En su cuarta entrega, Babylon Show recibió como invitado a Asier Etxeandia este jueves 29 de agosto. El actor visitó el programa de Carlos Latre en Telecinco, que al ser con un invitado individual apostó más por sentarse en su mesa, como ya hizo en su primera noche junto a Luis de la Fuente.
La entrevista se desarrolló con normalidad, y cuando Marta Torné se incorporó a ella junto al presentador, desveló el curioso primer trabajo que había tenido el intérprete: dependiente en un sex shop. Etxeandia, entre risas, explicó que fue cuando quería independizarse, que le salió esa posibilidad, y que se le acabó dando realmente bien: “Fui el que más caja hice de esa temporada. Me llamaron los jefes de la franquicia para darme la enhorabuena porque vendí 300.000 pesetas en una tarde”. Y todo ello, a pesar de que sólo tenía 18 años y que era virgen.
Ese detalle fue el que más llamó la atención de Latre, que no se explicaba cómo lograba tener tanta soltura al vender artículos sexuales cuando por entonces él no había tenido sexo. Y Asier Etxeandia no se cortó: “No me acuerdo cómo lo vendía, creo que era por la impunidad de que no tenía ni idea. Vendía pollas como si fueran churros”.
Rápidamente, el presentador, tuvo que intervenir para situarle: “¡Oye, que están los niños viendo, que estamos para 12 años!”, pero el actor, mientras Marta Torné intentaba cambiar de tema, insistió: “Bueno, tienen polla también. A ver si con 12 no tienen polla”, dijo mientras Latre se reía y Torné cambiaba de tema.
Centrándose en su “don de la persuasión”, y para lograr cambiar de tema, Marta Torné propuso que Asier Etxeandia fuese el juez de una prueba en la que ella y Carlos Latre tenían que intentar vender un bote de veneno a los espectadores. Veneno que por suerte era falso, porque cuando Torné dijo para intentar venderlo “puedes fingir que es Jagermeister, tiene el mismo color”, el actor no dudó en lanzarse a beberlo.
“Es que yo lo compro todo... ¡Qué mierda es esta!”, exclamó tras darle un buen trago, sin que ni Latre ni Torné pudiesen casi ni reaccionar. La colaboradora, entre las risas de todos y sin saber exactamente qué había dentro del recipiente, dijo: “imagínate que echamos ahí lejía”, y continuó bromeando: “Casi nos cargamos a Asier”. El actor, sin parar de reírse y siguiendo la broma, respondió: “Es que tenía pinta de Jagermeister… ¿No tendrás agua ahora?”, dirigiéndose de nuevo a la mesa para beber. En pleno descontrol, bromeó con irse del plató sin levantarse de la silla con ruedas, por lo que Latre le pidió “por favor” que no se fuera, y le dio una botella de agua que encontró bajo la mesa.
Con más tranquilidad, Asier Etxeandia también habló de lo que le costó, pero también de lo que ha supuesto para él, ser “chico Almodóvar”: