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Las 5 grandes contradicciones de la versión de 'Ahora, Olga' con la “verdad” de Rocío Carrasco

Paula Hergar

29 de julio de 2021 01:57 h

Olga Moreno se sentó en el plató de Ahora, Olga para dar responder a las acusaciones que había hecho Rocío Carrasco en su documental, que la perfilaban como “cómplice” de Antonio David Flores en la violencia vicaria de la que había sido víctima.

Todo ello en una entrega que llegaba con polémica, a la que Carlos Sobera respondió solo arrancar la emisión: “En una sociedad civilizada todo el mundo tiene que tener derecho a la palabra. Durante años Antonio David ha hablado de sus hijos, después fue Rocío Carrasco, que pudo hacerlo tras años de silencio. Ahora Olga tiene que tener esa oportunidad, escuchar qué se ha dicho de ella y explicar lo que ella considere”.

De esta forma, la ganadora de Supervivientes 2021 se situaba en mitad del decorado para responder a las preguntas de los colaboradores y ver fragmentos de vídeos de la docuserie a los que contestar. Siempre con una premisa que fue la más repetida por ella: “Lo único que he hecho en estos 22 años ha sido darles mucho amor a unos hijos que no son míos, porque necesitaban mucho cariño. Me hubiera gustado que su madre estuviera ahí y no pierdo la esperanza. Espero que su madre abra los ojos y vea que sus hijos están ahí”.

“No es cierto”, “eso es mentira”: las dos versiones opuestas

Pero a pesar de su insistencia en haber remado a favor de un acercamiento entre madre e hijos, Olga confesó no haber hablado con Rocío solo la vez que coincidieron en el hospital y el resto a través de abogados. No fue esa la única contradicción en la que cayó la entrevistada, y es que hubo “dos versiones” claras en varios de los pasajes clave que recordaron del documental:

Las llamadas de Rocío Flores a su madre: mientras Rocío Carrasco aseguró en el documental que había recibido menos de 5 llamadas de su hija durante estos años sin hablarse. Olga aseguró que “ha llamado muchas veces a su madre. Y me alegro y ojalá siguiera llamándola”.

La polémica hospitalización de David Flores: cuando el niño sufrió una pulmonía y la madre llegó al hospital a verlo, Rocío aseguró que al entrar a la habitación Olga se levantó disparada a saludar tanto a ella como a Fidel. Algo que negó Moreno rotundamente: “Yo no me voy a levantar de una manera efusiva a besar a Fidel Albiac. Tengo mis motivos. Pero sí que por el niño estuvimos 10 días que éramos una familia. Tanto ella como nosotros”.

¿Existió la petición de socorro de Rocío a Olga? Esos días en los que vivieron una “tregua”, Carrasco explicó que pidió “ayuda” a Olga para relajar su relación con Rocío Flores ya que la adolescente le faltaba al respeto y no sabía cómo encauzar la situación. Pero le pidió a la mujer de su ex marido que no le contara nada a su hija. Algo que sí acabó haciendo y Flores se lo tiró en cara al volver a su casa. Pero ese episodio nunca existió según Moreno: “A mí nunca me ha pedido ayuda Rocío Carrasco. No ha existido la conversación entre nosotras en la que Rocío me pide ayuda y no creo que Rocío Flores le haya faltado al respeto”. Una afirmación también contradictoria con la posterior y demostrada agresión a su madre.

La utilización de los niños para lucrarse: Carrasco también lamentó en el documental que utilizaran a sus hijos para lucrarse en portadas de revistas y otros medios. Algo que Olga no concebía de la misma forma: “Yo nunca he utilizado a los niños de Rocío Carrasco. No utilizamos a los niños en mi boda para revalorizar las fotos. Él quería posar conmigo como si nos estuviéramos casando y lo hacía feliz, yo también fui muy feliz ese día y volvería a repetirlo”.

“No tiene coño, no lo tiene”: La ya famosa frase la pronunció Rocío al recordar que en el juicio por la custodia de David, Olga hizo un gesto para que el hijo no viera a la madre y ella se marchó para no causar más problemas. Pero según Olga, se levantó y le pidió que saludara a su propio hijo. “No tiene coño para decirme eso”, aseguró Carrasco y Olga se reafirmó: “Es tal cual como lo conté yo. Si yo fuera la madre yo saludo a mi hijo aunque no me vea. David y yo nos levantamos para que él saludara y pasa por mi lado, le digo que ¿de verdad que no vas a saludar a tu hijo?. No es cierto que le tapo la cara”.

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