El Juzgado de lo Penal número 18 de Madrid juzgará este martes 8 de febrero a José María López, exconcursante de Gran Hermano Revolution acusado de abusar sexualmente de Carlota Prado durante la estancia de ambos en la casa, en en la madrugada del 3 al 4 de noviembre de 2017. La vista oral, que tendrá lugar en los juzgados de la calle Albarracín de la capital, está señalada para este martes y viernes en los juzgados de lo Penal, indica Europa Press.
El fiscal solicita una condena de dos años y seis meses de prisión para el acusado, al que le reclama una indemnización de 6.000 euros por los daños morales causados a la víctima, idéntica cantidad que a la productora del programa, Zeppelin TV, por los daños ocasionados por mostrar a la concursante el vídeo de lo ocurrido en el confesionario de la casa, que se hizo público en 2019. Son cifras diferentes a las que pide la defensa de la joven, que solicita una pena de siete años, e indemnizaciones de 100.000 euros por daños morales tanto al acusado como a la productora.
La cronología de los hechos
La Fiscalía recuerda que el objeto del programa es la retransmisión durante 24 horas de la convivencia de los participantes conforme al reglamento de convivencia del programa, “del que se deduce una relación de trabajo de los concursantes con la productora”.
Los hechos se remontan al 3 de noviembre de 2017, cuando se organizó una fiesta en el interior de la casa “en la que por el programa suministró a los concursantes bebidas alcohólicas”. En esa misma vivienda se encontraba la también concursante Prado, con quien el acusado había comenzado una relación sentimental poco antes, durante la convivencia. La joven, que durante el transcurso de la fiesta había ingerido “escasos” alimentos, bebió “al menos ”cuatro chupitos de tequila, “por lo que alcanzó un estado de embriaguez que fue acentuándose y evidenciándose a partir de la media noche”.
Así, sobre las una y media de la madruga del día siguiente y, cuando ambos se encontraban en el dormitorio que ocupaban, López, “que ya se había desprendido de sus pantalones”, ayudó a la otra concursante a descalzarse y a introducirse en la cama que venían compartiendo. En ese momento, según afirma la Fiscalía, la joven conservaba puesta la “totalidad” de su vestimenta.
Acto seguido el acusado se introdujo en la cama mientras que la joven permanecía en silencio “en posición decúbito supino y con los ojos cerrados, realizando movimientos lentos y pesados, debido a su estado”.
El acusado, “guiado por un ánimo libidinoso y a sabiendas del estado de semiconsciencia en que se encontraba y aprovechándose de esta circunstancia, comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de claro contenido sexual, pese a que balbuceando débilmente, dijo 'no puedo'”. A continuación, López apretó su cuerpo contra el de la joven “en aras de satisfacer su deseo sexual, pese a que ella hasta en dos ocasiones levantó la mano como queriendo decirle que parara”.
Al mismo tiempo José María López pidió “en varias ocasiones a la concursante que abriera los ojos, pero la víctima permaneció inmóvil”. Cuando ya el acusado le preguntó cómo se encontraba, ella “sólo” acertó a responder que se quitara, “momento en que aquélla se giró quedando de espaldas al acusado”.
La Fiscalía pone de manifiesto en su escrito que José María López, tras cubrir a ambos con un edredón “continuó realizando tocamientos, frotamientos y movimientos de contenido netamente sexual, despojando a la víctima de su vestimenta, liberándole parcialmente de su ropa interior y desabrochándole el sujetador, pese a que ésta se encontraba ya en estado de inconsciencia”.
Las imágenes de los hechos fueron luego exhibidas a la víctima a la mañana siguiente, en el confesionario de la casa. Una situación que le provocó, recuerda el texto judicial, “un incremento del estado de desasosiego, trastorno y perturbación de ánimo que los hechos sufridos horas antes habían producido en ella”.
El juicio, cuatro años después de los hechos
La vista oral se produce cuatro años después de que se produjeran los hechos a juzgar. El caso cayó al olvido hasta el último cuatrimestre de 2019, cuando Carlota se pronunció por primera vez y, a raíz de ello, más de 40 anunciantes retiraron su publicidad de GH VIP por la presión popular.
Desde entonces, y pese al anuncio de la recuperación de la marca a mediados de año, Gran Hermano ha desaparecido de la programación, habiéndose sustituido por nuevos reality shows como el actual Secret Story. Antes, se probó con otros formatos como El tiempo del descuento y La casa fuerte.