Inés Ballester estrena etapa en Telemadrid: “Cuando le das al público lo que le gusta, te elige y te reconoce”
Después de unos meses de “relajación”, como ella misma dice, Inés Ballester vuelve a a la televisión. Concretamente a Telemadrid, una de las muchas 'casas' que la periodista valenciana ha tenido a lo largo de su ya dilatada carrera. Allí presentó entre 1994 y 1997 el exitoso Sucedió en Madrid, una “escuela” televisiva a la que siguieron multitud de aventuras en la pequeña pantalla. La última de ellas, Amigas y conocidas, cuyo repentino final en TVE fue “un palo” para la presentadora, que prefiere no quedarse “enganchada en la melancolía” y mirar al futuro con una sonrisa.
Ese futuro pasa por Está pasando, el nuevo magacín de Telemadrid que pilotará a partir de esta misma tarde. Dos horas de emisión (de 17:30 a 19:30 horas) donde Ballester y su equipo tienen un claro objetivo: “Si pasa cualquier cosa, estar ahí y contarla en directo”. Así lo asegura en esta entrevista a Vertele, donde nos habla de este nuevo programa, su vuelta a la cadena pública madrileña y su relación con TVE tras el final de Amigas y conocidas.
¿Hay nervios de cara al estreno?
Claro que sí, pero porque pensamos que va a ser un buen programa y que hemos hecho un buen equipo. Si no sale bien será culpa mía (risas). No, los nervios están ahí y sabemos que es una franja supermegacomplicada. No espero llegar ahí y arrasar, habrá que tener paciencia. Sobre todo los primeros días, donde no hay que tener miedo y empezar a cambiar cosas o darles la vuelta. Creo que hay que confiar en el formato con tranquilidad y estar contento con el programa que haces. Y luego rezar para que te vean.
En las cadenas públicas, el debate siempre es el mismo: dar más importancia a la audiencia o al contenido. En el caso de Telemadrid, ¿cree que debería tener paciencia con 'Está pasando'?
Yo creo que la van a tener porque la apuesta de Telemadrid no es solo 'Está pasando'. La apuesta de Telemadrid este año es ser una ventana abierta a Madrid y a la Comunidad desde las 7 de la mañana hasta el informativo de la noche. Todo eso es en directo, por lo que es una apuesta por la proximidad y diferenciarnos del resto. Que los madrileños sepan que cualquier cosa que pase se la vamos a contar.
Nosotros, además, debemos tener la sensibilidad de saber qué cosas les interesan a los madrileños. Yo entiendo que por las mañanas quieres más información política, sucesos y juicios, y por la tarde más reflexión sobre lo que ha pasado por la mañana. Por supuesto, si por la tarde pasa algo también vamos a estar porque tenemos cinco cámaras en la calle y dos por España.
Los entrenadores de fútbol suelen pedir 100 días de margen para encajar las piezas del equipo. En el caso de la televisión, ¿de cuánto tiempo podemos hablar hasta que un programa empieza a esta rodado?
Yo de programación no sé, pero supongo que si empieza a moverse algo. Si se mueve algo es que a lo mejor te has equivocado de hora o de formato. El compromiso de Telemadrid es que esto es a medio plazo. No van a pedir resultados de inmediato porque es imposible. Es que es cambiar el hábito. Piensa que hay gente que viene de ver una película de vaqueros que antes tenía otra película de vaqueros y ahora no la va a tener. Entonces, ese público qué quiere ver. Y también tenemos que ver cómo conseguimos atraer a ese público que viene de las series españolas de Antena 3 y La 1.
Esto es nuestro día a día pero tampoco nadie acierta en televisión. Es un poco de todo. De intuición, voluntad, darle más o menos margen.
Habla de una apuesta de Telemadrid por la proximidad, que al fin y al cabo es el punto fuerte de las autonómicas, que compensan su menor visibilidad con una mayor cercanía al espectador.
Viendo las audiencias de À Punt, entre el adelanto electoral y la mascletà han subido una barbaridad porque el espectador sabe que va a encontrar en ella cosas que no va a encontrar en otras cadenas. Cosas que le gustan, como sus costumbres y su gente.
Estos datos me han hecho pensar que cuando le das a la gente lo que le gusta y lo que le preocupa, la gente te elige y te reconoce. Pero primero tiene que enterarse de que estamos (risas).
De 'Sucedió en Madrid', su primer programa en Telemadrid, hace ya 22 años. ¿Qué Telemadrid se ha encontrado en comparación a la de aquella época?
¡Uf, no me lo digas! (risas) ¡Qué barbaridad! Parte del equipo es el mismo que estaba en Sucedió en Madrid, así que me he sentido prácticamente como en casa. Ha sido muy emotivo encontrarnos, más mayores pero con muchas ganas de trabajar, hacerlo bien, sacar esto, que funcione…
¿Pensó que podrían volver a cruzar otra vez sus caminos?
Yo he mantenido relaciones con algunos de ellos, porque de todos los sitios en los que he trabajado tengo un grupo de amigos con los que mantengo contacto. Y con Sucedió en Madrid tengo un grupo con el que nos vemos de vez en cuando. Y todos están en puestos de superjefes en Telecinco, en Cuatro… La verdad es que fue una escuela fantástica. 4 horas y media de directo, viernes por la noche… Yo ahora lo pienso y creo que éramos unos inconscientes porque nos encontramos con situaciones muy complicadas. Pero oye, las resolvíamos y nos enseñó mucho a todos.
Ahora regresa con 'Está pasando'. ¿Cómo va a ser la dinámica del programa?
La idea es ser una ventana abierta, y si pasa cualquier cosa estar ahí y contarla en directo. En la escaleta vamos a hablar de consumo, microeconomía, salud de forma didáctica con buenos colaboradores y expertos. Y después vamos a tener una mesa más de actualidad, política y sucesos con periodistas expertos y otra mesa de sociedad, con temas que afectan más a la vida cotidiana como cuidadores, padres, estudiantes, hijos, amantes… Hablaremos de temas como los permisos de paternidad, cómo nos planteamos las vacaciones… Temas que, a partir de la actualidad, nos hagan reflexionar y que nos permitan tener todas las sensibilidades para que la gente se sienta identificada. O al contrario, que sea capaz de hacerte cambiar de opinión.
'Está pasando' es un magacín, que a su vez es uno de los formatos por excelencia de la televisión. Después de tantos años, ¿cómo se puede innovar en programas de estas características?
Hay que ver qué tipo de público hay a esas horas, porque un magacín puede empezar a una hora u otra y eso te cambia mucho el perfil. Si es gente mayor, si es gente urbana o de poblaciones pequeñas… Eso te marca los gustos, las tendencias y las preocupaciones. Por eso es tan importante saber a quién me dirijo. Y después está el propio bagaje del equipo, que sabemos lo que funciona y lo que no funciona nunca.
Cuando ya llevas un tiempo prudencial en el programa ves si te has equivocado en algunas secciones o si simplemente hay que darles un poco la vuelta, si lo que va al final debe ir al principio… Si supiéramos lo que funciona, todos haríamos el mismo programa por suerte o por desgracia.
Habla de colaboradores. ¿Veremos en el programa a alguna 'amiga y conocida'?
Espero que sí, pero aún no puedo decir los nombres. Pero sí, he llamado a alguna (risas).
¿Cómo han sido estos meses desde la cancelación de 'Amigas y conocidas' hasta su fichaje por Telemadrid?
La verdad es que fue un palo porque fue inesperado. Y creo que también injusto, ya lo dijo Cristina Almeida. Pero pasado esto, yo sigo manteniendo contactos con la cadena presentando formatos. Incluso se habló de la posibilidad de hacer una versión de Amigas y conocidas en late night un poco más canalla. Yo no corté la relación con la cadena, seguí proponiendo cosas y hablando de programas. Pero es verdad que, desde el primer momento, Telemadrid ha estado ahí, su director quería hacer algo conmigo y hemos estado viendo posibilidades y formatos que nos encajaran.
Ellos tenían que cambiar cosas para la tarde y no es una decisión fácil de tomar, porque el público de las películas de vaqueros también funciona y hay mucha gente que las ve. Pero creo que al final han tomado una decisión valiente y queremos ser todo el día una ventana abierta y que Telemadrid sea un referente para los madrileños para cualquier cosa que pueda pasar.
Dice que la cancelación de Amigas y conocidas fue injusta…
Bueno, a ver, fue injusta para mí porque creo que el programa funcionaba muy bien, estaban representadas todas las sensibilidades y la gente agradecía que habláramos de según que cosas de las que no se hablaba en informativos y en otros programas. Es que recibíamos un cariño de la gente impresionante. Y además conseguidos algo muy, muy difícil en televisión que es que la gente se quede con un nombre, que ese nombre lo identifique con una cadena y que sepa que ese programa va de eso, que no es un magacín más. Es muy difícil destacar y que la gente te recuerde, porque al final el espectador ve tanta cosa… Nuestro programa estaba perfectamente identificado.
Cuando hay cambios en las cadenas, todo el mundo quiere dejar su sello. Y si quisieron hacer un debate político a la misma hora que 'Al rojo vivo', pues a otra cosa. Esto es una montaña rusa porque ya sabía que algo iba a hacer en Telemadrid. No sabíamos el qué, pero desde el primer momento querían que estuviera. Así que estos meses te los tomas con un poco de relajación.
Aun siendo muy positivo su balance de 'Amigas y conocidas', ¿hay espacio para la autocrítica?
Claro que sí, siempre se hace. Aunque un programa vaya muy bien no estamos mirándonos el ombligo todo el día.
Pero es cierto que la cancelación fue muy repentina, anunciada de un día para otro. ¿Ha reflexionado sobre el porqué de esta decisión por parte de TVE?
Yo reflexiono poco cuando ya estoy fuera. Cuando una cosa se ha acabado, darle vueltas cuando no está en tu mano te lleva a la melancolía. Y no quiero quedarme en el pasado ni enganchada en la melancolía. Al día siguiente has de ponerte las pilas y ya está.