El programa de #0 Las que faltaban recibió como invitada de lujo en su entrega de este domingo a la actriz Alex Borstein, ganadora de dos premios Emmy y uno del Sindicato de Actores por The Marvelous Mrs. Maisel, además de otro Emmy por su doblaje en Padre de familia.
La intérprete comenzó explicando que, a pesar de que ahora vive en España, era la primera vez que estaba en un programa delante de público español, por lo que el espacio recurrió a la traducción simultánea para facilitar la charla con Thais Villas. “Mi español es como caca del toro”, reconoció Borstein.
La presentadora quiso empezar por saber qué tacos del español le gustaban, y la actriz tuvo que pensárselo: “¿Cómo se dice 'cunt'?”, preguntó, a lo que Thais Villas exclamó: “¡Coño!”, y la actriz sonrió: “¡Coño! ¡Es mi favorita!”. A continuación, explicó: “En Los Ángeles es mexicano, puta y chichis. Chinga tu madre, cómo se dice... chíngame, fóllame”, y mientras miraba a un miembro del público, insistió: “Por favor, fóllame”, levantando los aplausos.
“Trump es un imbécil porque necesita echarse la siesta”
La presentadora quiso luego saber por qué la actriz había decidido trasladarse a vivir a Barcelona pese a seguir trabajando en Estados Unidos, a 6.000 kilómetros de distancia. Y Alex Borstein explicó: “Quería tener una vida mejor, más bonita. Una vida con siestas. Creo que el mayor problema de Estados Unidos es que nadie se echa la siesta. Trump es un imbécil porque necesita echarse la siesta”. Algo que sirvió para que, mientras se reía, reconociese al ser preguntada por Thais Villas que “Trump ha tenido una pequeña responsabilidad en mi decisión, sí”. También habló de la mujer del Presidente: “No entiendo a Melania Trump. No tiene sentido para mí, es como un robot. No soy muy fan de los Trumps”.
Sobre su elección de Barcelona, Borstein contó que quiere que sus dos hijos “tuviesen una vida diferente, que se sintiesen como inmigrantes, extraños, ajenos... y quería que aprendiesen español. Creo que el español va a conquistar el mundo, y espero que formen parte de esa conquista. Quiero que lleven una vida muy rica, y Barcelona es el lugar ideal”, explicó con seriedad, antes de añadir subiendo el tono: “Y.... TAPAS. Tapas y jamón”.
Villas le preguntó por cómo estaba viviendo todo lo que está pasando en la ciudad condal, y que si pensaba que se ha equivocado, pero la actriz mostró justo lo contrario: “Es una época interesante para estar ahí, porque somos testigos de la historia. Es una locura cuando voy con mis hijos y la calle está cortada, al lado hay un incendio, mucha gente con banderas... pero creo que es una lección muy valiosa que pueden aprender, aprender que hay que luchar por lo que crees. Pero prefiero estar en Barcelona que en Estados Unidos”.
“La mejor manera de transmitir un mensaje es con humor”
Alex Borstein explicó que le hacen ilusión tanto sus Emmys por The Marvelous Mrs. Maisel como por poner voz a Lois Griffin en Padre de familia, y que este último trabajo en el que lleva 20 años le gusta especialmente porque puede engordar y sólo importa su voz.
Thais Villas también quiso saber por qué sus discursos de agradecimiento en los Emmy siempre seguían un esquema similar marcado por el humor, y Borstein razonó que “demuestra mi personalidad. La mejor manera de transmitir un mensaje es con humor. Si se rompe el hielo...”, expresión con la que paró, y al escuchar cómo se decía repasó lo que estaba aprendiendo: “Romper el hilo, robot, coño... ¿romper el coño?”, preguntó, haciendo que el público se riese y aplaudiese, y Villas respondiera: “Oye, también puede pasar eh, también puede pasar”.
La actriz contó luego que, como se pone nerviosa en las entregas de premios, bebe whisky antes de las galas. Y que la última vez, junto a su amigo Seth MacFarlane de Padre de Familia, bebió tanto que subió al escenario medio borracha y al bajar acabó vomitando. Por ello el programa le quiso dar como regalo una petaca para que “vayas cómoda a los Globos de Oro”, y como estaba vacía, Villas hizo pasar a un compañero del programa con vasos de chupito, momento en el que Borstein llamó al chico del público al que antes le había pedido “por favor, fóllame” y le hizo subir para beber con ella.