Santi Acosta defiende 'De viernes' frente al corazón “agresivo”: “Sí, me gustaría ser mejor presentador que Jorge Javier”
Este viernes 22 se cumplirán cuatro meses desde el regreso de Santi Acosta a Telecinco. El presentador volvía a la primera línea de Mediaset con un objetivo difícil: abanderar la nueva oferta de los viernes del canal, descabezados tras el cierre del Deluxe en julio, con De Viernes. La presión era evidente, puesto que el antecedente más inmediato, La última noche con Sandra Barneda, se había estrellado. “Me tiemblan las piernas pensando en que puedan ser sólo tres programas”, reconocía el periodista madrileño en noviembre.
Esos temores han quedado ya en el pasado para Acosta y para el equipo de Mandarina. Tras un potente estreno, con la baza de una controvertida entrevista a Ángel Cristo Jr cuyo contenido sigue coleando aún hoy, De Viernes ha dado estabilidad a Telecinco desde su estreno en una noche crucial, aunque esté por debajo del liderazgo de Antena 3 con El Desafío. Para él es “un honor” servir de pilar de la nueva era de Telecinco, ya sin Sálvame como eje de sus contenidos, y reivindica su manera de plantear el género de la crónica social.
“Yo me siento feliz armando un corazón que respeta a las personas”, dice, reivindicando la propuesta frente a la estilo previo. De hecho, cuestiona las críticas que han realizado contra el programa exdirectivos del grupo de comunicación como Baldomero Toscano, que se refirió a De Viernes como “antigüito”. “Me parece mucho más antiguo lo agresivo”, replica. De hecho, extrapola esta idea a otros formatos de la compañía: “Calleja consigue más de sus invitados que lo que se consigue en un pelotón de ejecución”.
Con esa filosofía, Acosta ha recuperado ese puesto prioritario en el canal que tuvo hace dos décadas, con Salsa rosa. Su presencia también se expande ahora a 12 meses, 12 causas, de cuya campaña de marzo se ha convertido en embajador, destinada a la protección de la infancia. El comunicador nos habla del valor de esta iniciativa solidaria de Mediaset, en colaboración con Plan Internacional, y de la responsabilidad de los medios para este objetivo.
También nos habla de la salud de la propia empresa audiovisual, especialmente ahora que Jorge Javier Vázquez ha regresado, también, al primer plano. Acosta, que lo conoce desde hace largo tiempo, celebra la recuperación de “un gran valor” en televisión y se muestra honesto al hablar de su compañero: “¿Me gustaría ser mejor presentador que Jorge Javier? Sí”.
Eres el embajador de la nueva campaña de 12 meses, para concienciar sobre la protección a la infancia. ¿Qué te implica a ti liderar esta campaña?
Personalmente me implica poco esfuerzo porque es un placer hacerlo. Liderar una campaña como esta, poner la cara a la gente que está trabajando sobre el terreno ayudando a la infancia, es un honor. Es un honor que te permitan liderar una campaña así y poder echarle una mano a alguien que lo necesita mucho. La mayor satisfacción y beneficio es para mí, saber que puedes aportar un granito de arena no tiene parangón.
¿Qué responsabilidad crees que, como profesionales de los medios, hay que tener en esta línea? Precisamente hemos visto en estos días un nuevo caso de violencia contra niños en Almería. ¿Cómo gestionar estas noticias?
Es una duda que hemos tenido siempre. ¿Cómo se puede combatir ese tipo de violencia? No hablamos de la violencia que se dé en un conflicto lejano, sino que ocurre aquí, en nuestras ciudades y nuestros pueblos. ¿Hasta qué punto tenemos que informar y cómo? ¿Cómo se combate ese tipo de violencia? Tenemos que añadir nuestro grano de arena, eso está claro. Particularmente creo que hay que investigar más para saber cómo se consigue que desaparezca esa energía de un tipo que es capaz de matar a sus hijos por hacer daño a su pareja o expareja. Es un problemón tremendo sobre el que la sociedad tiene que reflexionar. Está claro que la condena de la ley no es suficiente porque hay tipos malos que siguen haciéndolo. Esa es una de las cosas en las que tiene que reflexionar nuestra sociedad para evitar que esos asesinatos terroríficos se produzcan.
¿Y cómo debe tratar a los menores la televisión para protegerles?
Esa es otra de las dudas éticas que hemos tenido siempre en el periodismo. ¿Hasta qué punto tiene que educar y formar y hasta qué punto lo que tienes que hacer es entretenimiento? Creo en un punto medio. Que todo lo que abordamos como información o como entretenimiento contenga siempre valores que protejan la vida, el respeto, la solidaridad, el amor por los otros, la figura de la mujer, los hijos... Todos los contenidos tienen que contener esos valores. Es la única forma que veo -y entiendo que habrá gente que sepa mucho más- en la que podemos aportar valores o una ayuda para conseguir que nuestra sociedad cambia. Porque tiene que cambiar. Siempre ha habido tipos locos y gente mala, y hay que intentar extirparlo de la sociedad y hacerlo con las herramientas que tenemos.
Yo me siento feliz armando un corazón que respeta a las personas
Hablemos ahora de De viernes. Este viernes se cumplirán cuatro meses desde el estreno. No era fácil la tarea de ocupar una noche como esta, con el 'Deluxe' tan arraigado. ¿Qué balance haces y cómo dirías que ha evolucionado el programa?
Para nosotros ha sido una responsabilidad enorme abordar los viernes con un cambio de modelo de televisión. Nuestro programa es un cambio, como ya se ha visto. No es el Deluxe, es un cambio para otra televisión en la que las entrevistas son diferentes. Hemos intentado tener otro espíritu. Creo que los resultados de audiencia hoy por hoy nos respaldan. Hemos intentado buscar cuál es nuestro sitio y cuáles son las entrevistas y la forma de entrevistar a nuestros invitados para conseguir que De viernes sea un programa atractivo para nuestro público. Para nosotros es un honor que hayan confiado en nosotros para hacer ese cambio de modelo. A mí me parece un placer y un honor conseguir llevar a cabo ese cambio de modelo. Trabajar con Bea Archidona y Julia Tapia [directora de De viernes] ha sido fácil y creo que vamos por buen camino.
Empezasteis con fuerza en lo de dar contenido, con la entrevista a Ángel Cristo sobre Bárbara Rey, un tema que colea desde entonces. ¿Esperabais la repercusión que ha tenido y hasta el impacto en la programación televisiva posterior?
Conocíamos la historia de Ángel Cristo, sabíamos que era una historia superpotente. Es cierto que nos sorprende el eco que tiene. Historias así en el mundo del periodismo del corazón hay pocas o se dan cada muchos meses. Ahí está también todo el equipo que trabaja para conseguir esas historias y para ofrecer a los invitados la posibilidad de tener el espacio y tiempo para contarlo como ellos quieren contarlo, en su plenitud. Esperábamos que fuera un cañonazo y a la vez nos ha sorprendido el eco que ha tenido. Es cierto que el hecho de que se haya sumado a Supervivientes, que es un programazo, ha ayudado mucho. Y además él está aportando mucho a Supervivientes porque tiene una personalidad diferente a la del resto de concursantes.
Precisamente por eso: ¿cómo es mantener la expectativa de testimonios y entrevistas de este calado? ¿Y cómo navegar en una noche tan competida?
Por supuesto que cuesta mantener el nivel. Nos está costando un montón porque es un trabajazo conseguir invitados con historias suficientemente potentes e interesantes como para tener un scoop y luego tener una entrevista en el plató. En televisión nadie te regala nada, la audiencia quiere cosas interesantes, y para conseguir eso tienes que hacer un esfuerzo enorme. Gracias al equipo que tenemos lo estamos consiguiendo. Ese esfuerzo se ve recompensado en audiencia y también en imagen. Al final aquí también es importante no solo una buena audiencia sino que la imagen del programa, y de la cadena por tanto, sea buena. La reputación es importante en estos casos, y el equipo está haciendo un importante esfuerzo por conseguir grandes entrevistas. Vamos a seguir así en las próximas semanas.
Hablabas antes del estreno de que habría 'marcha'. Lo cierto es que algunas entrevistas, como la de Cristo, han generado no poca polémica que ha trascendido la cadena. ¿Cómo equilibrar el tono para que el corazón no se pase de 'marchas'?
Lo más importante siempre es mantener el respeto al invitado. Siempre. Es cierto que cuando estás en plató hablando de la vida de otras personas corres el peligro de transgredir esa línea que separa el respeto de la invasión. Pero es un esfuerzo que hay que hacer de forma continua. Lo más importante es el respeto a la persona, y se ve muy bien en cualquier entrevista que hagamos en nuestro programa, pero en cualquier otro. No hay que olvidar que cuando hablas de una persona estás hablando de alguien que tiene sentimientos, familia, que puede tener hijos y gente que se preocupa y sufre tanto como ellos. Eso es importantísimo. El invitado nos cuenta lo que quiere contarnos, y nosotros podemos preguntar o cuestionar, pero nunca debemos juzgar. A veces esa línea es difusa y a lo mejor podemos meter la pata, seguro, pero lo importante es mantener esa actitud de respeto al invitado.
En los últimos meses los responsables y protagonistas de la anterior etapa de Mediaset han opinado abiertamente sobre la actual tesitura. Baldomero Toscano, que fue director de Programas entre 2009 y 2023, criticó el programa por ser más “blando”. ¿Cómo se vive esa visión de la antigua Mediaset sobre esta nueva?
Yo me siento feliz armando un corazón que respeta a las personas. Me parece que los invitados cuentan mucho más si eres respetuoso que si eres agresivo como ocurría antes. Por poner un ejemplo extremo en el que no estamos nosotros: Calleja consigue más de sus invitados, hablando tranquilamente con ellos en el monte, o Bertín Osborne en su momento; que lo que se puede conseguir con un pelotón de ejecución. Creo que es mucho mejor para todos y para el contenido la forma en que nosotros lo estamos haciendo. También pienso que cada uno puede ver la televisión que le guste. Tú tienes en tu casa un montón de canales y si no te gusta Mediaset o Telecinco puedes ponerte otro y seguir siendo feliz. Calificar como moderno o antiguo un formato de televisión porque sea más o menos agresivo... Si me preguntas a mí, te diría que me parece mucho más antiguo lo agresivo.
Los invitados cuentan mucho más si eres respetuoso que si eres agresivo como ocurría antes
Hablabas de que Jorge Javier no tiene sucesor posible. Ahora que está de vuelta, ¿habéis hablado?
He tenido la oportunidad de felicitarlo por su fantástica audiencia y por la forma en que presenta. Me parece que es uno de los presentadores más rápidos, y lo siento porque lo digo siempre, pero es así. En plató es el tipo más rápido y más gracioso que conozco, y lo conozco desde 2002, cuando presentaba en Antena 3. Me parecía un presentador extraordinario y Telecinco ha recuperado un gran valor con Jorge Javier. Supervivientes con él es un programa que alcanza un nivel superior. No te podría decir otra cosa porque te mentiría. ¿Me gustaría ser mejor presentador que Jorge Javier? Sí [risas]. Es un pedazo de presentador, sin duda.
El programa está ya rodado en buena medida pero, ¿qué crees que necesita para consolidarse y poder disputar ese liderato? Ahora está por llegar 'Tu cara me suena'... ¿Qué invitado pides?
Para el futuro lo que necesita el programa es seguir por la misma línea. Al final, ganar audiencia con un programa que no es un evento en sí mismo, como un Supervivientes o La isla de las tentaciones, lo que necesita es tiempo para ir creciendo, y tenemos la suerte de que la cadena confíe en nosotros y que mientras vayamos subiendo ahí vamos a seguir estando, tenemos que dar el do de pecho en cada uno de los viernes.
Nos gustaría que pasaran todos los invitados que por h o por b hasta el momento no han querido volver a Telecinco. A todos. A Jesulín, a Ana Obregón, a Julio Iglesias o cualquier que habitualmente no vemos en televisión. Debe ser un espacio para que cualquier invitado que venga se sienta a gusto para contar lo que quiera contar, en el que se le pregunte y se le cuestione pero se sienta respetado y a gusto como para contar sus cosas.