que os ha hecho llegar aquí?
Jolín, hemos vivido tanto... Jota me ha conocido y yo me veo como cuando rodé la primera película con él, que fue [A quién llevarías a] Una isla desierta, y me veía una niña comparado con lo que soy ahora. Me siento realmente, y me da hasta cosa decirlo, como muy mujer. Ha sido precioso poder crecer con él. He crecido con él de verdad, profesional y personalmente. Hemos pasado muchísimas cosas juntos, me ha enseñado muchísimo y espero a él haberle enseñado también muchas cosas. Es bonito haber pasado por una isla desierta, por una danza clásica y un ballet, y ahora de repente ir a la música. Los dos hemos vivido esto por primera vez y ha sido precioso.
Jota saca lo mejor de mí, y por eso me encanta rodar con él. Pero también con Koldo [Almandoz, también director de la serie]: ha sido un descubrimiento porque no nos conocíamos y me encanta rodar con él. Son seres con universos diferentes pero que se fusionan superbién. Me encanta. Ha sido un descubrimiento y me gustaría poder rodar con él otra vez.
'Urban' es una serie con la que puede conectar mucha gente, no se centra solo en el mundo adolescente
¿Qué tipo de actriz eres al abordar el personaje?
Soy muy de energías, de intuición... Cuando leo un guion, me llega la energía del personaje. También dejo un margen de improvisación, porque de lo que leemos y nos imaginamos a lo que ocurre, siempre existe una diferencia. Me gusta que el personaje que estoy haciendo me sorprenda, y que se genere lo que se tenga que generar en el set. Al final es la vida misma: si tú me estás haciendo una pregunta yo te voy a responder de otra forma. Sin la otra parte, no tendríamos ese feedback. Lola tiene mucho de lo que yo he creado, de lo que he recibido de ese mundo interior, pero también mucho de lo que se ha generado en el set con todo el equipo. Trabajo así casi siempre.
Muchas veces o casa mucho con la idea que te has imaginado o es otra cosa. Por eso intento no ir con algo superdefinido, porque sé que tenemos que estar abiertos como actores a adaptarnos todo el tiempo, y por eso dejo un margen de improvisación. Me gusta cuando me veo decir: '¿Y eso? Eso no estaba dentro de mis planes'. Me gusta sorprenderme a mí misma. Trabajo mucho con la improvisación.
¿Cómo ha sido grabar en esa Málaga más profunda y más de los barrios, que quizás choca con la que se pretende vender al exterior?
Hemos ido a sitios con una historia impresionante, y que me alegro de haber vivido gracias a este proyecto. Hemos ido a sitios muy icónicos, y he conocido otra Málaga que no había conocido. Eso mola mucho. A lo mejor vienes de fuera y piensas que no te meterías en ciertos sitios... Pero porque no lo sabes. Qué bien que tengamos un superequipo de localizaciones que hacen que algo sea tan realista y tenga tantos matices.
Has hablado antes de lo efímero de nuestro mundo actual. Con las plataformas permitiendo e impulsando un consumo tan “impulsivo” de contenidos, ¿tienes reticencias a que todo acabe resultando tan rápido, también para los proyectos que os han llevado meses hacer?
Es lo que se está dando. Pero lo comparo a películas de hace muchísimos años y piensas: 'Qué bien que estén las plataformas'. Una serie como Los Serrano están en plataforma, o películas como Titanic se reponen en cines. Qué preciosidad que sea algo tan efímero pero que se estén rescatando cosas e incluso sean una inspiración para nosotros, para los actores y todos los departamentos. Todo se va retroalimentando. Sí, es efímero, pero está esa otra parte que nos da el colchón de descanso. Qué bien que las cosas de alguna cosa o de otra perduren. Eso nos da seguridad.