'La familia de la tele' habla de sus audiencias entre lágrimas, con Belén Esteban “amargada”: “Me quiero ir”

Los datos de audiencia de La familia de la tele no son buenos. Ya nadie lo oculta, ni dentro ni fuera de RTVE. De hecho, incluso el propio magacín ha decidido abrirse en canal ante los espectadores. No se puede tapar el Sol con un dedo.
El tema se abordó este miércoles con pelos y señales. Antes de que comenzara el programa en La 1 se ofreció un breve adelanto exclusivo en RTVE Play donde se puso de manifiesto que las cifras, que son claramente insuficientes, están mermando la moral del equipo. “No quiero estar en este programa, me quiero ir de aquí”, confesó Belén Esteban entre lágrimas. Desde hace días se le veía alicaída.
Toda la atención se dirigió hacia ella. La famosa tertuliana reconoció que está “amargada” porque no termina de adaptarse a la dinámica de este nuevo magacín producido por el equipo de Sálvame: “Yo estoy acostumbrada a hacer otro tipo de televisión. Hay cosas que quiero decir y no puedo decir. Quiero ser libre como antes, cuando metía la pata”, explicó.
Sus compañeros ya estaban al tanto del desánimo de la colaboradora. María Patiño le sacó las palabras con cucharón y Kiko Matamoros, muy enfadado, le reprochó que quisiera abandonar el barco ahora que se necesita un sobreesfuerzo por parte de todos.
Pero Belén está harta. Dijo que no se adapta a la dinámica del programa y que tiene la impresión de que no se les permite hablar lo suficiente y en los términos que les gustaría. “No me gusta el formato y no me gustan los temas, que los han tocado todas las cadenas antes que nosotros. La gente está harta de Isabel Pantoja, de Terelu y de Lina Morgan, que en paz descanse. Tenemos capacidad para hacer cosas nuevas”, reivindicó.
Patiño, que ejerce de presentadora junto a Inés Hernand y Aitor Albizua, dio a entender que al programa le falta entrar en polémica. Los de Sálvame se acostumbraron a vivir de la gresca durante 14 años en Telecinco, pero ahora, con su salto a TVE, las cosas han cambiado. “Nosotros somos de [bajar al] barro y tengo la sensación de que nunca llegamos a nada”, añadió Patiño, y no ocultó que en ocasiones se ha tenido que “autocensurar”.
Matamoros defendió que él no ha recibido instrucciones ni censura, y aunque admitió que no es ajeno a las críticas que recibe el programa, se refirió a ellas con desdén. “No me van a arrugarar los comunicados ni la recogida de firmas para las monjitas”, soltó, posiblemente en referencia a la protesta que han impulsado algunos trabajadores de TVE contra La familia de la tele.
No hubo palabras de consuelo para Belén. Su cansancio viene de lejos. La idea de abandonar los platós lleva tiempo rondándole la cabeza. De hecho, tuvo que pensarse mucho si firmaba su contrato con este nuevo magacín. “Mi madre tiene una edad, vive en Benidorm y quiero disfrutar de ella. Quiero estar más pendiente de mi marido. Mi hija vive lejos. Quiero preocuparme de mí”, esgrimió. Dio a entender que la decisión ya está tomada: “Es insalvable”, afirmó tajante. Patiño se echó a llorar ante lo que parecía una despedida, pero Belén le quitó dramatismo a la situación. Si no abandona definitivamente, quiere al menos reducir su participación: “Me he dado cuenta de que quiero más tiempo para mí. Quiero ser un poco egoísta”.
Inés Hernand y Aitor Albizua reconocen que el equipo del programa se está “enfriando”
El debate se abrió al resto de colaboradores del programa. Laura Fa reconoció que está “agobiadísima” con el difícil arranque del programa y planteó otra arista: “Nos cuesta empastarnos”. ¿Les está costando recuperar la química que había entre ellos? ¿Les cuesta adaptarse al tono de TVE?
Es entonces cuando se sumaron al debate Inés Hernand y Aitor Albizua, los 'delegados' de TVE para este proyecto con el equipo de Sálvame. Ninguno de los dos tiene experiencia previa en la crónica rosa, de ahí que se mantengan al margen cuando surgen determinados temas de debate. “Yo no sé hacer prensa rosa. No venía a hacer eso, pero me dicen que esos son los temas e intento hincarle el diente como sea”, se excusó el vasco, que ha sufrido el “linchamiento” y las “críticas” desde el primer momento. A pesar de todo, dijo, es cuestión de tiempo que “todo vaya encajando”.
Inés también insistió en la idea de que los engranajes del programa no funcionan correctamente, con el peligro que eso conlleva para un equipo al que notan cada vez más “frío”. Además, hizo autocrítica: “A la audiencia le está descolocando nuestra participación en el programa. Yo no quiero interrumpir porque no es mi estilo, hago aportaciones puntuales, y no sé hasta qué punto interesa esto”.
Cuando quedaban pocos minutos para que empezaran Valle Salvaje y La Promesa (el programa continúa cuando acaban estas dos series), entró en directo Kiko Hernández, que actualmente está trabajando en Tentáculos (otro programa de La Osa Producciones), pero próximamente se incorporará a La familia de la tele.
“No os reconozco. Lo importante son las risas y el cachondeo. Los temas dan igual. La gente quiere reírse con vosotros. Me estáis decepcionando. Os falta cachondeo”, les dijo a modo de 'rapapolvo'. “Belén, ¿te ibas a ir sin esperarme?”, le preguntó. La tertuliana se echó a llorar e insistió en que tiene muy presente la idea de abandonar. “La gente te quiere divertida”, le interrumpió él. “Pareces una seta. Cambia el chip y ríete de todo. Os falta complicidad”, sentenció Hernández desde el plató de Tentáculos.
“Reunión de urgencia” entre RTVE y La Osa Producciones para tratar la crisis de 'La familia de la tele'
Se completó así más de una hora de emisión que concluyó con la entrada de David Valldeperas, director del programa, para anunciar que en la segunda parte del mismo recibirían la visita de dos ejecutivos de TVE que arrojarían algo de luz “sobre el futuro” de este proyecto. Lo cierto es que no fue así. A las 20:30 de la tarde, pocos segundos antes de que se apagaran los focos del estudio, Patiño se limitó a leer un breve comunicado.
“Tras lo ocurrido esta tarde se ha convocado una reunión de urgencia de los directivos de RTVE y los responsables del programa para acordar medidas drásticas que afectarán al programa”, explicó la presentadora. “La reunión se está produciendo en estos momentos”, añadió, y “las medidas serán comunicadas a la productora mañana por la mañana”. No se produjo la visita prometida. Habrá que esperar al jueves para saber qué determinación toma Torrespaña.