‘The Flash’ 03x16 Review: Revelamos cuál es ese destino peor que la muerte
Si Savitar dejó planchado a Barry la semana pasada cuando le restregó que Wally se había convertido en la enésima víctima que no había sido capaz de salvar, que se prepare, porque lo que le tiene deparado la Fuerza Veloz es mucho peor. Así es. Flash está decidido a ir en busca de su cuñado para ocupar su lugar y, de paso, quitarse de en medio. Y es que los héroes de CW son especialistas en dejar un reguero de pérdidas personales –y si no que se lo digan a Arrow– que a este paso va camino de convertirse en un río. Pero claro, una cosa es vivir con ello y otra muy distinta que las víctimas regresen para echarte en cara su sacrificio. ¡Qué difícil es ser un héroe en estos tiempos!
(Spoilers en la cara)
Los que volvieron del más allá
La Fuerza Veloz es una dimensión espiritual habitada por unos seres vitales a los que les gusta jugar. Y si no, que se lo digan a Barry, cuya cara se quedó congelada cuando vio ante sí a Eddie Thawne, el ex de Iris. Todos recordamos su heroico sacrificio quitándose la vida para así acabar con el reverso tenebroso de Flash, que resultó ser descendiente suyo del futuro.
En esta ocasión, el detective apareció para poner a prueba a Barry. La primera de tres, ya sabéis, el número mágico de la ficción. La representación de Eddie le reveló a Barry que el camino a seguir era el ascensor de la falsa comisaría que la Fuerza Veloz había recreado como escenario. En ese momento, un espectro del tiempo –con estética de ‘dementor’(Harry Potter); no pasa nada sigue siendo Warner– salió disparado para atrapar a Barry, especialista en mantener rencillas abiertas con estos seres que no perdonan los saltos en el tiempo.
Una vez burlado, nuestro protagonista ascendió al siguiente nivel. Este espacio era a imagen y semejanza de los laboratorios S.T.A.R. Y allí le esperaba otra de sus víctimas: Ronnie, el ex de Caitlin, y padre frustrado de una linda niñita que hubiera nacido de la unión de los dos, si no fuera porque Ronnie entregó su vida junto al Dr. Stein para librar a Central City de la anomalía que amenazaba con destruirla al final de la primera temporada.
En esta ocasión fue Hunter Zolomon (Zoom) el encargado de hacer correr a Barry, una vez que Ronnie acabó su speech. Acorralado en el suelo, a nuestro héroe no le quedó más remedio que liberarse de la línea de vida que lo mantenía atado a su universo para clavarle su logotipo a Solomon en el pecho. Así fue como accedió al nivel 3, donde aguardaba Wally.
El pasillo de un hospital era por donde deambulaba Barry, aturdido después de los dos primeros enfrentamientos. Entonces vio a Wally dentro de una habitación, viviendo un auténtico infierno. Pero en el instante en el que fue a posar su mano en el pomo de la puerta, la representación de Leonard Snart le paró en seco gracias a su pistola del frío.
Con una actitud digna del mismísimo Gandhi, Barry se rindió diciéndole que no quería luchar. Lo único que quería era ocupar el lugar de su cuñado. Pero Snart le dijo que eso no era posible porque tenía que volver y encargarse de Savitar. Él y sólo él. Ese era su destino. Pero la reticencia de Barry a no querer pelear le hizo usar su pistola del frío contra él una vez más.
En ese momento apareció Jay Garrick, el Flash de Tierra 3 –víctima de Zoom y con la apariencia del padre de Barry–, quien le ayudó a librarse de Snart y abrir por fin la puerta que lo separaba de Wally.
Al parecer, el joven West estaba atrapado en un bucle infinito reviviendo una y otra vez el momento más doloroso de su vida: la muerte de su madre. Definitivamente ese sí que es un destino mucho peor que la muerte.
Sin embargo, cuando parecía que iba a ver un final feliz, Jay se quedó rezagado como no queriendo salir de la habitación. Y entonces llegó la revelación que estábamos esperando: Cisco había contactado con él para que ayudara a Barry cuando se perdió la conexión entre mundos. Y ambos sabían que un veloz tendría que quedarse por Wally. Al menos hasta que Savitar pudiera retornar. Porque por lo que hemos podido saber, esa cárcel la construyó el Barry del futuro para él. Eso quiere decir que hay esperanza, ¿no?
Así que como el que deja una fianza cuando coge un alquiler, el pobre Jay se quedó en el interior de la Fuerza Veloz a la espera de que Barry arreglara todo este entuerto. El héroe entre los héroes, como dijo H.R.
Jesse va por libre
Y hablando de H.R., parece que no le va muy bien de padre postizo con Jesse. Mientras Barry se encontraba en la Fuerza Veloz salvando a Wally, ésta decidió ir a por Savitar. Con la excusa de que no sabían siquiera si Barry volvería, decidió poner en marcha su empresa. La esquirla que Barry arrancó de la armadura de Savitar en su última contienda servía como imán hasta la deidad, ya que la pieza pretendía unirse de nuevo con el conjunto del cual formaba parte.
Sólo había un problema. H.R. no se lo permitiría. Pero no se debe cuestionar nunca a alguien con superpoderes. Con apenas un roce, Jesse noqueó a H.R., lo cual, produjo una ligera satisfacción a la muchacha, quien no pudo evitar asociar la imagen con la de su padre. Y la verdad, unos cuantos mojicones se merecía por todas las veces que se había comportado como un pelmazo con ella.
Pero ya se sabe. Las prisas no son buenas. ¿Cómo se le ocurre a la benjamina de los corredores presentarse ante Savitar si un buen plan? Menos mal que H.R. tiene un corazón de oro y siempre está cuando se le necesita –aunque lo tengan a veces un poco infravalorado. El escritor se puso a los mandos de la empresa y comprendió que debería haber alguna fractura o punto débil en la armadura por el cual Jesse podría abrirse paso y hacerle mucha pupa.
Y así fue. Con la misma esquirla que Barry le había quitado y que ella sostenía en ese momento mientras Savitar la sostenía a ella en el aire, Jesse le hizó un tajo en el cuello que hizo que el monstruo huyera en espantada. Por los pelos, Jesse.
Aunque Savitar dijo algo que desconcertó a la chica: ‘tengo planes para ti en el futuro’. ¿Cómo que planes? ¿Qué tipo de planes? Eso era algo que no podía consentir. Ya eran bastantes a los que Savitar había manejado como piezas de un ajedrez gigante y no estaba dispuesta a ser una más. Por ello, con todo el dolor de su alma, tomó la decisión de viajar a Tierra 3 para huir de Savitar, y de paso, cubrir la baja de Jay. El beso de amor entre Wally y ella selló su billete de vuelta. Algún día.
Espacio, por el momento
Bueno, pues ya estaba tardando en llegar el topicazo televisero de las relaciones sentimentales que protagonizan las series de ficción: ‘necesitamos un poco de espacio, por el momento’. ¡Qué hastío! Pero analicemos rápidamente la secuencia que nos ha llevado a este punto.
Después de que Iris dudara de las intenciones de Barry al pedirle matrimonio, la relación se volvió fría. De hecho, el momento de la despedida cuando éste parte hacia la Fuerza Veloz para salvar a su hermano fue gélido. El amor de tu vida se marcha a una misión suicida y tal vez no vuelva. ¿Qué es ese besito de hermana en la mejilla? ¿No recuerdas que vivís juntos? ¡Plántale un beso que lo deje desnucado! Ya sé que estáis enrarecidos, pero por si acaso no vuelve, el gesto ahí queda ¿no?
A su regreso la cosa estaba un pelín mejor. Es esa situación en la que la persona ha digerido el resquemor que la alejaba de la otra y da vergüenza admitirlo. Pero Iris no tuvo que esperar demasiado a tener la conversación con Barry, pues éste, una vez que la pilló en el apartamento fue directo y entró a matar: ‘te quiero, pero tenías razón, estaba asustado. Y tengo que arreglar el futuro pero sin cambiarlo’. Iris, que había reculado y estaba decidida a seguir adelante con la boda –ya estaba pensando en el ajuar y todo– le preguntó qué significaban esas palabras. Y aquí vino la estocada de Barry: ‘que necesitamos un poco más de espacio. No podemos seguir adelante en este plan’.
Y a la pobre Iris, muda como las piedras y con cara de ‘a este chico le falta un hervor’, no le quedó más remedio que ser comprensiva, y balbuceó un tímido ‘supongo que me iré con mi papá’. Pero Barry, caballeroso donde los haya, le dijo que se quedara en el apartamento. Él se mudaría con Cisco. Y aunque no se vio, estoy convencido de que Iris respiró tranquila por quedarse en el hogar. Bromas aparte, ha sido un golpe para los dos. Pero está claro que hasta que Savitar no desaparezca, Barry no tiene cabeza para nada más. Como él mismo reconoció, ver morir a Iris le ha tenido consumido todo este tiempo.
Pero entre tanta mala noticia parece que por la rendija de la armadura de Savitar se cuela un poco de luz para nuestros héroes. La conclusión a la que llegó H.R. después de que éste huyera cuando Jesse le hirió con la esquirla de su armadura era bien lógica: si sufría dolor, quiere decir que no estamos ante un dios, sino ante un hombre. Y si sólo es un hombre, está claro que sí se le puede ganar.
Si Savitar dejó planchado a Barry la semana pasada cuando le restregó que Wally se había convertido en la enésima víctima que no había sido capaz de salvar, que se prepare, porque lo que le tiene deparado la Fuerza Veloz es mucho peor. Así es. Flash está decidido a ir en busca de su cuñado para ocupar su lugar y, de paso, quitarse de en medio. Y es que los héroes de CW son especialistas en dejar un reguero de pérdidas personales –y si no que se lo digan a Arrow– que a este paso va camino de convertirse en un río. Pero claro, una cosa es vivir con ello y otra muy distinta que las víctimas regresen para echarte en cara su sacrificio. ¡Qué difícil es ser un héroe en estos tiempos!