Desde su irrupción en la España de los 90, los late nights han tenido una relación de amor-odio con la televisión en abierto. Épocas de bonanza han precedido a otras de sequía para un género que hoy, casi sin previo aviso, vuelve a la parrilla de Telecinco de la mano de Cristina Tárrega. La presentadora valenciana regresa a la franja de madrugada con Animales nocturnos, programa producido por Cuarzo (Viva la vida) en el que dará voz a las consultas sexuales, psicológicas o sentimentales de los espectadores. Todas ellas complementadas, a su vez, con entrevistas a personajes del momento, que adoptarán el tono íntimo que exige el horario de emisión.
Con este punto de partida, Animales nocturnos llega a Mediaset como un sucesor espiritual de Sola en la ciudad y Territorio Comanche, los dos lates que Tárrega presentó con éxito en Telemadrid. Ocho años después del final del segundo, su presentadora vuelve a abrir consulta cada lunes a partir de las 00:30 horas. Esta vez en Telecinco y con el objetivo de asentarse en una franja que en la actualidad ha quedado relegada a reposiciones, películas o el tramo final de programas que arrancaron su emisión en prime time, pero que durante años fue carne de cultivo para toda clase de apuestas innovadoras, arriesgadas e irreverentes.
En este sentido, la primera piedra la puso precisamente Telemadrid, que en septiembre de 1992 estrenó La noche se mueve, el que podríamos considerar como el primer late night español propiamente dicho. El programa, presentado por El Gran Wyoming, mezclaba el humor canalla con entrevistas a algunas de las personalidades de la época. El formato solo duró un año en emisión, pues Wyoming fichó poco después por La 1 para presentar El peor programa de la semana, aunque durante su aventura, La noche se mueve tuvo tiempo suficiente para hacerse un hueco en la historia como el predecesor del gran 'boom' del género late, que se produjo solo tres años después con la llegada de Esta noche cruzamos el Mississippi.
Del 'Mississippi' a 'Crónicas marcianas', la época dorada del 'late'
El programa presentado por Pepe Navarro fue un auténtico fenómeno en su momento y toda una revolución para la televisión nacional. Además de un descubridor de talentos y personajes como La Veneno o Florentino Fernández, entre otros.
Al igual que La noche se mueve, Esta noche cruzamos el Mississippi replicaba el estilo y la forma de los late nights americanos, con la diferencia de que su propuesta llegaba a todo el territorio español a través de Telecinco, que lo emitió con enorme éxito entre 1995 y 1997. La aventura acabó cuando Pepe Navarro, achacando una serie de decisiones de la cadena que no compartía, decidió fichar por Antena 3, que hasta entonces había fracasado con el Efecto F de Francis Lorenzo, y reconvertir el Mississippi en La sonrisa del pelícano.
Telecinco decidió devolver el golpe con la creación de Crónicas Marcianas, dando así pie al año por excelencia de los late nights en nuestra televisión. La batalla entre El Pelícano y el show de Javier Sardà solo duró hasta 1998, año en que el programa de Navarro fue fulminado horas antes de una emisión entre rumores y polémicas.
Crónicas, que por aquel entonces ya lideraba la madrugada televisiva, dominó con mano de hierro hasta su final en 2005 gracias a su tono osado y políticamente incorrecto, así como a un abanico de colaboradores formado por Boris Izaguirre, Manel Fuentes y Carlos Latre, entre otros. La emisión del programa coincidió en el tiempo con la llegada a los realities a Telecinco -con todo lo que eso suponía- y con acontecimientos tan importantes como el Prestige y la Guerra de Irak, que Crónicas aprovechó para alzar la voz contra el Gobierno.
La fiebre por el 'late' tras el éxito de 'Crónicas Marcianas'
Todo esto hizo que su audiencia fuese creciendo temporada tras temporada, pasando del 22.5% de su primer año al 35.3% de la temporada 2003/2004. Unas cifras que llevaron a Antena 3 a chocarse una y otra vez contra el mismo muro, pues todos sus intentos por desbancarlo del liderazgo resultaron infructuosos. Así se explica que apuestas para el late night como La Central (2000), con Jesús Vázquez; Maldita la hora (2001), con Máximo Pradera; o Abierto al anochecer (2002), con Jordi González, se fuesen por la puerta de atrás a las primeras de cambio.
No fue hasta 2005 cuando Antena 3 dio con la tecla gracias a Andreu Buenafuente, que aterrizó en la cadena procedente de TV3 para presentarnos a 'El Neng de Castefa' y 'El Follonero' Jordi Évole como colaboradores estrellas. Buenafuente consiguió pisar los talones a Crónicas, aunque la batalla siempre cayó del lado de Sardà hasta que éste último decidió echar el cierre a su programa esa misma temporada. Ya sin Crónicas, el dominio del late night pasó a ser de Buenafuente, aunque por entonces Telecinco ya había saboreado el éxito con otros dos formatos de madrugadas: La noche con Fuentes y cía (2001-2005), presentado por Manel Fuentes tras su adiós a Crónicas, y TNT (2004-2007), conducido por Jordi González primero y Yolanda Flores después.
Estos dos espacios sí consiguieron pasar la criba de la primera temporada y hacerse un hueco en el imaginario popular. No así La azotea de Wyoming (2005, TVE); Plan C (2005, Telecinco), presentado por Carolina Ferre; Peta-Zetas (2008, Antena 3), conducido por José Corbacho; El Ventilador (2007-2008, Telecinco), sucesor de TNT también con Yolanda Flores; Sabías a lo que venías, conducido por Santiago Segura en laSexta; o UAU! (2010, Cuatro), con Santi Millán.
Aunque todos ellos tuvieron una relevancia escasa y fueron cancelados de inmediato, su sola producción demuestra que hubo una época en la que no había cadena sin su late night. De hecho, Cuatro inició sus emisiones el 7 de noviembre de 2005 con Noche Hache como una de sus apuestas estrella. Y una cadena de pago como Paramount Comedy tuvo el suyo propio, Noche sin tregua, que dio a conocer a Dani Mateo.
'Late Motiv' y 'La Resistencia' marcan el presente del género
La llegada de la TDT -que fragmentó la audiencia de madrugada- y la crisis económica de 2008 convirtieron la franja de late night en un espacio poco rentable a ojos de los directivos de las cadenas, que renunciaron a lanzar nuevas apuestas en favor de películas u otras emisiones más económicas. Aun así, pudimos encontrar propuestas como En el aire (2013-2015, laSexta), con Andreu Buenafuente, y Hable con ellas (2014-2016), en Telecinco. O en su defecto, otras que cogían uno de los elementos esenciales del late night, la entrevista, para emitirse ya grabadas como Al rincón de pensar (2015, Antena 3), de Risto Mejide.
La llegada de #0 en 2016 revitalizó el género despojándolo de uno de los grandes problemas que tenía en la televisión en abierto: la excesiva preocupación por los datos de audiencia. Libre de la tiranía del share, Buenafuente pudo construir Late Motiv (2016-?) a su medida y David Broncano llevar La Resistencia (2018-?) a su terreno hasta hacer de ellos dos programas de gran relevancia pese a emitirse en pago.
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Ahora, en otros términos y a otra escala completamente diferentes, Telecinco vuelve a apostar con Animales nocturnos por la producción propia en la franja de madrugada. Una apuesta que llega en una época tan propicia para los experimentos como es el verano. A partir de esta noche veremos cómo sale.