Este jueves 4 de julio se cierra un ciclo televisivo: el de La Resistencia en Movistar Plus+. Y es que el fin de curso del late show de David Broncano será también el punto y final a su trayectoria en la plataforma de Telefónica tras seis años y medio, siete temporadas y más de mil programas en el universo de la televisión de pago.
El 1 de febrero de 2018 se inició la historia de un formato que nació para hacer dupla con el Late Motiv de Andreu Buenafuente en #0 y que tras crear marca propia y sobrevivir a su mentor, comenzó a escribir el final de su historia el pasado 10 de abril, día en que el Consejo de RTVE aprobó el fichaje de Broncano por la tele pública.
Tiempo habrá para discutir y analizar la aportación del equipo de La Resistencia a una cadena, La 1, a la que llega con todos los ojos encima. Pero si hay algo que no se puede negar a David Broncano, Ricardo Castella, Grison, Jorge Ponce y compañía es que se van al abierto habiendo marcado un hito en la TV de pago y dejando una huella imborrable en una Movistar Plus+ a la que le toca reinventarse.
Frente al final de Late Motiv, que terminó de manera sorpresiva en 2021, el de La Resistencia se produce por un cambio de cadena que asegura su continuidad en otro contexto televisivo y que ahuyenta toda sensación de despedida. Sin embargo, y como comentábamos, su adiós a la compañía de Telefónica es un cierre de ciclo que bien merece ser analizado y puesto en valor.
De 'pupilo' de Buenafuente, a estrella de Movistar Plus+
Coincidiendo con el segundo aniversario de #0, y con Late Motiv como gran formato del canal, Movistar Plus+ redobló su apuesta por el entretenimiento nocturno con el primer 'late late show' de la televisión española. Es decir, con una doble oferta de late night show, algo muy habitual en la industria norteamericana y que aquí sirvió para que la plataforma de pago se desmarcase del resto de ventanas en abierto y en pago con un contenido propio y diferencial tras el prime time.
Fue Andreu Buenafuente, con su productora El Terrat, quien confió en un Broncano que entonces era su pupilo y que dio un paso al frente como presentador estrella de La Resistencia. Y fue en ese pequeño Teatro Arlequín de Gran Vía desde donde acabó por convertirse en una marca en sí misma de Movistar gracias a unas entrevistas que rompían con lo que se veía en cualquier otro formato con invitados famosos.
Acompañado de Ricardo Castella y Grison como escuderos sobre el escenario, y con las colaboraciones de cómicos como Jorge Ponce -también subdirector del programa-, Ignatius Farray, Ernesto Sevilla, Ingrid García-Jonsson, Pablo Ibarburu, Pantomima Full, Candela Peña, Antonio Resines e Inés Hernand, entre otros, Broncano pudo amplificar ese altavoz que tenía en La vida moderna y descubrirse ante un nuevo público televisivo, esencialmente juvenil, al que asomó al universo de pago.
Con solo año y medio de emisión, en octubre de 2019, La Resistencia fue condecorado con el Premio Ondas a Mejor programa de entretenimiento. Y en 2021, Broncano se llevó el Iris a Mejor presentador. Dos galardones que, sumados al creciente apoyo del público, especialmente en las redes sociales, terminaron confirmando el éxito del formato e igualándolo, en lo que a popularidad se refiere, a grandes marcas de la televisión en abierto desde una ventana mucho más reducida.
Tras el comentado final de Late Motiv en 2021, y con una trayectoria ya de cuatro años, Broncano se quedó como único referente diario de Movistar Plus+, y también como solitario abanderado del late show en la televisión española. En ese contexto, el programa -ya en manos de la nueva productora del cómico Encofrados Encofrasa-, aguantó la progresiva pérdida de entretenimiento en una plataforma que tenía el humor como columna vertebral y que finalmente se quedará sólo con Ilustres Ignorantes como representantes de la que un día fue su bandera.
Un éxito viral, y un reclamo para todo tipo de invitados
Hablábamos del éxito de La Resistencia asociándolo a su popularidad, pues que un formato de la televisión de pago termine siendo referente es un logro que no está al alcance de todos. A diferencia de la televisión en abierto, que determina el triunfo o fracaso de sus apuestas en base a los datos de audiencia de Kantar, en una ventana de suscripción como Movistar Plus+ resulta complicado aplicar el mismo baremo.
Desde prácticamente sus inicios, el programa de David Broncano empezó a despuntar en redes sociales y especialmente en Youtube, plataforma gratuita donde supera los 3.5 millones de suscriptores y donde las entrevistas a los famosos invitados acumulan millones y millones de visualizaciones. Y es que en los primeros años no hacía falta ser cliente para acceder al contenido más esperado de cada programa, ya que las entrevistas se publicaban completas pasada poco más de una hora desde su emisión en directo.
En ese sentido, la democratización del contenido fue un pilar de su éxito y convirtió a La Resistencia en una ventana de promoción valiosa para todos: para los invitados, para David Broncano y para el propio formato, que recibía en su sillón a los famosos más mainstream del momento pero también a deportistas y artistas menos populares mediáticamente, e incluso a youtubers e influencers que por aquel entonces no pisaban los platós de televisión y que acercaron más todavía al público juvenil a Movistar.
Buena muestra de ello es el top 10 de entrevistas más vistas en Youtube de la historia del programa, que conforman Gerard Piqué (futbolista, 12 millones), Jordi ENP (actor porno, 11 millones), Ester Expósito (actriz, 10 millones), Becky G (cantante, 10 millones), Iñaki Williams (futbolista, 9.5 millones), El Jincho (rapero, 9.4 millones), Miquel Montoro (youtuber, 9.3 millones), Bizarrap (productor y DJ, 9.2 millones), Residente (cantante, 8.4 millones) e Ibai Llanos (streamer, 8.3 millones).
Esa variedad en los perfiles de los invitados se ha mantenido desde la primera emisión a la última, siendo un sello de La Resistencia y uno de los aspectos más elogiados por el público más fiel, que disfrutaba lo mismo de una entrevista a la estrella de turno que de la visita de un pianista chino como Lang Lang o un dibujante de Marvel como el murciano Salva Espín que pocos tenían en el radar y que acabaron volviendo al programa.
Esto mismo también ha podido jugar en su contra de cara a los espectadores ocasionales, ya que permitió a Broncano crear un lenguaje y universo propio del formato con su público fiel, con bromas recurrentes y lenguaje interno, que podía hacer que los no habituales no terminasen de entrar en los códigos de La Resistencia.
Broncano salta a TVE con todos los ojos encima
Cumplido su ciclo en Movistar Plus+, y tras unas negociaciones salpicadas por la polémica surgida desde que se filtraron sus negociaciones con TVE, David Broncano y su equipo saltan a La 1 con tantos retos por delante como ojos encima. Su misión: impulsar a la cadena pública en la complicada franja del access prime time que dominan Pablo Motos y su Hormiguero desde hace años, y competir con datos superiores a los que ha promediado esta temporada la serie diaria 4 Estrellas en ese mismo horario.
En esa lucha, en la que también entrará Telecinco con el fichaje de Carlos Latre, peleará con sus armas de sobra conocidas por el público. Aun sin saberse si podrá usar el nombre de La Resistencia en esta nueva etapa, y con los detalles del programa todavía por pulirse, Broncano y compañía llevarán el espíritu de su late show a una franja más temprana, pero con unas claves similares.
Como ya recogimos, en su acuerdo con TVE dejan claro sus propósitos: “ofrecer un programa de entretenimiento donde se mezclen entrevistas originales, sketches y actuaciones musicales”, “contar con un formato que se diferencie de otras ofertas del access utilizadas hasta ahora por La 1 y que aporta modernidad y frescura a esta franja”, y “hablar de temas muy contemporáneos tratados con humor y originalidad con un claro objetivo de entretener y de despertar el sentido crítico del espectador”.
Los invitados famosos seguirán siendo un pilar del programa de Encofrados Encofrasa, convirtiendo a La 1 en una ventana a la que acudan personalidades que actualmente no tienen espacio en la pública y, previsiblemente, compitiendo con Motos por llevarse a los rostros del momento. Su gran reto, más allá de las audiencias, es demostrar que La Resistencia es más que sus preguntas estrella sobre sexo y dinero a las que en ocasiones se le reduce, y que su humor y tono pueden encajar más allá de su nicho.