Belén Esteban y María Patiño se posicionan a favor de los “vientres de alquiler” en 'Ni que fuéramos'
Belén Esteban y María Patiño están a favor de la gestación subrogada. Así lo afirmaron este viernes en Ni que fuéramos Shhh mientras debatían sobre la supuesta crisis matrimonial de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Según el magacín de Ten, el empresario se refugia en su restaurante para sobrellevar “la soporífera vida de la marquesa”, algo que, al parecer, estaría dinamitando los cimientos de la relación.
Pero Belén cree que hay algo más. “Tamara quería casarse y tener un hijo, y creo que eso la está martirizando. Cuando una mujer se obsesiona con tener un hijo y no llega, eso afecta a la pareja”, comentó la tertuliana, tras lo cual recordó que la hija de Isabel Preysler “es una mujer muy cristiana”, lo que le impediría recurrir a cualquier método de gestación que no sea natural.
Belén también es “cristiana”, tal y como se encargó de recordar ella misma, pero esa actitud ante la vida le “parece ”lo peor“. Si hay algún problema de fertilidad, prosiguió la tertuliana, Tamara e Íñigo deberían contemplar otras opciones, como la ”fecundación in vitro, adoptar o un vientre de alquiler“.
Esta última no está legalizada en España, puntualizó la colaboradora de Ni que fuéramos, y ese es el motivo por el que algunas personas “se tienen que ir a Estados Unidos, Ucrania o Croacia a tener un hijo”. Hace solo unos días que el Tribunal Supremo se opuso a que los niños nacidos en el extranjero mediante esta práctica puedan ser inscritos en España, pues la gestación subrogada “entraña una explotación de la mujer y un daño a los intereses superiores del menor”.
El problema es que, como dijo Patiño, Tamara Falcó “está en contra del vientre de alquiler”, por lo que ni siquiera es para ella una opción. “¡Pues yo no!”, exclamó la de Paracuellos, tras lo cual pidió a su compañera que se posicionara de un lado u otro en este debate. “Si no hay abuso de la mujer, yo no estoy en contra”, respondió la presentadora de forma muy escueta.
Dicho esto, Belén coincidió con ella en la importancia de que la madre gestante quiera someterse a esta polémica práctica que, por otro lado, tiene un fuerte rechazo entre buena parte de la población dadas las implicaciones que acarrea para las mujeres desde un punto de vista físico, económico y emocional.