Llegó el gran día para Chenoa. Este lunes 20 de noviembre vuelve Operación Triunfo con el estreno en Amazon Prime Video de OT 2023, la nueva edición del talent show por excelencia de nuestra televisión que llega con la novedad más especial: el debut como presentadora de una de las alumnas estrella de la primera generación.
La artista mallorquina, salida de aquel icónico OT 1, se reencuentra con sus inicios para “cerrar el círculo”. Será en un nuevo plató y con cambios importantes, pues ahora el formato está integrado por completo en el entorno digital, pero con el espíritu de siempre y el toque único que puede aportar alguien que sabe mejor que nadie qué es Operación Triunfo.
“No soy una presentadora al uso y me salen cosas sin filtro, con eso voy a jugar”, defiende Chenoa en una entrevista con verTele, previa al estreno de la edición. Una gala 0 que se emitirá en directo desde las 22:00h de este lunes en Prime Video, y a la que se enfrenta “con la actitud de disfrutarlo” y con los consejos de sus predecesores: “Todos los presentadores que han estado en OT han presentado con su sello, han sido muy buenos y he tomado mucha nota de lo que puedo sacar de todos ellos”.
Sobre su debut como presentadora de un gran formato de entretenimiento, admite que “no hubiera soñado ningún programa mejor” y asegura que “me siento cómoda, no es un sitio donde sienta que esté antinatural. Llevo 22 años en el salón de casa de mucha gente”.
Además, confiesa que cuando recibió la noticia se quedó “en shock”, y celebra la acogida generalizada de los seguidores de OT a su vuelta a casa: “Me apabulló bastante que hasta a los haters les pareció bien. Creo que nunca ha habido tanta unanimidad al respecto”.
Te hemos visto muy emocionada pero también enfocada en la tarea de presentar 'OT 2023'. ¿Cómo afrontas la tarea, a nivel profesional pero también personalmente?
Con la actitud de disfrutarlo, que es muy complicado. Soy una persona tan exigente conmigo misma que, bueno, el juez interior te pone un listón. En general lo llevo con esas mecánicas que siempre tengo de toda la vida: estudiar mucho, ser clara en lo que tengo que decir, transmitirlo de una manera que se entienda, que la gente lo conecte...
Por otra parte, no soy una presentadora al uso y me salen cosas sin filtro, por decirlo de alguna manera. Con eso sí voy a jugar. También tengo una conexión especial con lo que hago: soy jurado en un sitio, he sido concursante en este, ahora voy y lo presento... Controlar los diferentes ingredientes de lo que ahora mismo es un talent es una ventaja si lo juegas a favor y te acuerdas de la experiencia que has tenido. Es la baza principal: conecto con el jurado guay, porque sé que lo están pasando fatal, y con los chavales, que están nerviosos. Al final es un caldo de cultivo muy rico para lo que es un talent que va tan en directo, tan a pie.
¿Hay sentimiento de nostalgia por lo que viviste?
No es melancolía, ¿eh? Me suena a querer estar ahí y no... Lo he vivido, y todo lo que he tenido es un resultado espectacular. Pero es como cerrar el círculo, evidentemente. Está muy dicho pero es muy cierto. Hablando con Manu Guix, le decía: 'Manu, que me tomabas los tonos a mí'. Y con Noe [Galera] estaba en el primer casting: 'Hola, soy el número 89, vengo de Mallorca'... Haces una catarsis de tu experiencia y de tu edad, y te tiras un poco más para atrás y conectas con todo eso para transmitirlo en casa.
¿Qué has sentido al pisar la Academia?
Yo soy muy básica: a mí lo de las lavadoras me ha impactado muchísimo [risas] Yo soy una señora de mi casa. Yo plancho, a mí me gusta planchar cosas porque ese momento me conecta a tierra y me relajo. Soy mucho de pasar la aspiradora, y todo eso. Cuando he visto que tenían lavadoras, que nosotros no teníamos.... Íbamos directos a las clases y no teníamos ese momento cotidiano para poder bajar la pulsación mental.
[La Academia] Está muy bien, mucho mejor que la nuestra, es más adelantada. Son 22 años... Tienen plantas naturales, una terraza, ¿hola? A mí lo que más me gusta sigue siendo el “Box”, que no sé cómo lo llamarán ahora, que es donde yo me concentraba y estudiaba, donde no entraba nadie cuando era mi Box, la zona de concentrarme. Y las zonas cotidianas me parecen muy coloridas y simpáticas, más alegres. Nosotros éramos más básicos. ¿Os acordáis de nuestro comedor con los manteles de hule amarillo? ¿Y de nuestras fotos ahí? Que pensabas: '¿Por qué me tengo que ver cada día, si no tengo fotos ni en mi casa?'.
Me siento cómoda, no es un sitio donde sienta que esté antinatural. Llevo 22 años en el salón de casa de mucha gente
¿Has recibido algún mensaje de cariño de tus excompañeros que te haya hecho especial ilusión?
Todos. Todos están contentos. Pero en general de la gente anónima. Me impactó mucho porque me quedé bastante en shock cuando me dijeron que iba a ser presentadora del formato, por supuesto dije que sí. Luego estuve un poco en stand by, teniendo que digerir esto. La gente me preguntaba cómo me sentía. Y decía que no lo sabía, porque tenía que digerirlo. Sin embargo, lo que me apabulló bastante es que hasta a los haters les pareció bien. Creo que nunca ha habido tanta unanimidad al respecto. Era como lógico, natural. Era concursante y ahora presenta. No de la noche a la mañana, porque han pasado 22 años, pero bueno, aquí estamos.
¿Qué puedes aportar como presentadora que no puede aportar quien no ha vivido la experiencia de 'Operación Triunfo'?
No lo sé, porque todos los presentadores que han estado en OT han presentado con su sello, han sido muy buenos y he tomado mucha nota de lo que puedo sacar de todos ellos. Al que tengo más cerca es a Roberto [Leal] que es para comérselo. Era ideal, era redondo para el programa. Es excepcional como presentador en todo lo que le pongas, porque tiene algo muy importante que es ese charm que lleva a todos lados. Con OT reventó. Le pregunté y me dijo: 'Disfrútalo. Laura, te va a encantar. No sabes lo que te va a pasar. Te vas a sorprender'.
Yo lo que voy a intentar sobre todo es entender a la persona que tenga sentada, a la que escucho y con la que hablo.
¿Presentar 'OT' era una meta cuando a empezaste a tu carrera en programas de entretenimiento?
No, no. Ni por pensado. ¡Qué va! Ni me lo podía imaginar. Ni creo que lo hubiera soñado de concursante. No, no. Te puedo asegurar que fue mi gran regalo de 2023. Es un regalazo.
¿Sientes que puede ser un punto de partida a seguir desarrollando tu carrera como presentadora más allá de 'OT'?
Sí, por supuesto. Me encanta la tele, me gusta aprender. Me gustan los registros con los que me muevo. Me siento cómoda, no es un sitio donde sienta que esté antinatural. Llevo 22 años en el salón de casa de mucha gente, me gusta estar con vosotros y que me paren por la calle como si fuera una prima lejana: '¡Ay, Chenoa, qué guapa estás!'. Esas cosas a mí me gustan, me parecen cotidianas y me hacen sentir un plus de cariño como presentadora y alguien de tu casa.
¿Qué tipo de formato te gustaría presentar en un futuro?
¡Uy! A mí todo lo que sea música me gusta mucho, pero para mí el más redondo es OT 2023 en este momento. No hubiera soñado ninguno mejor. Y [ojalá] seguir muchos años presentando OT, ¿por qué no? Me encantaría.
Conoces bien la industria después de tantos años. ¿Hay ahora mismo capacidad para acoger 16 nuevos talentos pop o al menos una parte?
Sí, la demostración está en que hay tantas ventanas por donde salen tantos artistas... Mira este chico, Íñigo Quintero, que ha lo reventado a nivel global. Ves las ventanas que hay y todas son válidas. Hay sitio. Este es un chaval que sale y lo ha petado. ¡Qué maravilla! Lo que es una buena canción, una buena interpretación, una buena conexión, mil ingredientes... Y lo mismo aquí: que aprovechen las clases. Da igual si sales tercero, séptimo o cuarto, porque luego el universo responde.
Mi triunfo personal es haber entrado en 'OT' en 2001
En la primera edición de 'OT' todo el mundo se volcó. Había debate para todo, y no faltó el relativo a tu puesto, a si merecías estar entre los tres finalistas. Llegados a este punto, ¿presentar 'OT' es una manera de corroborar tu triunfo personal?
Mi triunfo personal es haber entrado en OT en 2001. Fue el primer triunfo personal que tuve. Estuve antes 10 años presentando maquetas y nadie me hizo caso. Y las maquetas me las pagaba yo. Sacarte fotos, hacer books y estar 10 años mandando maquetas y que nadie te diga que sí, y que de repente te cojan... A partir de ahí ya peleé, pero peleé mucho tiempo, incluso en trabajos en los que no me visteis y que para mí eran buenos. Todos los que me han dado la oportunidad de tener un sueldo y poder estar viviendo de lo que me gusta ya a mí me valen, pero porque vengo de un sitio donde me veía poca gente. Pero para mí eran importantes: mi sala de casino durante seis años en Mallorca fue mi sueldo durante seis años. Faltaría más que ahora le eche piedras, ni de coña. El gran triunfo fue entrar en 2001, y a partir de ahí, 22 años después, todavía estamos.
Los nuevos concursantes van a recibir la visita de estrellas como lo eres tú ahora. ¿Cuál fue el consejo más especial que te dio una estrella que visitó la Academia en su día y que te ha acompañado durante toda tu carrera?
Pues nos dieron un montón, y mira que vino gente guay de verdad, superpotente. [Carlos] Baute vino al principio de todo, y nosotros flipábamos por un tubo. Nos dijo: 'como no hagáis deporte todos los días, no aguantáis en el escenario'. ¡Qué razón tenía! Nos acordamos todos de eso. Luego cuando nos fuimos de gira, una hora y media corriendo como un animal e intentando cantar a la vez... Eso lo hacen Beyoncé, Michael Jackson y algunos otros. Parece una tontería lo de cantar y bailar, pero el ejercicio físico es muy importante. Hay épocas en las que no te apetece nada, pero tienes que estar ahí diciéndote que tienes que estar preparado aunque no te toque salir de gira. Como he hecho un dueto con él [Baute] hace poco, lo miraba y le decía: '¡Qué razón tenías!' Claro, como él baila todo el rato, sabía de que hablaba.
Recientemente se ha abierto un debate sobre los artistas que han prohibido usar los móviles en sus conciertos. ¿Qué opinión tienes sobre ello? ¿Crees que las redes ayudan al artista?
Depende de la generación a la que vayas a ver y del estilo que vayas a ver. Si vas a un concierto de música clásica con un móvil no estaría muy bien visto. Todo tiene sus normas. El reggaetón se presta mucho a que estemos todos cantando y perreando, es otro tipo de folclore e incluye el móvil como algo natural. Pero hay estilos de música que tienen su código y es respetable. Si estás en un teatro y está un artista de toda la vida, de los que llevan cincuenta años, y te dice 'baja el móvil, vamos a escucharnos', es una propuesta del artista. Es igual de respetable, a mí no me parece mal.
Has anunciado que preparas nueva música, varios años después de tu último lanzamiento discográfico. ¿Por qué te has tomado todo este tiempo? ¿Qué motivo te ha llevado a estar años sin lanzar un álbum de estudio?
Porque no quería. Quería hacer entretenimiento y trabajar en televisión, y también hacer radio. A veces te acota mucho lo que sabes hacer, y a mí no me interesa. Me interesa saber y aprender otras cosas. Si me hacen propuestas y me interesan, las cojo y aprendo, y sigo, y peleo. He conseguido ser presentadora de un programa que amo y adoro con todo mi corazón después de ocho años de estar haciendo pequeños proyectos y colaboraciones, sin molestar mucho... Pim, pam. Pero yo, poquito a poquito, trabajo y tengo paciencia. Todo trabajo tiene que tener paciencia.
¿Y por qué ahora?
Hombre, me ha picado un poco lo de Operación Triunfo, con todos cantando y yo no [ríe]. En verano he estado ya metiéndome en faena. Siempre he tenido, incluso años atrás, canciones con ideas enmaquetadas, pero no quería enseñar nada. Tenía como 25-30 ideas ahí grabando, y esta es la que va a salir al final. También es verdad que está muy maceradito.
¿Qué consejo das a los próximos concursantes, que sea tan válido como el que te dio a ti Carlos Baute?
Bueno, bueno... Qué peligroso es esto. Dar consejos es muy peligroso [Se lo piensa]. Les invito a que salgan de la zona de confort y que canten un estilo que jamás tocarían. Les invito a todo eso. Me parece importantísimo, con 18 o 19 años, moverse de donde conocen. Están en la edad para hacerlo. Es la edad de caerse, están nuevos y se levantan rápido. Yo me caigo y... Bueno, no porque hago deporte [risas]. Pero que salgan de la zona de confort.