La semana pasada, en Twitter se puso de repente de moda hacer publicar chistes breves que siguiesen la fórmula “tengo un chiste sobre 'A', pero no lo puedo contar porque 'B'”, siendo 'B' la broma en sí misma. Y sí, sabemos que explicar así un formato de chiste es lo menos gracioso del mundo.
El caso es que entre los cientos de ejemplos que surgieron en la red social, Ana Morgade demostró por qué es una buena cómica, y publicó el más aplaudido de todos: “Tengo un chiste de Ayuso pero es privado”, jugando con las habituales privatizaciones de la Comunidad de Madrid.
La broma no sentó nada bien a un amplio sector de Twitter, que empezó a insultar y hasta a amenazar a Ana Morgade, aunque ella prefirió pasar del tema explicando: “Parece que se me está insultando intensamente. ¿Sabéis qué? Hace meses que restrinjo las interacciones nocivas, así que NO OS LEO, HATERS. Simplemente no existís en mi Tuiter. Os recomiendo de corazón hacerlo, la experiencia en esta red social gana en higiene”.
Seis días después de la publicación de ese tuit, se supo que la Comunidad de Madrid ha privatizado el rastreo de casos de COVID-19 ante su incapacidad para controlar el aumento de contagios, tras haber intentado reclutar a voluntarios en el Ayuntamiento de Madrid y la Universidad Complutense.
Una noticia que ha servido para que Ana Morgade “recuerde” el chiste que le valió tantas críticas e insultos, cargada de ironía: “Vaya. Lo que yo tenía no era un chiste... Era una predicción”.