'Wayward Pines' 1x02 Review: un giro de guión algo macabro
Por Ignacio G. CastañoIgnacio G. Castaño
Asistimos a la segunda entrega de la primera temporada de ‘Wayward Pines’, después de un primer capítulo repleto de confusión y que no hizo más que plantear preguntas de las que no tenemos respuesta. Ni si quiera una idea aproximada de lo que puede estar sucediendo. Todo es misterio e intriga en esta ficticia ciudad del oeste americano, de la que no sabemos mucho, únicamente que es idílica a simple vista pero que esconde más de una y de dos cosas muy siniestras.
En este episodio volvemos a tener al agente del Servicio Secreto, Ethan Burke, (un machacado Matt Dillon que recuerda al Bruce Campbell de Posesión Infernal), que sigue pateándose el pueblo, en busca de como escapar. Le acompaña la camarera Beverly, una joven mujer que llegó a la ciudad un año antes, y que está tan perdida como él, pero con la diferencia de que ella cree estar viviendo en el año 2000.
(Cuidado SPOILERS)
Mismo lugar, ¿distinto tiempo?
Hay que destacar de este capítulo la escena en la que Beverly le quita el microchip a Ethan, y tienen esta conversación en la que ella asegura que el presidente de Estados Unidos cuando llegó allí era Bill Clinton, y afirma no saber quién es Obama. Los guionistas aquí se arriesgan y nos añaden un misterio más, un conflicto temporal, que no hace otra cosa que agrandar el halo de misterio y confundirnos aún más.
Este inicio de temporada recuerda un poco al de Perdidos, sumando y sumando incógnitas sin despejar ninguna, solo dando algunas claves para poder descifrarlas en el futuro.
Lo cierto es que este es un capítulo en el que suceden muchas cosas, y avanza la trama de forma muy significativa. Vemos como la mujer y el hijo del protagonista dejan de comportarse de forma pasiva y toman la iniciativa de buscar a Ethan. La enfermera Pam y el sheriff Pope se consolidan como los antagonistas principales de la serie, siguen haciéndole la vida imposible a nuestro protagonista, y ‘’recomendándole’’ que deje de buscar soluciones.
La supuesta locura del protagonista
El capítulo nos marea aún más con el tema de Bill Evans, el agente que desapareció en la ciudad y cuyo cadáver encontró Ethan en las afueras de la ciudad. En este episodio descubrimos que estuvo casado, y presenciamos perplejos como la mujer que enviudó de él asegura haber presenciado su suicidio. Sin embargo, en otro testimonio escuchamos como fue asesinado por el sheriff.
La serie juega con las alucinaciones y con esta dualidad imposible de comprender. También sucede lo mismo cuando el protagonista ve a su mujer y a su hijo entrando en el hospital en camilla, y doctor Jenkins le jura que nadie ha entrado en el hospital desde que él mismo lo hizo.
¿Son realmente alucinaciones de Ethan? ¿O es cierto que ha visto de verdad a su mujer y su hijo? Quizá los ha visto pero, ¿en otro contexto espacio-temporal? ¿o es posible que sean otras personas?. En cualquier caso, la atmósfera de la serie es asfixiante, y los misterios están inteligentemente planteados. A veces da la sensación de estar viendo una especie de El Show de Truman, con ciertos detalles que también recuerdan a La Isla.
Un final más que sorprendente
El capítulo está estructurado en dos partes claramente diferenciables. La primera, en la que nuestro querido protagonista pasea, mira e investiga por todo el pueblo. Incluso descubre unas reglas que imperan en toda la comunidad, punto sin duda muy inquietante y que puede dar mucho juego (nos demuestran que es mejor no saltarse esas normas). La segunda parte del episodio es el plan de huida que Ethan le propone a Beverly, y que llevan a cabo, con nefastas consecuencias.
Sin duda alguna el final del capítulo es el mayor giro de guión que nos han mostrado, y que conduce la trama de la serie por un camino algo macabro. ¿A alguien más le recuerda al final de la primera temporada de 'Juego de Tronos'?
Con este desenlace vemos que en 'Wayward Pines' no se andan con chiquitas, y que es recomendable seguir sus normas. También que la piedad de los guionistas brilla por su ausencia, y que no van a dudar a la hora de cometer sacrificios si con ello consiguen removernos en nuestras butacas. ¿Es cierto que no se puede salir de ese lugar? De momento parece que así es, pero, ¿cuál es el motivo para retener al agente Ethan? ¿Y al resto de personas?
Sin duda son muchos enigmas planteados para llevar solo dos capítulos, esperemos encontrar alguna respuesta a lo largo de esta temporada.
Por Ignacio G. CastañoIgnacio G. Castaño
Asistimos a la segunda entrega de la primera temporada de ‘Wayward Pines’, después de un primer capítulo repleto de confusión y que no hizo más que plantear preguntas de las que no tenemos respuesta. Ni si quiera una idea aproximada de lo que puede estar sucediendo. Todo es misterio e intriga en esta ficticia ciudad del oeste americano, de la que no sabemos mucho, únicamente que es idílica a simple vista pero que esconde más de una y de dos cosas muy siniestras.