Silvia Marsó encabeza la renovación demográfica de Puente Viejo, que acoge a 16 nuevos intérpretes en esta nueva temporada, la octava en Antena 3. Tras cerca de 2.200 episodios, la ficción de Boomerang TV vuelve a los orígenes con nuevas historias de amor imposibles y con “las pilas cargadas”. “La fuerza que emana de esos compañeros es brutal. Son tan buenos, tan jóvenes... Todos los que hemos llegado tenemos la misma ilusión que como si hubiéramos empezado en esta profesión”, asegura la intérprete a VERTELE.
El secreto de Puente Viejo es el primer papel que asume la barcelonesa en TV desde su participación en Cuéntame cómo pasó en 2016 (ese mismo año se interpretaría a sí misma en la primera temporada de Paquita Salas). Desde entonces, había estado volcada en el montaje de 24 horas en la vida de una mujer, con el que ha girado por toda España y que la llevará también a Broadway. “Ha sido una de las experiencias más bonitas de mi vida”, recalca la actriz, que produjo y protagonizó esta versión teatral de la novela de Stefan Sweig. Ahora, dice, vuelve con ganas al medio con una serie “que siempre me gustó”. “En cuanto a interpretación, en cuanto a lenguaje, ambientación, creo que es una serie como mucho rigor y que ha triunfado en el mundo entero. Es un honor y un placer para mí poder estar en ella”.
Lo hace dando vida a doña Isabel de los Visos, “un personaje muy difícil”. Se trata de una marquesa que se tiene que enfrentar a la ruina a la que abocó a su familia su marido ludópata y que le obligó a dejar París. “Imagina cómo se sienta al renunciar a todo eso, salir de ese mundo tan elitista y tan selecto como era la aristocracia europea, para irse a Puente viejo”.
Para ella, el eje de las tramas es “un pueblucho de mala muerte” donde tiene que hacerse cargo de unas minas obsoletas. “Es una mujer enfadada con la vida y con el mundo”, explica, “pero a lo mejor en ese pueblo se encuentra con algo...”, dejar caer, que mira con optimismo el futuro de su personaje: “Creo que esa mujer se encontrará finalmente feliz por estar en Puente Viejo”.
Marsó afirma estar disfrutando muchísimo de la experiencia, y en particular de estar trabajando con profesionales como María Bouzas, a la postre uno de los pesos pesados de Puente Viejo. Con Doña Francisca su Isabel vivirá una relación particular, avisa, con escenas “llenas de tensión”. “Es una de las cosas que más me emociona”.