“Las aventuras de Sátur”, “Estela Reynolds: La serie” y “Los casos del detective Ayala”: 10 'spin-off' que se merecerían
Son personajes secundarios pero que, gracias a su carisma y la brillante y creíble interpretación de sus actores, han logrado eclipsar a los protagonistas y están pidiendo a gritos una ficción propia. “La Marquesa, intrigas y ambición”, “Los mundos del Cuqui”, “Rancio, mayorista no limpio pescado”, “Mauricio Colmenero, arriba España lo primero”, “El Luisma no es tonto”, “Fidel” o “Duque: Historia de un narco” serían otros de los títulos imaginarios que al público le gustaría ver
¿Cuántas veces nos hemos acabado enamorando como espectadores de personajes que eclipsaban al resto del elenco de una serie? Brillaban tanto que acababan no solo acaparando no los halagos, sino también mudándose a su propia ficción.
No son pocos los casos que en los últimos veinte años hemos visto de esta tendencia en Estados Unidos: Kelsey Grammer saldó sus cuentas en el bar de Cheers para irse y protagonizar Frasier, una sitcom tan exitosa como la que originó a su personaje principal. También el vampiro interpretado por David Boreanaz en Buffy, cazavampiros dejó la plantilla sobrenatural de la serie fantástica y se montó su propias aventuras paralelas en Ángel. Otros como Joey (Friends) o Kramer (Seinfeld) también acabaron siendo protagonistas absolutos de sus propios programas, si bien en estos casos sin la audiencia de su parte. Uno de los más recientes ejemplos lo tenemos en Sam Axe, el carismático secundario interpretado por Bruce Campbell en Último aviso (Burn Notice), que contó con una tv-movie para explicar sus aventuras pasadas, Burn Notice: The Fall of Sam Axe.
Si echamos un vistazo al panorama nacional, el ejemplo más relevante lo constituye Aída, la sitcom de Telecinco que marcaba la independencia del personaje encarnado por Carmen Machi en Siete vidas. Pero a buen seguro, este ya clásico personaje de la televisión española no es el único que acabe consiguiendo una ficción propia desde la que seguir explotando su carisma.
Es por ello que desde los Top Ten de Vertele queremos proponer un listado de personajes secundarios que, tras eclipsar a sus compañeros de reparto con su encanto y buen hacer, claman por asaltar el primer plano y convertirse en protagonistas.
1. “El Luisma no es tonto”, una sitcom adictiva
Si su hermana consiguió su propia serie... ¿Por qué no podría correr la misma suerte 'El Luisma', porque es tonto? ¡Ahí radica su encanto! El carácter ingenuo e infantil de este ex-politoxicómano de buen corazón interpretado por Paco León bien merecería todavía más protagonismo. Así lo atestiguan la larga ristra de galardones que el intérprete acumula tras ocho temporadas de Aída, entre los que se cuentan el Ondas 2010 al Mejor Actor de Televisión, tres premios de la Academia de TV, dos Fotogramas de Plata y otros tantos TP de Oro, por citar algunos...
Las dificultades de Luisma para buscarse la vida, independizado de su familia de Esperanza Sur, y los múltiples líos en los que podría meterse a causa de sus pocas luces, siempre acompañado de su inseparable Barajas y de otros nuevos personajes, serían la base ideal de una sitcom que bien podría alternarse con cada nueva temporada de Aída en la noche de los domingos en la cadena de Mediaset.
2. “Las aventuras de Satur”, el fiel escudero se convierte en primera espada
Javier Gutiérrez lleva muchos años en la profesión, y el éxito incontestable de Águila Roja le ha supuesto el espaldarazo definitivo para este actor gallego. Su personaje, Satur, ese fiel acompañante a lo Sancho Panza del héroe con la cara de David Janer ha conquistado a crítica y público, y no sería descabellado que acabara buscando sus propias aventuras y teniendo que resolver los conflictos con los que se enfrentara, además de seguir descubriendo los misterios de sus orígenes.
El resultado, sin duda, sería una producción tan dinámica como Águila Roja, aunque el protagonismo absoluto de este comediante le otorgaría mucho más humor al producto final.
3. “El Duque”, una precuela de alto voltaje
Sin duda, muchas (y muchos) se pirrarían por ver de nuevo a Miguel Ángel Silvestre luciendo su falso título nobililario y traficando con sustancias ilegales. Tranquilos, hablamos de su personaje del Duque en Sin tetas no hay paraíso, con el que ascendió a las cimas de la popularidad, al estrellato en cine y a las portadas de “Nuevo Vale”. Tal y como quedó claro después de su salida de la serie de Telecinco, remake del culebrón venezolano que solo aguantó una temporada sin él, El Duque era el principal atractivo para la audiencia.
Ya que el personaje murió, qué mejor manera de amortizar su tirón que “resucitándolo” en una precuela, que nos contara sus inicios en el mundo del crimen, sus comienzos en el mundo de la cosa nostra y sus amoríos previos a Catalina (Amaia Salamanca). En definitiva, una “Historia de un narco” en su ascenso al poder, como un Tony Montana castizo y con abdominales de cemento.
4. “Estela Reynolds”: la trastienda de la musa desaparecida
Aquí llega una propuesta que a buen seguro los groupis de los personajes de Mirador de Montepinar recibirían con los brazos abiertos: recuperar al personaje al que dio vida Antonia San Juan durante la tercera y cuarta temporada de La que se avecina, una de las peticiones más repetidas por los seguidores de la ficción de Alba Adriática.
Hay tanto de donde sacar de este personaje, una vedette y musa del cine del destape venida a menos, que daría tanto para una continuación de sus andanzas más allá del vecindario presidido por El Rancio, como para una precuela, en la que, a modo de revival imposible, apareciera escoltada de otras estrellas estrelladas como Fernando Esteso (con quien la Reynolds tuvo un tórrido pasado) o Susana Estrada o cameos del mismísimo José Frade como guinda.
5. “Mauricio Colmenero, arriba España lo primero”
Si antes hablábamos de Luisma, no podemos dejar pasar la temeraria idea de dar a Mauricio Colmenero la palabra y que se realice una serie para su exclusivo y -faccioso- lucimiento. Las aspiraciones del hostelero con el bigote más tupido de la televisión bien podrían dirigirse ahora, en sus aventuras en solitario, al mundo de la política, en una sitcom tan ácida como grotesca, como un Boardwalk Empire dirigido por Antonio Ozores.
Y si esta idea les gusta a los mandamases de Globomedia, aquí les dejamos apuntada otra, por si cuela: ¿qué mejor que añadir a la fórmula al mismísimo Burt Reynolds, mito de la masculinidad y héroe particular de Colmenero, para que tutele al barman y le imparta clases de estilo para su salto a la vida pública? Esos dos mostachos -uno castizo, otro americano- juntos serían una combinación explosiva.
6. “Los casos del detective Ayala”
Claramente inspirado en Hércules Poirot, el detective Ayala que interpreta Pep Antón Múñoz en Gran Hotel reclama vivamente una serie para él solo. La sapienza con la que este personaje avanza en sus pesquisas sobre los misterios que se esconden tras de los habitantes de la ficción de Bambú bien podría ser aprovechada en una serie de misterio al más puro estilo de Los archivos de Sherlock Holmes o cualquiera de las múltiples adaptaciones televisivas de este personaje protagonizadas por Jeremy, o más adelante Rupert Everett.
Además, si quisieran seguir aprovechando el tirón del Sherlock del siglo XXI que investiga crímenes en la noche del jueves de Antena 3, ¿qué mejor que optar por un relevo castizo como el detective Ayala?
7. “Rancio, mayorista no limpio pescado”: ¡Morirás (de risa) entre terrible sufrimiento!
Antonio Recio es otro de los personajes de La que se avecina que bien merecería una ficción solo para él. Más aún teniendo en cuenta lo arrogante y narcisista que es este personaje encarnado por Jordi Sánchez. Este actor catalán, que carga a sus espaldas con una extensa carrera como dramaturgo y escritor, ha convertido a su personaje uno de las señas de identidad de la serie que emite Telecinco, y cuenta con un amplio sector de admiradores de sus andanzas. Y eso, a pesar de ser un “facha, homófobo, xenófobo”, como el propio Sánchez destacaba en una entrevista a Europa Press. “Que un personaje así le entre bien a la gente es un reto importante”.
¿Cómo sería la vida de 'El Rancio' lejos de la comunidad de Mirador de Montepinar que preside? ¿Impulsaría su carrera como mayorista, alejado del fiel Coque y de su 'infiel' mujer ? Estas preguntas podrían ser el punto de partida para esta la serie de Antonio Recio.
7. “El asturiano”: ¡Marchando una de de Marcelino y Manolita en solitario!
Presentes en todas y cada una de las temporadas de Amar en tiempos revueltos, los regentes del bar “El asturiano”, Marcelino (Manuel Baqueiro) y Manolita (Itziar Miranda), están ya más que instalados en La 1. Por eso mismo, ¿por qué no se la pública, en estos tiempos de crisis financiera, a apostar por un negocio emprendedor como el suyo (aunque esté anclado en los años cincuenta), y darles vía libre para expandirse en la programación?
Lo cierto es que si han resistido a los numerosos cambios de reparto que ha tenido el serial de Diagonal TV durante todas sus temporadas, bien podrían acabar independizándose en una serie en la que El asturiano fuera el eje de todas las tramas. Las desavenencias de pareja, los líos del bueno de Pelayo (José Antonio Sayagués), los problemas en el negocio, los clientes peculiares... Una especie de Cheers de posguerra en el que reflejar el progresivo aperturismo en nuestro país, que sería un buen reemplazo para las tramas más dramáticas de Amar en tiempos revueltos.
8. “Charlie y Pope”, el “Starsky y Hutch” cañí
Como en el caso de El Duque, estamos ante personajes de otra serie que hace tiempo cerró sus puertas, El Comisario. La ficción policíaca de Boca Boca fue uno de los emblemas de Telecinco durante la pasada década, en especial, gracias a personajes tan reconocibles y carismáticos como Charly y Pope. La pareja de policías más macarras de la comisaría de San Fernando fueron lo más cercano que hemos podido tener en la televisión patria a Starsky y Hutch.
Así que, ¿por qué no revitalizar a estos dos personajes en una serie solo para su exclusivo lucimiento? Claro, es un tanto complicado ya, teniendo en cuenta el momento profesional que vive Juanjo Artero (protagonista en El Barco, nominado al Goya por No habrá paz para los malvados, triunfando en teatro) o Marcial Álvarez (que sigue pisando fuerte las tablas de los escenarios, y que participa en Bandolera), pero seguro que a más de un nostálgico le apetecería volver a verles calzar la chupa de cuero y el acento bandarra el uno, y los pantalones de cuadros y la estética neo punk del otro. Solo una duda, ¿quién podría ser su Huggy Bear particular?
9. “Los mundos de Cuqui”: ¡Queremos salami!
El personaje de Amador le ha servido al polivalente Pablo Chiapella para explotar (en sentido figurado) como actor. Ya había dado pruebas de su vis cómica en la ya lejana en el tiempo Hora chanante y en Muchachada Nui, e incluso en sus contadas apariciones en Aquí no hay quien viva, que sirvieron como carta de presentación para el público más amplio. Ahora, su “¿quiéres salami?” se ha convertido en un grito de guerra para los fans de La que se avecina, ficción de la que se ha convertido, junto con el ya nombrado Antonio Recio, en buque insignia.
¿Sería capaz de aguantar el “Cuqui” una serie para él solo? Desde luego, el argumento estaría cantado: los esfuerzos de Amador por triunfar entre las féminas a la par que en el trabajo y quitarse el apelativo de “perdedor” que le ha encasquetado su familia. Como escudero fiel, sin duda, tendría que estar el repelente (pero entrañable) Leonardo al pone voz y gafas Luis Miguel Seguí para completar la fórmula del éxito.
Bonus. “La marquesa”: intrigas palaciegas
Terminamos este listado con otro destacado personaje de Águila Roja, la marquesa Lucrecia a la que da vida la gallega Myriam Gallego. Un personaje con un recorrido tan turbulento -pasado plebeyo; viuda del marqués de Santillana; su hijo Nuno es fruto de su relación extraconyugal con El Comisario Francis Lorenzo; enamorada de Gonzalo; confidente (¿y amante? de grandes nombres de la nobleza y realeza,...-, podría explotarse por separado, alejándose de las historias de espadachines ninjas y acercándose más a una historia de intrigas y conspiraciones en altas esferas. Añádanle un toque de erotismo light y romance al más puro estilo de otras producciones históricas como Los Borgia o Los Tudor, y tendrían una fórmula con gancho para la audiencia.
Estos son solamente algunos, pero también podríamos pensar en otros muchos: ¿por qué no una serie clínica entera para el Doctor Vilches? ¿O una ficción paralela y paranormal centrada en la traumática existencia de Jorge Selvas, el médium que interpretó William Miller en Hay alguien ahí? ¿Y si Fidel deja Aída y alcanza el protagonismo absoluto? ¿O ahora, aprovechar el gancho del maloso Asier Etxeandía en La Fuga? Seguro que más de una y uno estaría encantado de que les pusiera firmes con una serie exclusivamente para él...
Son personajes secundarios pero que, gracias a su carisma y la brillante y creíble interpretación de sus actores, han logrado eclipsar a los protagonistas y están pidiendo a gritos una ficción propia. “La Marquesa, intrigas y ambición”, “Los mundos del Cuqui”, “Rancio, mayorista no limpio pescado”, “Mauricio Colmenero, arriba España lo primero”, “El Luisma no es tonto”, “Fidel” o “Duque: Historia de un narco” serían otros de los títulos imaginarios que al público le gustaría ver
¿Cuántas veces nos hemos acabado enamorando como espectadores de personajes que eclipsaban al resto del elenco de una serie? Brillaban tanto que acababan no solo acaparando no los halagos, sino también mudándose a su propia ficción.