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'Jane The Virgin' 1x16 Review: Bisbal y Diablo revolucionan el Marbella

PorBetty M. Martínez

Hay un dicho que asegura que después de la tempestad llega la calma. En el caso del capítulo de esta semana de ‘Jane The Virgin’ habría que reinterpretarlo y afirmar que después del drama llega la comedia. ¿Por qué?

Porque nos han regalado uno de los episodios más divertidos de toda la temporada. Ha habido momentos brillantes en los quince capítulos anteriores, pero creo que es el primero en el que reúnen tantas escenas hilarantes juntas. Así que, gracias, señores guionistas por el gran rato que nos han hecho pasar. Pero ha habido otros aspectos también muy interesantes. ¿Los vemos?

¡¡Cuidado Spoilers!!

David Bisbal pone a bailar a todo el Marbella

Era un cameo muy anunciado y también muy esperado. Finalmente David Bisbal llegó al hotel Marbella. Tengo que confesar algo. No soy demasiado fan de Bisbal (vamos, que ni me compro sus discos ni voy a sus conciertos), pero me cae simpático y me daba un poco de miedo cómo pudiera salirle esta experiencia. Me explico. Los cameos son un arma de doble filo. Puedes salir muy airoso o pueden ser un desastre (en ‘Jane The Virgin’ hemos tenido algún claro ejemplo y no digo más). Así que cuando vi aparecer a Bisbal crucé los dedos porque la verdad es que no me apetecía que la cuota española en ‘Jane The Virgin’ fuera recordada como lo peor de la serie.

¿Y al final qué ha pasado? Pues que los asesores de Bisbal son muy pero que muy buenos y los productores de ‘Jane The Virgin’ tienen claro cuál es el eje de la serie y que los cameos solo son anécdotas. Quiero decir. Bisbal tiene cuatro o cinco frases contadas, que, encima, son frases típicas que seguro que dice todos los días, con lo que es muy difícil hacerlo mal. Él es cantante, no actor y exponerse a un texto muy largo o a diálogos complejos no es nada recomendable, salvo que tengas unas dotes naturales para la actuación y no sé si es el caso. Por lo tanto, bien solventada la papeleta. Su imagen no sufre daños.

Pero, además, como he dicho, es cantante y ahí es donde saca partido al cameo. Gracias a ‘Jane The Virgin’, Bisbal ha tenido varios minutos de promoción en las televisiones de medio mundo. Encima, le han regalado una escena preciosa porque el baile de Jane y Rafael ha sido absolutamente maravilloso.

Por lo tanto, segundo punto positivo para Bisbal. Los que lo conocían no pueden criticarlo porque ha sido tal cual es y los que no lo conocían ya saben que existe. Punto, set y partido para David Bisbal.

Diablo une a Rafael y Petra

Por lo tanto, digamos que la participación de Bisbal ha sido algo así como la ambientación musical de este episodio. Pero ha hecho algo más importante y que yo le agradeceré siempre. Gracias a Bisbal hemos conocido a Diablo, que ha entrado ya en mi lista de personajes favoritos de ‘Jane The Virgin’ y eso que no me apasionan los animales, pero este perro es definitivamente especial. Señores guionistas, ¿no sería posible que algún personaje lo adoptara?

De verdad, aún me río cuando recuerdo ese momento en el que le “dice” (¿o debería decir ladra?) a Petra “No me llame estúpido, señorita”. Por favor, si lo acabo de escribir y ya me estoy riendo otra vez. Por cierto, aprovecho para felicitar una vez más a los responsables de los rótulos sobreimpresos en pantalla. Desde luego, sin ellos la actuación de Diablo no habría sido igual.

Por cierto, señores guionistas, me va a dar lumbago de tanto hacerles reverencias, pero, una vez más, espectacular el momento final sobre la identidad real de Diablo. Y no digo más que los spoilers deben tener un límite. Solo puedo decir que yo aluciné casi tanto como Rafael y Petra.

Solo tengo que hacerle un pero a este personaje. Ha provocado que Petra y Rafael pasen demasiado tiempo juntos y en algún momento me ha dado un poquito de miedo aquello de que donde hubo fuego cenizas quedan. Con tanto cuidar al animalito, trabajar juntos para mantener el hotel a flote y que “tú me conoces bien” ha habido un acercamiento entre el ex matrimonio y Petra no es de las que deja pasar las oportunidades. Habrá que vigilar los pasos de esta villana a ver si va a resultar ser menos light de lo que parecía.

“No sé lo que quieres de mí”

Con tanto cameo casi se me olvida hablar de nuestra pareja protagonista, que no ha pasado por su mejor momento en este capítulo. Bueno, seamos claros. Han pasado una crisis y no es para menos después del drama de la proposición de matrimonio.

Se han pasado todo el episodio como el perro y el gato, pero estos desencuentros han tenido algo positivo. Rafael se ha enfadado ¡¡¡Aleluya!!! Por fin ha mostrado una emoción. Anuncio formalmente que acabo de ascenderlo de galán descafeinado a galán bajo en cafeína.

Su “No sé lo que esperas de mí” no ha sido la frase más lapidaria que he escuchado, pero viniendo de él es todo un logro. Bien por nuestro galán que parece que empieza a poner los puntos sobre las íes y a tomar conciencia de cuál es su papel en esta serie. Vamos, que progresa adecuadamente.

Además creo que esa actitud de estoy molesto, ofendido, enfadado, dolido, etc. ha provocado que Jane asumiera que algo no iba bien y que pusiera de su parte para arreglarlo. Y, otra vez, es de agradecer que lo hiciera de una forma pausada, hablando con él, en vez de montar una escena. Bueno, la escena la tenía preparada, pero Petra le aguó la fiesta. Y a nosotros. La cena a la luz de la velas con banda sonora de Bon Jovi prometía, pero otra vez será.

Michael y Rogelio, de detective a detective

Y menos mal que nuestra pareja protagonista ha encauzado la situación porque Michael sigue al acecho y parece que no se va a rendir. ¿La prueba? La cara que se le quedó cuando Rogelio le contó que Jane le había dicho que no a Rafael.

Pobre Rafael. Recibe una bronca de su casi suegro porque se le olvidó el detalle de pedirle la mano de Jane y encima en la escena siguiente Rogelio y Michael se comportan como si fueran amigos de toda la vida. Si Michael ya tenía a Xiomara como media aliada, ahora con Rogelio agradecidísimo porque le ha enseñado a sostener bien el arma, ya tiene a la familia política en el bolsillo. Esperemos que Rafael siga tomándose su dosis de cafeína porque el tercero en discordia lleva mucha ventaja con sus casi suegros.

Michael está haciendo los deberes y promete dar guerra. Bueno, prometía, porque (¡qué casualidad!) se ha reencontrado con su ex Andie, quien (segundo ¡qué casualidad!) ha coincidido con Jane en un taller de escritura. Ya tenemos a la tercera en discordia del tercero en discordia. Esto sí que es un momento telenovela.

En fin, este capítulo los guionistas han estado tan inspirados que no soy capaz de resumir, pero hay cosas que tengo que decir sí o sí.

La primera. Me ha dado pena Rogelio. Él, una estrella como galán, ahora tiene que hacer un aburrido trabajo de campo con la Policía para no hacer el ridículo en un papel secundario de detective intergaláctico. Bueno, maticemos. Rogelio de la Vega no será el héroe de ‘Pasión intergaláctica’, pero ha sido un héroe en la vida real. A fin de cuentas ayudó a detener al malo y, por si esto no fuera suficiente, su casa es más grande que la de Esteban por muy protagonista que éste sea. Parece que en el star system el tamaño inmobiliario sí que importa. ¿Tendrá razón Alba sobre el tiempo que pasará Xiomara en esa mansión XXL?

Por cierto, hablando del malo. ¿De dónde ha salido Tony Vaughn? Sí, vale, ya lo sé, del pendrive de Aaron, pero ¿quién es? ¿póliza de seguro de Román?. Lo reconozco. Me he perdido. Entre los personajes que desaparecen sin decir adiós y los que aparecen sin previo aviso voy a tener que hacer un esquema para saber quién es quién.

La segunda. Siempre es un gusto ver a la doctora Quinn, perdón a Jane Seymour, y el consejo de “somos constructores, no destructores” le ha venido muy bien a Jane para arreglar su relación con Rafael, pero ya es la segunda escritora de novela romántica en dos capítulos y consecutivos. ¿No sería mejor un cameo de Danielle Steel?

La tercera. Por favor, estoy intrigadísima. Quiero saber ya qué pasó con Elena Dinola.

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PorBetty M. Martínez

Hay un dicho que asegura que después de la tempestad llega la calma. En el caso del capítulo de esta semana de ‘Jane The Virgin’ habría que reinterpretarlo y afirmar que después del drama llega la comedia. ¿Por qué?