‘Juego de Tronos’ 5x08 Review: una de las escenas más largas y espectaculares
Por Diego HidalgoDiego Hidalgo
(¡Cuidado SPOILERS!)
Parece que los señores David Benioff y D.B. Weiss se estaban reservando toda la acción y la guerra de la quinta temporada para este ‘Hardhome’. Y es cierto que un poco de acción sí que le faltaba a esta temporada gobernada por el diálogo, las aventuras, la política y la religión.
En el octavo episodio de la quinta temporada tiene lugar una de las escenas más largas, trepidantes y espectaculares de todo ‘Juego de Tronos’. Una escena de más de media hora de duración (y sin interrupciones), de los cuales veinte son guerra pura y dura. Además, finaliza con un escalofriante momento que deja asombrado tanto a su protagonista, Jon Nieve, como a todos los espectadores.
De aquí hasta el final de temporada (tan sólo dos episodios) yo creo que el buen nivel no va a cesar y nos van a deparar un desenlace digno de ‘Juego de Tronos’. En gran parte gracias a la implicación de lleno en guión de los propios creadores de la serie como ya hicieran desde el episodio anterior, ‘The gift’, para mí, uno de los mejores de la temporada.
No obstante, antes de esta escena localizada en un poblado salvaje, ha habido un pequeño avance y desarrollo de algunas tramas que han servido como teloneras de lo que estaba por llegar Más allá del Muro. A continuación hablaré de ellas también.
Arya obtiene su primer trabajo para el Dios de Muchos Rostros
En su primera prueba para el Dios de Muchos Rostro, Arya Stark (¿volverá a llamarse así alguna vez?) o mejor dicho Lanna, es una joven vendedora ambulante de “¡ostras, almejas y berberechos!” de Braavos que se topa con un curioso apostador que juega con el destino de los más desfavorecidos. Uno de estos estafados, que lo da todo por su familia, “¿a quién puede recurrir?” le pregunta el Dios de Muchos Rostros a Arya. Ella ya sabe lo que tiene que hacer.
Primera reunión entre Tyrion y Daenerys
En una especie de juicio previo a Tyrion Lannister y a Sir Jorah, el primero de ellos logra salvar su cabeza después de una charla de poder y duelos de familias. La Reina duda de Tyrion, pero éste confiesa ser el mayor asesino de Lannisters de la época, cosa que termina por convencerla.
Tyrion tras su aprobación, por más que insiste, no logra convencer a Daenerys de volver a tratar con Sir Jorah (hizo una promesa), y éste es de nuevo desterrado. Como no tiene nada que perder (nos lo recuerdan cuando examina su mano putrefacta por el contacto con los Hombres Piedra), Jorah decide volver con los guerreros/gladiadores. Y es que pese a su libertad, el amo le prometió unos juegos delante de la Reina, y si la lleva ante ella, él le jurará servicio.
Ya a solas, Tyrion y Daenerys mantienen su primera conversación. Una de las conversaciones más esperadas, la verdad. Ver como dos personajes de tramas tan alejadas se funden en una misma, convierte a este momento en uno de los momentos más importantes de lo que llevamos de serie. Ambos se ponen al día (bebiendo vino, claro está) y se alaban mutuamente hasta que la Reina termina nombrándole su consejero. Su primer consejo: no tener por qué conquistar el Trono de Hierro debido a que ha logrado hacer una gran labor allí en la Bahía de los Esclavos.
Sin embargo, la Khaleesi permanece firme a su decisión afirmando que ése no es su verdadero hogar. Su verdadero hogar está en Poniente. Y para ello tendrá que romper esa ruleta de poder que gira en torno a Desembarco del Rey.
Cersei se niega a confesar
Acusada de traición, incesto y del asesinato del Rey Robert Baratheon, el orgullo de Cersei Lannister le impide confesar sus crímenes y por ende, tener alguna posibilidad de victoria en el juicio que se está a punto de celebrar. La Reina Madre se encuentra despojada de todo lujo posible y de toda humanidad. Más o menos como el estrato social que tanto desprecia de su propio Reino. Veremos qué sucederá en su juicio.
Muy poco a poco Hediondo va volviendo a ser Theon
Pero lo dicho, muy poco a poco. En este capítulo Sansa, furiosa con Theon por haberle delatado, se alegra de todas las cosas que le hizo Ramsay cuando le apresó en Invernalia. Hediondo, que todavía guarda algo de Theon en su interior, le termina confesando que sus hermanos, Brandon y Rickon, lograron escapar de la masacre de Invernalia. El propio Theon no fue capaz de hacer el trabajo sucio.
Esta trama de Sansa y Ramsay, para mí es un disfraz de una trama también muy importante y que está pasando algo desapercibida: el sufrimiento interno y la tortura que vive el propio Theon/Hediondo. Personaje que, seguramente, tenga la llave para derrocar a Ramsay de una vez por todas.
La batalla de Hardhome
Jon Nieve, acompañado de algunos de sus “cuervos” y de los salvajes prisioneros, capitaneados ahora por Tormund, hace presencia en el puerto helado de Hardhome. Tras una pequeña pelea inicial con uno de los salvajes vemos en seguida que Tormund está cien por cien con la labor de Jon. Gracias a éste, por cierto, el resto de líderes salvajes (incluido el gigante) se une a Jon y a la misión de la Guardia de la Noche, que al fin y al cabo es la misma que la de su antiguo líder, Mance Ryder: tener una nueva vida mejor para los suyos.
Y entonces ladran los perros, que son los primeros en darse cuenta de lo que está por venir: la batalla más inquietante y espeluznante de todo ‘Juego de Tronos’. La niebla hace presencia en las montañas y los salvajes, que ya saben lo que se aproxima, deciden plantar las murallas de madera dejando fuera a algunos de los suyos. Llega entonces el ataque de los Caminantes Blancos, la escena perfecta para disfrutar sin que nadie te moleste.
Jon, ejerciendo de líder, se queda en tierra para defender un ataque más típico de ‘The Walking Dead’ o de ‘Jasón y los argonautas’ que de la propia ‘Juego de Tronos’. A su vez, intenta recuperar el vidriagón de la cabaña, donde tiene lugar un combate cuerpo a cuerpo con uno de los jefazos de los Caminantes Blancos. Éste, se deshace pronto del líder de los thenitas gracias a su arma congeladora, sin embargo, le cuesta más deshacerse de Jon.
El actual Lord Comandante, ante la sorpresa del muerto viviente, lucha con su espada de acero valirio, que como el vidriagón, no afecta a la magia de los Caminantes Blancos y termina acabando con él.
Karsi, una de las heroínas del combate
La figura de Karsi, una de las líderes de los salvajes, se convierte en una de las más importantes de la batalla de Hardhome. Desde un principio es reacia a la propuesta de Jon, pero la acepta por Tormund y por un futuro mejor para sus hijas. Desde un principio nos muestran ya el carácter luchador y, sobre todo, familiar de este personaje, que sin hacer falta demasiado desarrollo (es su primera aparición) se convierte en pocos minutos en uno de los personajes más queridos del episodio.
Es por ello, que después de tanta lucha para defender a los suyos, es precisamente un grupo de niños muertos (muy espantosos, por cierto) los que acaban con su vida sin ésta poner apenas defensa alguna.
El desenlace de la batalla
Una cascada de muertos (literal) pone fin a la batalla de Hardhome al provocar la huida forzosa de Jon y los suyos, que tienen que ver impotentes desde el barco cómo los muertos acaban con las vidas de los salvajes a los que intentaba llevar a una vida mejor. No sabemos si a una vida mejor o no, pero al menos a otra vida sí que los lleva el supuesto Rey de los Caminantes Blancos, que hace presencia en la escena con su imponte aspecto.
De modo desafiante hacia Jon, resucita ante sus narices (y con un silencio de ultratumba) a todos los caídos logrando así tener un ejército más grande y que nos hace preguntarnos, ¿habrá alguna forma de vencer a estos tipos?
Todavía no sabemos por qué los Caminantes Blancos arrasan con todo ante su paso. Tampoco sabemos de dónde vinieron. Lo que sí sabemos es que desde sus primeras apariciones en ‘Juego de Tronos’ (casualmente desde la primera escena de la serie) nos tienen asombrados y con ganas de más por culpa, en gran medida, de sus escasas, esporádicas y magistrales apariciones. Todas eso sí, muy escalofriantes.
Por Diego HidalgoDiego Hidalgo
(¡Cuidado SPOILERS!)