Anabel Pantoja está atravesando uno de los momentos más duros de su vida tras la muerte de su padre, Bernardo Pantoja. Además, la colaboradora está teniendo que lidiar con todas las informaciones que están saliendo a la luz en Telecinco sobre la vida personal de su progenitor. La cosa ha llegado a tal punto que, este miércoles, la andaluza ha llamado en directo a Géma López para recriminar a Sálvame el trato mediático que desde el viernes le están dando a este asunto.
Belén Esteban fue la primera en mostrarse “avergonzada” de su programa. Ahora, ha sido la propia Anabel Pantoja la que ha roto su silencio, indignada por una pieza emitida en el espacio de corazón de Mediaset sobre Bernardo Pantoja y su viuda Junco. “¿Es tan importante saber ahora quién es Junco, qué pasa con mi padre, cómo se enamoraron...? ¿Podéis dejar descansar a mi padre?”, empezó diciendo, muy enfadada.
Pantoja defiende “con todo el respeto” que su padre no es un personaje público y, aunque entiende que su fallecimiento haya sido noticia al tratarse del hermano de Isabel Pantoja, no está nada de acuerdo en cómo se ha cubierto lo ocurrido: “Entiendo que tengáis que contar que ha muerto, el tanatorio fue un circo, pero lo que no voy a entender es que el programa se lleve con esto una tarde tras otra”.
Anabel Pantoja, indignada
Anabel Pantoja siguió expresando su enfado: “Lo único que os puedo pedir es un respeto, solamente”, decía repetidamente la sevillana. “Simplemente os pido: ¿Se va a parar de hablar de mi padre o esto es la saga de Star Wars?”, añadió irónica. Acto seguido, recriminó que se estuviesen dando detalles sobre cómo se encontraba su padre en los últimos momentos de su vida.
La tertuliana no quiere señalar directamente a nadie, pero no se ha cortado a la hora de confesar lo “mal” que le ha sentado cómo Sálvame se está portando con ella: “Estoy decepcionada con la cobertura y retransmisión que se está haciendo ¿Esto qué es? ¿Una película?”, insistió. “¡Respetadlo que hace cuatro días que se me ha muerto, si su viuda quiere hablar, que hable! ¡Yo como hija voy a estar aquí como una leona!”, exclamó nerviosa antes de colgar el teléfono.