‘Jane The Virgin’ 3x16 Review: ¿Y quién es él?
‘Jane The VIrgin’ ha regresado después de unas semanas de parón y ya podemos decir que este descanso le ha venido muy bien. ¿Por qué? Porque ha regresado con fuerzas recobradas y, sobre todo, con un nuevo personaje que ha conseguido algo que parecía casi imposible: que Jane vuelva a sonreír.
¡¡CUIDADO SPOILERS!!
Un regalo del cielo para Jane
Pues el mencionado nuevo personaje que ha hecho que Jane vuelva a sonreír se llama Fabián Regalo del Cielo. Lo dije ya, pero lo repito. No es broma. Se llama así. Quejas, chistes y demás comentarios diríjanse, por favor, a los señores guionistas.
En fin, que me despisto. ¿Y quién es él? Pues Fabián es un joven actor que comparte protagonismo con Rogelio en su nueva telenovela. ¿Y cómo es él? A ver como lo explico para no hacer demasiados spoilers. Telenoveleros, ¿recordáis a los gavilanes? Pues es la particular versión de ‘Jane The Virgin’ de los hermanos Reyes. Para los no telenoveleros, joven actor de culebrones que se pasa el 90% del tiempo sin camiseta. ¿Me he explicado lo suficiente?
¿En qué lugar se enamoró de Jane? A ver, en esta parte tengo que explayarme un poco más. Punto uno: el factor amor no entra en esta ecuación. A Jane le gusta Fabián. Mucho. Pero no está enamorada de él. Lo sabe ella y lo sabemos nosotros. Simplemente tiene ganas de divertirse y, la verdad, se lo merece, que esta temporada ya ha sufrido bastante.
Michael sigue demasiado presente como para plantearse algo serio con Fabián. Venga, reconozcámoslo, alguna lagrimilla asomó a nuestros ojos cuando Jane dijo que no quería que Michael se convirtiera en una anécdota. Y qué sabia es Alba. Qué bien comprende lo que está pasando su nieta. Otra frase para guardar en nuestra memoria: “tienes una relación a largo plazo con tu duelo, pero tienes que evolucionar y dejarlo atrás”.
Y Jane ha dado ese primer paso. Es evidente que Fabián nunca ocupará el lugar de Michael (¡¡o eso espero!!), pero, por lo menos, ha conseguido que Jane vuelva a sonreír. Y eso, Fabián, siempre te lo agradeceremos. Además, has intentado ayudarla con lo de sus seguidores en Twitter y has hecho las cosas bien con Rogelio. Así pues, Fabián Regalo del Cielo tienes nuestra bendición para salir con Jane y que sea lo que el destino (y los guionistas) quiera que sea.
La decisión más difícil
Pero, además de ese regalo del cielo de nombre Fabián, Jane tiene otros motivos para sonreír. Resulta que su novela ya está lista. Ahora solo hay que venderla y su editor ya ha dado los primeros pasos. Por cierto, ¿qué ha pasado con las onomatopeyas? ¿Sólo las utiliza en las primeras reuniones? ¿Cuándo hay dinero de por medio se vuelve serio y formal?
En fin, a lo que iba, el editor ya ha hablado con el departamento de marketing. Y aquí llegan los problemas. Quieren utilizar la vida de Jane como estrategia comercial. ¿Qué significa esto? Pues que la publicidad, la campaña de medios, las entrevistas, etc. giren en torno a Jane, es decir, la inseminación por accidente, el secuestro de Mateo y su relación con Michael. ¿Cuál es el problema? Los que conocéis a Jane no necesitáis que lo explique, pero por si hay alguien nuevo, voy a intentar resumirlo.
Para Jane es muy doloroso hablar de Michael. Es cierto que ya puede hacerlo sin llorar, pero eso llevó mucho tiempo y mucha terapia y que no llore no significa que no le duela. Además, Jane es una mujer de principios y ella considera que lo que debe venderse es su novela, no ella. Si la novela no es lo suficientemente buena como para venderse por sí sola, ¿merece la pena publicarla? Algo así debió de pensar Jane y la verdad es que lo pasó mal porque ninguna decisión es buena. Afortunadamente, su ángel de la guarda literario le echó una mano. Y no voy a decir más. Quien quiera saber lo que Jane decidió, que se vea el capítulo, que yo tengo que irme a otro tema.
Brogelio forever
Y, después de Jane, ¿qué personaje ocupa más líneas en estas reviews semanales? Sí, él. Rogelio de la Vega. Pobre, esta semana lo ha pasado bastante mal.
La llegada de Fabián a la telenovela ha supuesto un jarro de agua fría porque siente que tiene al enemigo en casa. Y por partida doble. Por un lado, cree que le roba protagonismo como galán y que aspira a ocupar su lugar en el star system. Sin embargo, después descubrimos que Fabián es un Rogelifan. Señores guionistas, de verdad, aquí sí que me han descolocado. Esto no me lo esperaba. Yo apostaba porque Fabián era un ambicioso actor sin escrúpulos capaz de casi cualquier cosa para quitarle el puesto a Rogelio, pero resulta que no es así. O, al menos, eso parece, que yo ya no me fío de nadie aquí.
Por otro lado, Rogelio también tiene que asumir que él ya no es el único astro de las telenovelas en la vida de Jane. Ahora tiene que compartir plano con Fabián. Eso sí, el “nuevo” es muy respetuoso. Le pidió permiso a Rogelio para pedirle a Jane que saliera con él. No lo hemos visto, pero seguro que esto le gusta a Alba.
Rogelio, lo que te han dicho es la verdad. Quizá ya no seas el único astro de las telenovelas en la vida de Jane, pero eres el principal. Y, Rogelio, por mucho que nos deslumbre Fabián Regalo del Cielo, tú siempre serás nuestro galán favorito. Te queremos y lo sabes.
Ha habido otro momento de lagrimilla esta semana. Y, como no, gira en torno a Michael. Jane no es la única que lo echa de menos, ni la única que nota que la aparición de Fabián supone dar un paso definitivo hacia adelante. Rogelio también echa de menos a su mejor amigo y tampoco quiere que nadie ocupe su lugar. Ni siquiera a la hora de hacerse la manicura. Es curioso. Lo mucho que nos reímos en aquella secuencia de Rogelio y Michael y qué sensación tan distinta hemos tenido esta semana al recordarla. Si nosotros extrañamos a Michael, que lo veíamos una vez a la semana a través de una pantalla ¡cómo no lo va a extrañar su mejor amigo!
Una disculpa para Rafael
Y dejemos los momentos sentimentales, que me voy a poner muy ñoña. Vayamos con Rafael y lo primero que tengo que decir antes de que se me olvide es: perdón, Rafael. Pensé mal de ti y me equivoqué. Te ofrezco mis disculpas. Espero que las aceptes.
¿Por qué me disculpo? Porque yo pensé que andaba en algo raro con el de mantenimiento, que su lado oscuro se había oscurecido aún más en la cárcel, que su faceta zen no era más que una fachada. Y me equivoqué. Y mucho. Resulta que el de mantenimiento es un detective que contrató Rafael para intentar encontrar a Sin Rostro y meterla en la cárcel. Es cierto que andaba en algo raro, pero en este caso “raro” no significa “malo”, sino mantener a salvo a su familia.
Y menos mal que está prevenido porque Sin Rostro ha regresado al Marbella bajo su nueva identidad: Eileen. Y ¿quién ha venido con ella? La tía Luisa, que trae regalitos para sus sobrinos, pero Rafael la quiere a kilómetros de sus hijos. ¿Alguien puede culparlo? Los antecedentes de Luisa no son muy tranquilizadores. Eso sí, ella le ha lanzado, como quien no quiere la cosa, una frase lapidaria. No me dejas ver a Mateo, pero si no fuera por mí, no existiría (más o menos). Y tiene toda la razón del mundo. Siempre he pensado que somos muy injustos con Luisa. No se nos debería olvidar que si no fuera por ella, nada de todo lo que ha pasado hubiera sucedido y lo que es peor ¡¡no habría serie!! ¿Qué íbamos a ver entonces? ¿De qué iba a escribir yo?
Además, aquí la verdadera amenaza no es Luisa. Es Rose, Sin Rostro, Eileen o como se llame, que ya me lío con tanto cambio de identidad y cara. Eso sí, hay que reconocer que esta villana es muy buena. Va siempre un paso por delante de Rafael. Que él pone un micrófono en la habitación, ella pone el relajante sonido de las olas y habla en susurros. Que él le estropea el aire acondicionado para que se cambien de habitación, ella resiste como una campeona en su sauna de lujo. Rose tiene ese sexto sentido de las malas personas, que huelen las amenazas a lo lejos y no se va a dejar sorprender.
Quien puede darnos la sorpresa es Luisa. Estábamos acostumbrados a que siguiera ciegamente los pasos de Rose. No le importó que matara a su padre, ni que secuestrara a su sobrino. Luisa siempre regresaba a Rose. Sin embargo, esta semana hemos visto un amago de rebelión. Rose/Eileen se quiere ir porque intuye que está en peligro, pero Luisa dice no. Y esta vez no se me cayó el café porque ya me lo había terminado, pero fue uno de esos momentos de ¿perdona? ¿he oído bien? ¿Luisa le ha dicho que no a Rose? Y la gran pregunta ¿quién triunfará? ¿el “no es no” o el “digo no pero al final es sí”?
Y para terminar. Cuando leía los títulos de crédito se me pasó por la cabeza una reflexión que me ha estado dando vueltas desde entonces. Jane vuelve a sonreír gracias a Fabián. Xiomara está tranquila y feliz con Rogelio. Alba esta contenta porque Jorge respeta su postura de nada de sexo si no hay matrimonio. Todo va bien en la vida de las Villanueva. Y eso es lo que me preocupa. Ya hemos comprobado que en ‘Jane The Virgin’ cuando todo va bien de repente todo gira para empezar a ir mal. ¿Estaremos viviendo la calma que precede a la tempestad?
‘Jane The VIrgin’ ha regresado después de unas semanas de parón y ya podemos decir que este descanso le ha venido muy bien. ¿Por qué? Porque ha regresado con fuerzas recobradas y, sobre todo, con un nuevo personaje que ha conseguido algo que parecía casi imposible: que Jane vuelva a sonreír.