El programa de Ana Rosa entrevistó este martes a Francesc Maristany, presidente de Grup Met, una empresa que dice estar capacitada para servir miles de test rápidos contra el coronavirus en España. De ahí que su máximo responsable se pusiera en contacto hace tres semanas con el Gobierno de Pedro Sánchez. Según Maristany, sin una respuesta en firme. “Nos dirigimos a Presidencia del Gobierno y nos escucharon, pero poca cosa más”, explicó el presidente de la compañía ante una indignada Ana Rosa Quintana, que tildó lo ocurrido de “escándalo”.
Solo un día después de la entrevista, y tras darle cabida, la propia Ana Rosa ha salido a desmentir la versión de Maristany a partir de fuentes gubernamentales: “El Gobierno nos dice que no ha hablado con esta compañía. Ni desde Presidencia del Gobierno ni desde Sanidad, aunque sí es verdad que están recibiendo muchas solicitudes por diversos canales vía mail”. A pesar de la versión del Gobierno, Maristany insiste, y así lo ha comunicado Ana Rosa, en “que Moncloa contactó ayer con su empresa para decirles que no habían recibido la información anterior y que se la iban a mandar de nuevo.”
“Esperemos que esa información llegue, que se estudie y que los expertos valoren si les da o no credibilidad”, deseó la presentadora. Y es que dada la urgencia por conseguir test rápidos, las autoridades estatales y autonómicas están recibiendo un aluvión de ofertas por parte de empresas que, dicen, pueden fabricar estas pruebas contra el coronavirus. De ahí que desde el Gobierno y las comunidades estén andando con pies de plomo antes de aceptar alguna de estas ofertas. Primero, porque algunas de compañías ofrecidas podrían estar planteando escenarios poco prácticos o viables a nivel logístico. Y segundo, porque otras empresas estarían aprovechando la situación para darse publicidad o, en su lugar, ofrecer test con una fiabilidad inferior a la deseada.
Grup Met, de hecho, no se dedica a la fabricación de test, sino a ejercer de mediadora entre los fabricantes y los distribuidores. Es mas, los test que Maristany afirma poder conseguir son los antígenos, que son los que han demostrado una fiabilidad más baja entre todos los testados por el Instituto de Salud Carlos III. Su porcentaje de acierto estaría por debajo del 30%, tal y como ha sabido eldiario.es, lo que obligaría al 70% restante a repetir la prueba en otros test existentes como el PCR y los serológicos, de una fiabilidad superior al 80%.
Con su ofrecimiento, Maristany pretendía que tanto el Gobierno central como la Generalitat de Catalunya, con la que también dice que se puso en contacto, comprara los test que asegura poder conseguir. La compra de los test rápidos está centralizada entre el Gobierno estatal y las Comunidades Autónomas para dar apoyo a estas últimas. En este sentido, el Ministerio de Sanidad ha comprado cinco millones de test serológicos, mientras que la necesidad de PCR está cubierta gracias a la producción nacional y a la producción de las empresas que habitualmente trabajan con los hospitales.