Entrevista

'MasterChef Celebrity 6' para Victoria Abril, Miki Nadal y Belén López: “Ha sido una edición más de risas que conflictiva”

Después del estreno de MasterChef Celebrity 6 el pasado lunes en La 1 de TVE, llega una nueva semana con la segunda gala del talent culinario. La edición VIP del concurso producido por Shine Iberia ya ha dejado ver en su arranque a su variopinto casting en plena acción, con sus fortalezas y sus debilidades: algunos de sus 16 participantes ya han sido protagonistas de momentos que se suman a la edición, como las extravagancias de Verónica Forqué y los primeros caballitos ganadores de los jueces: Terelu Campos y Julián Iantzi.

En el marco del FesTVal de Vitoria que cubrió verTele, hablamos con Miki Nadal, uno de los más destacados del arranque del programa por su pique con Juanma Castaño, junto a Victoria Abril (protagonista también por su dardo a Pedro Almodóvar) y Belén López. Los tres siguen una semana más en el reality de cocina, y ya adelantaron que no “había amigos” cuando se quería defender la posición de uno mismo, aunque durante su paso por el programa no se han hecho la zancadilla “porque no sirve de nada”. Eso sí, han asegurado que dijeron “sus favoritos al comenzar”, y unos han acertado y otros no.

Según Victoria Abril, con el colaborador de Zapeando sería e“. ”una edición de risas“, mientras el cómico ya avecinaba que en el programa de laSexta ”le iban a dar“. Eso sí, pese a reconocer que hay ”mucha exigencia“, sorprendentemente los tres coinciden en que los jueces ”son mucho más suaves con el plato“ que ellos mismos, pero que frente a Samantha Vallejo-Nágera, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz ”lo único que queda es darles la razón“.

¿Cómo ha ido la experiencia?

Miki Nadal (M.N.): La experiencia maravillosa, han sido tres meses de grabaciones en los que hemos sufrido, nos hemos divertido y nos hemos hecho muy amigos todos. Vais a flipar con la edición: no lo decimos nosotros, lo dice la gente que ha estado en las ediciones anteriores. Han dicho que es, sin lugar a dudas, la más divertida, la mejor.

Victoria Abril (V.A.): Nos lo dicen los jueces.

M.N.: Nos hemos llevado muy bien salvo cuando en las pruebas nos enfrentamos unos a otros. Ahí ya no había amigos porque todos queríamos defender nuestra posición.

Belén López (B.L.): Fatal, nos hemos peleado y nos hemos matado. Pero estamos los dieciséis, y todos vivos.

¿Ha habido piques, entonces?

M.N.: ¡Por supuesto! En la cocina, todos los necesarios. Hemos dicho que teníamos nuestros favoritos al comenzar, y unos hemos acertado y otros no.

B.L.: [Ríe] Así es, lo iréis viendo.

¿Y ha sido una competición limpia o cuando la cosa se ha puesto más seria os habéis puesto la zancadilla?

V.A.: No, no, bastante tenemos con los jurados, entre nosotros no nos vamos a poner la zancadilla. No sirve de nada, además.

B.L.: Y con un cocinado de 60 minutos no tienes tiempo para eso.

V.A.: Al contrario. De hecho, aunque no podemos pasarnos ingredientes, yo lo he hecho y no se han enterado.

¿Va a haber un poco de “salseo”?

V.A.: ¡De eso no te quepa la menor duda!

Pero, ¿va a ser una edición de piques?

V.A.: Con Miki va a ser una edición de risas. ¡Pero risas hasta cuando se metía contigo!

M.N.: Ha sido una edición más de risas que conflictiva.

V.A.: Y muy elegante

B.L.: ¡Que no quite que haya sido durísima!

¿Os habéis hecho mucho al grupo?

B.L.: Sí, nos hemos hecho.

V.A.: Yo prefiero las pruebas de grupo. Prefiero cocinar tres platos para 150 personas que cocinar uno para tres personas. En fin, el jurado....

¿Por qué?

V.A.: Hombre, el jurado son chefs, no les puedes presentar mierdas. Y si le presentas mierdas, sufres.

B.L.: Estás muy humillada. Yo también prefiero los exteriores porque me gusta el trabajo en equipo. Ahí vamos todos a una.

V.A.: Sí, todos a una. Es una maravilla, la verdad.

M.N.: También es un poco trampa trabajar en equipo porque sí que te puedes ayudar de tus compañeros si tú no llegas, pero también te lo pueden estropear.

B.L.: Eso lo van a tener que ver.

Las pruebas de exteriores me imagino que serán donde más presión habrá.

B.L.: Aquí hay presión en todos lados.

V.A.: A nivel de presión, la peor la de eliminación. Porque ese día alguien se va, y si no consigues ser, no el mejor, pero por lo menos no el más malo, te vas. El hoyo me ponía en un estado de nervios horroroso. Y he ido mucho al hoyo.

B.L.: Todos hemos ido mucho. No se ha salvado nadie.

M.N.: Al final todos caen.

¿Ha habido momentos complicados, de presión, por parte de los jueces?

M.N.: Eso sí, en eso consiste el programa también. En ponernos a tope.

V. A: Momento complicado ha habido en cada programa, cada hora y cada minuto.

B.L.: Exactamente.

M.N.: Buscando los límites.

¿Y mucha exigencia?

B.L.: Mucha exigencia.

V.A.: Sí, mucho. Porque cuando uno no sabe lo que va a hacer, no se puede preparar, no puede preparar bien los ingredientes. Cuando uno no tiene bastante tiempo para hacer un plato sabroso en el que hay que meterle olla exprés porque no tenemos tres horas a fuego lento pues…

M.N.: No es que te lo hagan pasar mal, es tu nivel de exigencia. Si tú te quieres exigir hacerlo bien, te pones al límite. Quieres hacer esto, conseguirlo… y te pones un poco al límite. Pero no es que te lo provoquen ellos [los jueces].

 

Hablando de los jueces otra vez, que os sentíais incluso humilladas…

B.L.: No, pero no humillada por ellos. Humillada yo de presentar las mierdas que presentaba.

V.A.: Al contrario, yo les decía a ellos lo que tenían que decir de mi plato.

B.L.: “¿Puedo no presentarlo?”.

V.A.: “¿Lo puedo tirar al suelo?”.

Lo decíamos por si os decían cosas malas después de que estuvierais trabajando tanto.

V.A.: No, pero ellos son mucho más suaves con el plato que tú con tu plato. Ninguno de los tres. En mi caso, yo siempre he sido mucho más dura conmigo que ellos.

M.N.: La cuestión es que, si te valoran 3 chefs como son ellos, de alto nivel, pues no te puedes molestar. Es como si un jugador de fútbol de primera división te dice que no sabes chutar un penalti, pues tiene razón. Al final, lo único que te queda es dar la razón.

B.L.: Y debes estar atento porque aprendes ahí también. En el veredicto también aprendes. Al final aprendes todo el rato y te sorprendes todo el rato.

¿Cómo ha sido la relación con el jurado?

M.N.: Es que teníamos las de perder siempre. Porque la última palabra la tienen ellos y no te puedes enfrentar.

B.L.: Y además les pagan por eso, por ser duros.

Cuando la cámara corta y os habéis enfadado con los chefs, ¿qué habláis con los compañeros?

B.L.: Pero no nos enfadamos con los chefs.

V.A.: Siempre nos enfadamos con nosotros mismos por haber olvidado un ingrediente principal…

M.N.: Y quieras o no sabemos que estamos en un programa de entretenimiento. Que es una competición, pero estamos haciendo una cosa divertida y no es cuestión de estar enfadados y mosqueados con el mundo.

¿Qué ha sido lo más difícil de gestionar, el tiempo de cocina o presentarlo ante el juez?

V.A.: Las dos cosas, porque yo soy lenta. Como el amor, la cocina me gusta lenta. A mí me gusta hacer pucheros de tres horas, no cinco minutos en olla express. Y otra cosa que he llevado fatal ha sido tener sólo tres minutos para coger los ingredientes de un plato que te dicen que tienes que hacer y que no has hecho nunca. Yo a la compra voy con mi lista y tardo hora y media porque primero me recorro el mercado y luego a la vuelta ya sé dónde tiene mejor pinta el pescado o está la mejor verdura. Yo tardo en eso hora y media.

M.N.: Es que lo que hemos hecho ahí es lo que yo llamo cocina con prisas. Todo son prisas.

¿Cómo habéis llevado ese ritmo?

V.A.: Muy mal. Menos mal que hemos tenido vacaciones.

B.L.: A mí me ha costado un mes, ¡un mes!

¿Y ha habido cortes?

V.A.: No podemos decirlo porque eso es spoilear, pero claro que ha habido accidentes.

¿Cómo habéis preparado este reto? ¿Os gustaba antes cocinar?

V.A.: Yo me integré sólo dos semanas antes de empezar el rodaje, así que sólo llegué con mi bagaje de madre que ha tenido que hacer de comer. Hay que comer. Yo hacía mucho de comer antes. Los niños comen mucho, y hay que darles de comer. Tres veces al día, además. Yo hago de comer, no de cocina, y las cuatro cosas que sé hacer me salen muy ricas. La pena es que no me han tocado.

B.L.: Yo la pena es que como no soy madre pues no hacía nada antes. Ahora mismo algo más hago. Estoy muy contenta.

M.N.: ¡Pero la ayudaba Ángel León! Yo cocinaba poquito.

¿Habéis solicitado ayuda?

B.L.: Yo he tenido la suerte de tener a Ángel, sí. No mucho tiempo, pero por lo menos para empezar a hacer algo.

M.N.: Yo he visitado las cocinas de Dabiz Muñoz sin estar él presente. He visto más o menos cómo se tenían que hacer las cosas.

V.A.: Yo nada, porque me integré dos semanas antes, con lo cual no tuve tiempo. Pero cuando empezó el programa sí que cogí un cocinero con el que los fines de semana trabajábamos. Lo que pasa es que igual trabajaba un puchero y luego no me tocaba. Pero yo he aprendido muchas cosas, he hecho muchas cosas buenas en mi casa y en el programa he hecho de todo: en el mismo programa yo he sido la peor de la historia de MasterChef en las 500 emisiones, y también he sido en el mismo programa la mejor.

B.L.: Yo siempre digo que MasterChef es como la vida misma, estás en el infierno y en el cielo en 0,2. Y en la vida nos pasa eso exactamente igual. Somos dieciséis cielos y dieciséis infiernos.

¿Pedisteis consejo a algún Celebrity anterior?

M.N.: Sí, yo pedí consejo a Flo, me lo llevé a Diverxo a comer y me estuvo contando los interiores del programa y me animó bastante.

B.L.: Yo a Raquel Meroño, porque es mi amiga. Hace 25 años hicimos una serie con ella y me animó muchísimo.

V.A.: Yo me encontré con Lucía Bosé y también me asesoró.

¿Victoria, tu plan es quedarte en España una temporada?

V.A.: No, me voy a Francia porque empiezo una serie. He estado todo el año en Málaga, pero tengo que trabajar; con la excusa de la pandemia no podemos encadenarnos y no trabajar.

¿Los celebrities hacéis castings, pruebas para entrar?

V.A.: Sí, sí.

B.L.: Sí.

M.N.: Se hacen pruebas.

Me gustaría que ahondáramos en esa prueba, ¿Cómo son los castings para entrar a MasterChef Celebrity?

M.N.: Es un casting en miniatura. Es cocinar, a la vez que estás explicando tu plato. A la vez estás charlando y siendo un poquito entretenido mientras tú cocinas. Un pequeño casting, nada más. Ya te conocen.

V.A.: Te voy a decir la trampa. La trampa es que cuando vas a hacer la prueba, te dicen que hagas el plato que quieras y tú traes los ingredientes de casa. Entonces llegas, haces un plato que sabes hacer, que has traído los ingredientes y con lo cual no se te olvida nada. Te vas para arriba, porque haces el plato que mejor sabes hacer, incluso un poco mejor que de costumbre.

¿Habéis vivido alguna experiencia que haya sido difícil para la gente vegana o con alguna dieta especial?

B.L.: No podemos hacer spoiler.

M.N.: [Ríe] Hemos tratado todo tipo de cocina.

V.A.: Sí, todo, todo.

B.L.: No nos ha quedado ningún pollo por pelar.

V.A.: Mediterránea, molecular, internacional…

M.N.: Tradicional...

¿Por qué aceptasteis participar?

M.N.: Hay tres razones bastante buenas [ríe]. La razón económica es una buena razón. La razón mediática, que tampoco está de más porque es un programa que te sirve de trampolín y de proyección al mundo. Y la tercera, porque aprendes algo útil, que es cocinar.

B.L.: Claro, estás regalando tu ser a aprender.

M.N.: Estamos todos encantados. Aprendes a cocinar en un curso intensísimo.

¿Qué ha sido lo peor del paso por el concurso, lo que más te ha costado superar?

V.A.: Lo que más me ha costado ha sido la falta de sueño. Yo con mis contratos de cine hago doce horas de trabajo y doce horas de descanso.

M.N.: Lo peor es el ritmo, pero es verdad que yo ahora echo de menos el saber que me tienen que venir a llamar el lunes a las siete de la mañana para ir a cocinar. Lo echo de menos.

B.L.: Yo lo que echo de menos es encontrarme con toda esta panda tan divertida, porque son tan buenos compañeros que hemos sido una familia maravillosa, y esto va para largo.

Programa de mucha exposición para lo bueno pero también para lo malo. ¿Teméis lo que pueda pasar?

V.A.: Lo que ha pasado es la pura verdad, no somos actores, somos seres humanos sobreviviendo en la cocina y cada uno sobrevive con la cara que puede. Aquí no sirve lo de: “Mira mi lado bueno”. No tienes tiempo de poner el lado bueno.

M.N.: Imagino que esto va a tener repercusión. Pero eso siempre es bueno. Como decía Dalí, que hablen de ti aunque sea para bien.

B.L.: Yo nunca me he expuesto como Belén López, y me preocupaba al principio. Ahora me da igual, porque yo soy yo vaya donde vaya.  

¿Repetiríais la experiencia?

B.L.: No, ¡no voy a volver a repetirlo! Pero ha sido una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida, pero ha sido el mayor trabajo de investigación que he hecho como actriz.

V.A.: Ha sido muy duro. Yo prefiero ser actriz.

¿Os atreveríais con otro talent?

M.N.: Yo hice Tu cara me suena mini y Splash. Pero vamos, yo no repetiría experiencia. Yo soy de los que hicieron la mili y me lo pasé muy bien, fantástico. Pero no repetiría.

¿Miki, en Zapeando lo comentaréis, no?

M.N.: Sí, ya lo comentamos de vez en cuando estaba Josie en la edición pasada. Podremos comentar lo que se pueda. Me van a dar seguro.

¿Ha habido alguna dificultad añadida por grabar en pandemia?

V.A.: El “palito” todos los días. Every day, haga falta o no. Pero no nos ha dado tiempo ni a pensar en ello, porque eran dieciocho horas de trabajo y seis para dormir. Yo pasaba de cenar porque o dormía seis horas o cenaba, y ya dormía cuatro. El único momento en el que nos hemos acordado de la pandemia era por la mañana cuando nos metían el palito y nos daba negativo.

El año pasado hubo unas quejas sobre que no se respetaban las medidas anti-Covid.

B.L.: Nos hacen PCR todo los días.

V.A.: Somos los más PCReados del mundo. Antes de entrar al plató, PCR: Que das negativo, entras. Que das positivo, a tu casa y nos vemos dentro de 10 días.

¿En algún momento os habéis querido llevar en un táper lo que habéis cocinado o lo que han cocinado vuestros compañeros?

B.L.: Sí, pero no hemos podido.

M.N.: No nos dejan. Me gustaría, y llevarnos también lo que sobra del supermercado.

Así será la segunda gala de 'MasterChef Celebrity 6'

Tras la triste despedida de Tamara, primera expulsada de la sexta edición, los aspirantes tendrán que enfrentarse a diversas pruebas. Entre ellas, cocinar con un presupuesto máximo de 5 euros, preparar un menú para 100 artistas en el Palacio Real de Aranjuez y replicar los platos de los ganadores de las últimas ediciones de MasterChef.

El jurado retará a los aspirantes a elaborar un plato exquisito y completo con un presupuesto máximo de 5 euros. En el supermercado encontrarán todos los ingredientes marcados con su precio, algunos por unidades y otros por peso. Deben calcular bien el valor de su cesta de la compra, porque quien se pase del presupuesto perderá 15 minutos para cocinar. Para demostrar que no es un reto imposible participará Fran, finalista de MasterChef 9. Además, el jurado invitará a La Terremoto de Alcorcón, aspirante de MasterChef Celebrity 5.

En la prueba de exteriores, los aspirantes visitarán el Palacio Real de Aranjuez, donde celebrarán un auténtico festival de música al cocinar para 100 de los mejores artistas de nuestro país. Ensalada de lengua estofada con mostaza, hierbas y pipas de calabaza sufladas, y faisán con tosta de su paté y albaricoques al vino tinto serán algunos de los manjares que degustarán artistas de la talla de Abraham Mateo, Ana Guerra, Samantha y Alfred García. El chef Fernando del Cerro (dos soles Repsol) supervisará los fogones.

Aleix Puig, Ana Iglesias y Arnau París, los ganadores de las tres últimas ediciones de MasterChef, esperarán a los delantales negros para una nueva prueba de eliminación. Bajo la Caja Misteriosa encontrarán un libro que contiene la receta y los ingredientes necesarios para reproducir el plato de los invitados: una liebre a la royal con aire de cacao, la unión perfecta entre la tradición y la vanguardia.