El fotógrafo Raúl García se encontró con los presuntos asesinos del hermano de Begoña Villacís (exvicealcaldesa de Madrid) después de que se hubiera cometido el crimen en la mañana del martes 4 de junio.
García había estado trabajando en La Moraleja y se dirigía a otro lugar en el que también tenía que hacer unas fotografías, pero detuvo su coche a pocos metros del sitio en el que los fugitivos –que han sido detenidos este miércoles– estaban cambiando la matrícula de su vehículo.
Después de abandonar la escena del crimen, los presuntos autores pararon en un descampado del norte de Madrid, frente a las instalaciones de Mediaset, para organizar la huida. Allí fueron grabados por los testigos que presenciaron sus movimientos desde los edificios aledaños.
“Fue algo surrealista. Venía de una guardia de La Moraleja, había hecho unas imágenes y me iba a otra guardia”, ha explicado en Espejo Público, programa del que es colaborador. “Pasé justamente por allí. En ese momento me llamaron de una web para decirme que querían ver las imágenes que tenía. Me paré un poco antes de donde estaba el coche, en una parada de autobús, para enviarles las fotografías”.
Desde ahí vio una escena que le llamó la atención. “Les vi a ellos, pero claro, yo no pensaba que había pasado algo así. Me llamó la atención el coche, con lo bonito que es, la leche que se habían dado. También me llamó la atención el airbag que les salía por la ventana, como rosa”.
Dice que le sorprendió que el coche estuviera golpeado, como si acabara de sufrir un accidente, pero que no hubiera restos sobre la calzada. “Luego a él le vi que llevaba guantes como de médico azules, lo cual me extrañó, pero pensé que serían policías, que habría habido un accidente y ellos serían de Atestados, tomando huellas o algo. Entonces decidí irme, porque allí no podía estar parado. Me largué”, ha relatado.
“Al pasar por delante, me quedé mirándoles. Yo pensaba que él estaba desmontando el parachoques, pero no, resulta que parece ser que estaba quitándole la matrícula”, ha contado en el magacín que presenta Susanna Griso. Y antes de alejarse, hubo algo que sorprendió al fotógrafo: “Lo que me llamó la atención es que él estaba sacando de la parte de atrás un alzador de niño, poniéndolo en el asiento delantero. De eso estoy completamente seguro, porque era negro con líneas rojas”.
Raúl García coincidió con los presuntos asesinos después de que se cometiera el crimen, y Kiko Hernández, minuto antes, escuchó los disparos desde el hotel en el que se hospedaba, tal y como relató en Ni que fuéramos Shhh.
Los fugitivos han sido detenidos en la tarde de este miércoles 5 de junio.