Esta semana, los antivacunas y conspiranoicos de la pandemia han convertido las palabras en el Congreso del profesor honorario de la Universitat Autónoma de Barcelona, Joan-Ramón Laporte Roselló, en una bandera sobre sus ideas, a pesar de que sus afirmaciones son falsas y sin evidencias científicas -como ha explicado Maldita.es-, y que no están avaladas por los datos -como también ha analizado Newtral-.
Pese a ello, y como suele ser habitual en sus dos programas en Cuatro, el presentador Iker Jiménez planteó este jueves en Horizonte un debate para “analizar y puntualizar” sus palabras. Esto supuso, en primer lugar, recoger unas afirmaciones que se han demostrado falsas, dándoles un potente altavoz mediático en el prime time televisivo. Y en segundo lugar, y sobre todo, igualar a Joan-Ramón Laporte con la ciencia, poner al mismo nivel sus afirmaciones falsas con las evidencias científicas.
Para ello, Iker Jiménez volvió a recurrir a la excusa de “plantear el debate” y dejar que sean otros los que opinen. Sus “expertos” para analizar esas palabras sobre la pandemia fueron un escritor y economista como Jano García, un doctor como César Carballo, y un psiquiatra como José Miguel Gaona. Uno de sus análisis, por ejemplo, fue que por “el oficialismo, cualquier discurso que vaya en contra del relato oficial automáticamente es tachado de negacionista”, como dijo el escritor y economista. No se situó como principal problema que buena parte del discurso sea falso.
El único verdadero experto en el tema que intervino en el programa fue el inmunólogo Alfredo Corell, que participó mediante una videollamada en directo. Su intervención es la única que el programa ni tan siquiera menciona en su página web, cortando el vídeo del debate antes de su aparición, y sin nombrarle en el texto como sí hace con los otros tres tertulianos.
Iker Jiménez presentó a Corell explicando que el inmunólogo estaba “indignado con este profesor”, y le cedió la palabra preguntándole: “No tenemos mucho tiempo, Alfredo, no queremos molestarte mucho, pero ¿qué te ha irritado realmente de esta comparecencia?”. Aunque Corell quiso comenzar por mostrarse contrario al tratamiento informativo del programa:
“De entrada, habéis hecho algo con él que se llama falacia de autoridad. Habéis leído todos sus títulos, todas sus comisiones y todos sus artículos. Eso no lo habéis hecho ni con Gaona, ni con Carballo, ni conmigo. Esto ya pasó en su comparecencia. Eso es utilizar la falacia de autoridad, darle ya por todo ese maremágnum de cosas más credibilidad que al resto. Punto uno”. Iker Jiménez se defendió: “Bueno, pero por eso extrañaba, Alfredo”, y Carmen Porter quiso excusarse: “Era para diferenciar a estos médicos negacionistas que no tienen el currículum de este hombre”. Corell zanjó: “Ya, pero yo también puedo leer mi currículum, y no lo he hecho”, a lo que respondió Porter: “Alfredo, contigo hemos dicho siempre que eres una eminencia, igual que lo decimos... pero sois como de la casa ya”. El inmunólogo aclaró: “Pero que no lo decimos habitualmente, y el hecho de decir eso a la población le puede hacer pensar que todavía su palabra vale mucho más”.
Iker Jiménez intervino y le interrumpió, para dar paso a su explicación preguntándole “¿y crees que no?”, a lo que Corell fue claro: “Creo que no. Creo que es un señor que tiene una experiencia dilatadísima en el campo de la farmacovigilancia, y nadie la va a poner en duda, y creo que ha hecho un show estupendo”. “¿Show?”, apuntilló el presentador, ante lo que Corell, tras él sí empezar por aclarar que no había igualdad y que las afirmaciones falsas de Laporte no estaban al mismo nivel que las evidencias científicas, prosiguió: “Ha mezclado verdades absolutas, medias verdades y ha hecho interpretaciones a veces un poco ruines de algunos datos, y luego ha dicho auténticas barbaridades”.
Corell explicó por qué utilizar tecnologías y procedimientos nuevos para vacunar sigue considerándose “vacunación”, y tras explicarlo zanjó, refiriéndose a las palabras de Laporte, que “es gravísimo y es una irresponsabilidad máxima”, aclarando que había en otras cosas en las que sí estaba de acuerdo. El inmunólogo puntualizó también: “Por cierto, yo no soy oficialista, por si hay alguna duda entre los que están en la mesa. A mí no me paga ni el Gobierno, ni ninguna farmacéutica. Y he participado varias veces en plataformas de fast-checking, detrás de eso estamos los científicos contrastando la información”. Sin embargo, al referirse a Laporte, vio en él un “conflicto de intereses”: “Él es un declarado antifarmacéuticas, desde hace mucho tiempo”. “Él sí que está muy posicionado hace años en contra de la industria farmacéutica”, repitió tras ejemplificar con cómo participó en unos vídeos y libros junto a Teresa Forcadell “contra el abuso de las farmacéuticas”.