Maxi Iglesias: “Tengo 31 años y unos valores bastante férreos para decir 'no', porque quiero y puedo”
Cuando se anunció que Maxi Iglesias fichaba por la segunda temporada de Toy Boy para realizar una colaboración en su parte final, pudo sorprender que el actor -con un innegable tirón mediático- no participase en la promoción previa al estreno en Atresplayer Premium. Pero fue una decisión tomada por él mismo, por respeto a sus compañeros, que nos explica ahora: “No me considero una parte troncal de la serie como para promocionar algo que no me corresponde”.
La segunda temporada de la ficción producida por Plano a Plano ha llegado este viernes a Netflix, la plataforma gracias a la cual se ganó la renovación al pasar de ser una serie sin éxito en Antena 3, a un pequeño fenómeno mundial. Y es ahora, “porque ya se ha visto en Atresplayer Premium, y porque al final verTele es un portal nacional”, cuando Maxi Iglesias siente que ya ha “premiado la fidelidad” del público de la serie y acepta hablar de este papel.
Al otro lado del teléfono, uno de esos actores a los que todos hemos acompañado desde que saltó a la fama con 16 años gracias a Física o Química, serie a la que se muestra completamente agradecido pese a reconocer que sigue “pagando el peaje de ser el adolescente que saltó a la fama gracias a FoQ”, suena distinto. Razona distinto. El propio actor valora el paso del tiempo, y conduce la charla a varias reflexiones sobre cómo su maduración ha afectado a su carrera: “Cuando tenía veintipocos años estaba impaciente por hacer personajes que, por edad, me quedaban un poco lejos”.
Ahora sigue siendo joven, muy joven, pero es firme: “Tengo 31 años y unos valores bastante férreos para decir 'no', porque quiero y puedo”, dando un ejemplo concreto y muy conocido como es el de Desaparecidos, la serie de Mediaset que se ha ofrecido en Amazon Prime Video y en la que no estará en su segunda temporada: “Telecinco decidió cambiar su estructura de producción (...), pero dije que esa serie la hacía si era con la productora y el equipo con el que había trabajado. ¿Me puedo ganar enemigos? Posiblemente, pero siempre voy a ser sincero”.
La industria y el consumo han cambiado, ¿resulta raro promocionar una serie que ya se estrenó hace tiempo, pero ahora llega a Netflix y podrá verse en todo el mundo como esta segunda temporada de 'Toy Boy'?
La experiencia me ha dejado ver que aunque haya un margen de tiempo grande entre una temporada y otra, si gustó y el público es fiel, no afecta para nada. La prueba la tenemos con la segunda temporada de Valeria, que funcionó mejor aunque llegó más de un año después del estreno. Al menos eso es lo que dice el algoritmo de Netflix, y también lo que me llega de la gente en la calle. Eso sí, me gustaría que para Toy Boy hicieran un recordatorio de la primera temporada, porque había mucha información. Pero cuando generas fidelidad, el público lo sigue esperando con cariño.
Puede ser una serie perfecta además para ejemplificar la importancia de las “ventanas”, porque en abierto en Antena 3 no acabó de funcionar, pero fue renovada por lo que supuso en Netflix. ¿Fue un aliciente para sumarte?
Mi reconocimiento a las 'ventanas' es obvio porque es trabajo y nos da la oportunidad de contar cosas diferentes y de crecer profesionalmente. Sin quitarle mérito a las plataformas, quiero potenciar más lo que suponen fuera [en el extranjero] los trabajos que hacemos en España. Sin las plataformas no sería posible certificarlo, pero esta ahí. La acogida que tuvo Toy Boy a nivel internacional fue decisiva, junto con otras razones, para decidir estar en el proyecto.
Pregunto con tono de broma, pero fue real: ¿Fuiste consciente de que se creó cierta desilusión porque no te sumases como uno de los stripper?
[Ríe] Decidí estar en la serie por lo que he comentado y porque en ese momento me apetecía, quería y podía. Me apetecía porque era algo distinto; no te ofrecen un producto así a no ser que seas Channing Tatum en Magic Mike, como gran referencia de este género con drama, comedia y acción. Me llamó mucho la atención desde la primera temporada. Además, fue esencial contar con el apoyo de la productora tras haber hecho Desaparecidos y Valeria. Y tuve muy claro que quería que fuera un guiño al espectador para premiar su fidelidad.
Si estamos hablando de Toy Boy por su estreno en Netflix es porque ya se ha visto en Atresplayer Premium, y porque al final verTele es un portal nacional. Pero lo he querido mantener en privado porque no me considero una parte troncal de la serie como para promocionar algo que no me corresponde. En todo momento dije que si hacía una aportación al final de la temporada quería que fuera sorpresa para el espectador que sigue ahí hasta el final de la serie, hasta el capítulo seis y, por ende, se deja sorprender. Y eso es algo por lo que voy a pelear siempre: por no conformarnos y que los giros de guion nos sigan sorprendiendo.
El personaje de Darío irrumpe de una forma muy misteriosa, algo que me recuerda a cuando trabajé en Los Protegidos e incluso en Velvet. Y premiar esa fidelidad era mi mayor reto y mi mayor objetivo.
Me puedo ganar enemigos, pero siempre voy a ser sincero
Tres preguntas sobre otras de tus series. La primera es sin salir de Netflix: ¿Qué puedes decirnos de la tercera y última temporada de 'Valeria', que ya la segunda conectó más con los fans de los libros?
Estamos muy contentos por la renovación. En el pulso de la calle, que al final es por lo que puedo medirlo porque si me escribe alguien con un nickname raro no sé quién es, la pregunta que más he escuchado es: '¿Cuándo sale la tercera temporada?'. Me ha tocado decir que antes hay que grabarla [ríe], pero eso es para mí muy buena señal.
Segunda pregunta, de 'Desaparecidos' en Amazon Prime Video, que su primera temporada aún no ha llegado a Telecinco y ya se ha anunciado que en la segunda no estarás. ¿Cómo crees que irá en abierto, y sobre todo por qué no puedes seguir en ella?
Voy a ser muy franco, y te dejo un gran titular: no estoy en la segunda temporada de Desaparecidos porque yo no quise. Soy muy leal a la gente que confía en mí y, en este caso, quien me dio la oportunidad de hacer Desaparecidos fue [la productora] Plano a Plano. Luego Telecinco decidió cambiar su estructura de producción. Me mantenían todo tal y como estaba previsto por contrato, pero dije que esa serie la hacía si era con la productora y el equipo con el que había trabajado. ¿Me puedo ganar enemigos? Posiblemente, pero siempre voy a ser sincero.
Es la serie de la que estoy más orgulloso. Es preciosa y aprendí muchísimo con ella. Tenía muchísimas ganas de hacer la segunda temporada, pero este giro en el último momento por un tema de presupuesto que a mí no me afectaba, y quiero que esto quede claro, hizo que yo dijera 'no'. En ese momento tenía 29 años, ahora tengo 31 y unos valores bastante férreos para decir 'no', porque quiero y puedo. A mis compañeros les he deseado lo mejor. Y sobre las plataformas, gracias a Amazon ha habido muchísima gente que ha visto la serie, y ojalá se vea en abierto porque lo merece y porque ese era su objetivo con 13 capítulos de 70 minutos: que se viera en el prime time de Telecinco. Si no es así, si no se cuida la ficción o no se le da prioridad, no puedes hacer nada, pero yo no hago daño a nadie evitando males mayores.
Tercera: tras 'FoQ: El Reencuentro', la gente pide más. ¿Qué les dices?
Les digo gracias, gracias y gracias. No podemos estar más orgullosos de que a día de hoy, con todo el catálogo que hay en tantas plataformas, sigan eligiendo a Física o Química. Es una serie que no ha envejecido mal. Al contrario, aquello de lo que habla sigue siendo fundamental. Sin la colaboración del trap, el reggaeton y el Instagram sigue haciendo su efecto, que es plantear cosas, que nos miremos por dentro. Tengo clarísimo que si se hiciera Física o Química a día de hoy querría ser el personaje de alguno de los profesores. Me encantaría ser el profesor de un Física o Química de ahora, pero debo cerrar esa etapa. Me ha dado mucho, por no decir todo, pero aún sigo pagando el peaje de ser el adolescente que saltó a la fama gracias a esta serie y, a raíz de ahí, tienes que dibujar otros caminos porque si sigues potenciando que estás conectado, o vas de la mano, de un producto así de bueno y de potente, es muy difícil.
Para mí fue fundamental dar ese regalito a la gente que nos sigue, pero se lo dije a la cadena: con esto cierro una etapa, voy a cumplir 30 años, creo que mis diez años anteriores de carrera en parte han sido gracias a esto, y con esto me despido feliz de poder aportar mi granito a Física o Química: El reencuentro.
Si se hiciera 'Física o Química' a día de hoy, querría ser el personaje de alguno de los profesores
Eres un actor de éxito que tiene el privilegio de poder elegir papeles. ¿Cómo gestionas el paso del tiempo, según creces en edad y maduras, al ver que tus personajes cambian y asumen roles más adultos?
Es muy bonito, porque también creo que puedo dar lo que ese personaje puede necesitar. Cuando tenía veintipocos años estaba impaciente por hacer personajes que, por edad, me quedaban un poco lejos. Al final, como quería trabajar y es lo que más feliz me hace, aceptaba personajes que me daban con esa edad, pero que no me daban lo que yo quería realmente. Desde el 2020, cuando decidí formar parte de La cocinera de Castamar e hicimos una segunda temporada de Valeria más adulta, he ido colocando esas posibilidades de hacer lo que quiero por edad. Por eso me sentía totalmente preparado para hacer esos tres capítulos de Toy Boy.
Es bonito ver cómo creces y optas a personajes distintos, y cómo crece ese público que sigue tu carrera y te da alas.
¿Y en ese sentido, en esas selecciones, cómo te gustaría enfocar tu futuro “yo”? Hay actores que enfocan su perfil a la acción por ejemplo, al drama, a la comedia... ¿Lo has pensado?
Esa es una pregunta que me hago periódicamente: ¿Qué me apetece? ¿qué quiero hacer ahora? No me quiero cerrar. La acción me encanta, pero no me quiero aferrar a ella porque, siendo realista, ¿cuántas cosas de acción se hacen? Más bien pocas. Me encantaría trabajar con Álex de la Iglesia, pero no hay muchos más que hagan acción.
El año pasado, cuando estaba grabando una serie en Argentina, una dramedia, sentí que necesitaba hacer una película romántica, pero no una comedia romántica como Valeria. Y me llegó un guion romántico puro de la película que hice en Perú, Hasta que nos volvamos a encontrar, y justo me coincidió. Hace unos meses quería hacer acción con tintes románticos, tipo El Zorro. Cada ciertos meses me pregunto a mí mismo, me observo un poco, y como también veo tanto cine y series, lo hago cada equis tiempo y decido lo que me apetece. Después de Valeria y La cocinera de Castamar quería hacer algo más oscuro y justo apareció la opción de dar vida a Darío en Toy Boy.
¿Te ves en un futuro cercano interpretando a un padre, aunque sea tan joven como tú, pero a alguien que tenga un hijo y que asuma las preocupaciones de esa protección?
Sí, me encantan los personajes que no están tan marcados, que te pueden sorprender y se salen de lo ordinario o del común denominador. Un personaje con un conflicto es siempre un regalo. Me fascina la gente que se tiene que enfrentar a cosas que no son lo habitual, que no es el prototipo.