De Cruyff a Guardiola, 23 años de trabajo en La Masía siguen dando frutos
Esta historia empieza en el verano de 1988. José Luis Núñez, por aquél entonces Presidente del F.C. Barcelona, acaba de sufrir el “motín del Hesperia”, una sublevación en toda regla de la plantilla pidiendo su dimisión.
La temporada 1987-88 había terminado con el título de la Copa del Rey para un Barcelona dirigido por Luis Aragonés. Nuñez decide dar de baja a la mitad de la plantilla y fichar a un entrenador que ya forma parte de la historia del club como jugador: Johan Cruyff.
El holandés llega con unos métodos revolucionarios. Si en su día, como jugador, ya había cambiado la forma de jugar a fútbol de primeros de los 70 (en el Ajax), ahora le apetecía trasladar su peculiar forma de juego a toda una plantilla como entrenador.
Su sistema: implicar a todas las categorías del club
Cruyff quería implantar un nuevo estilo que partía de que todas las categorías inferiores del club se implicasen en la forma de jugar del primer equipo. Propone un sistema 3-4-3 sorprendente, que muchos le cuestionan.
En España no se había visto jamás, en el fútbol moderno, una defensa formada por tres hombres.
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Aquí os dejo un vídeo del programa “Informe Robinson”, con una deliciosa entrevista a Johan Cruyff, donde explica su modelo.
Su sistema se basaba en mantener la posesión del balón y no perderlo nunca. Para él era la forma más eficaz de dañar al rival. Sin balón, el equipo contrario sufre mucho. Para conseguir estos objetivos hacía falta formar a jugadores expertos en la posesión del balón en cada una de las posiciones.
Cruyff tuvo muy claro que quería un hombre libre, con buena técnica y que sacara la pelota jugada (Aloisio primero: un año después llegaría Koeman).
Quería también a un medio centro que fuera un ordenador, un hombre que no perdiera nunca la pelota, que hiciera jugar al equipo muy rápido (Milla).
Formó también a hombres de banda, que aunaran técnica y velocidad (Beguiristain, Soler, López Rekarte…).
Lo completó con buenos jugadores de acompañamiento en los que primase la técnica (Eusebio y un año después Amor…) y delanteros listos y eficaces (J. Salinas, Bakero…)
La única objeción es que muchas veces los marcajes al hombre en defensa ponían al equipo a los pies de los caballos.
Primeros años difíciles, formando a la cantera
Las dos primeras temporadas no fueron fáciles: en la temporada 88-89 se logró la Recopa y en la 89-90 la Copa del Rey. En la Liga española seguía dominando el Real Madrid de la “Quinta del Buitre”.
Los dos títulos mencionados salvaron a Cruyff de la destitución. Nuñez le aguantó y, con la paciencia, llegaron los éxitos y la ansiada Copa de Europa, en 1992, ante la Sampdoria en Wembley.
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Aquí os dejo la segunda parte de aquel Informe Robinson, con el resto de la entrevista, los protagonistas de la época... una gozada.
Este modelo creó escuela y, aunque han cambiado los nombres en la Presidencia del Barcelona (Núñez, Gaspart y Laporta), y también en el banquillo (sólo Robson y Serra Ferrer se alejaron del modelo) su manera de jugar se ha respetado en los últimos 23 años, a pesar de la lógica variación en las plantillas blaugranas.
La Masía, garantía de continuidad
El trabajo en La Masía, la escuela de futuros campeones, situada al lado del Camp Nou, ha conseguido que la cantera del Barça genere un estilo de futbolista que se ha ido clonando y mejorando cada año. Cada uno de los aprendices, con sus características, pero todos con un gran dominio del juego y del balón. De ahí han salido extraordinarios jugadores como Milla, Guardiola, Xavi, Cesc, Iniesta o Busquets.
La cantera, además de crear calidad, también ha sido formada en el compromiso y cariño al club (Ferrer, Sergi, Puyol, o Piqué y gente de fuera, pero criados desde muy temprana edad en La Masía como Amor, Iniesta o Leo Messi…)
Los resultados, a veces, han sido desiguales. Unos años se ha acertado más con los futbolistas extranjeros (Stoitchkov, Laudrup, Romario, Figo, Rivaldo, Etoo…) y otros menos (Korneiev, Kodro, Bogarde, Petit…), pero el nivel general, como se ha visto en estas últimas temporadas, el resultado ha sido inmejorable.
Adaptación a los medios
Aunque no todos los años se han conseguido títulos, el estilo de preparación y juego del equipo ha ido en una misma dirección. Ese es el mérito y la clave del triunfo.
En el fútbol moderno no se conoce un ejemplo igual en lo que se refiere a la permanencia de una idea. El trabajo diario, sostenido, con la cantera se hace en una única dirección: conseguir gente de calidad y comprometida al cien por cien con el club.
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Aquí la tercera y última parte de este maravilloso reportaje de Informe Robinson, que lo disfrutéis.
Enhorabuena al F.C Barcelona porestas últimas tres temporadas. En mi opinión es el broche de oro a 23 años de trabajar una misma idea, con diferentes cromos, pero rellenando el mismo álbum.
Mérito especial para Pep Guardiola, uno de los alumnos aventajados de Cruyff, que ha gestionado muy bienla plantilla. Además acertó en la mayoría de altas y bajas.
En lo que no acertó, sí supo rectificar (Etoo, el primer año). Además, ha conseguido que a pesar del desacierto con algunos jugadores (como Ibrahimovic o Chygrinskyi) el trabajo colectivo no se viera especialmente afectado.
No me quiero olvidar de Frank Rijkaard, quién también hizo mucho por este equipo. Sólo la indisciplina y los egos de ciertos miembros de su plantilla impidieron que el proyecto llegara a buen fin en los últimos años de su mandato.
El reto de permanencia de una forma de hacer las cosas, de una idea, sigue viva en el Barcelona actual.
Esta historia empieza en el verano de 1988. José Luis Núñez, por aquél entonces Presidente del F.C. Barcelona, acaba de sufrir el “motín del Hesperia”, una sublevación en toda regla de la plantilla pidiendo su dimisión.
La temporada 1987-88 había terminado con el título de la Copa del Rey para un Barcelona dirigido por Luis Aragonés. Nuñez decide dar de baja a la mitad de la plantilla y fichar a un entrenador que ya forma parte de la historia del club como jugador: Johan Cruyff.