Con Andreu Buenafuente aún de baja, anoche fue el turno de Bob Pop como presentador de Late Motiv. El colaborador tuvo como principal invitado a Leo Bassi, actualmente en nuestro país con motivo de Yo Mussolini, el espectáculo en clave de comedia que está representando estos días en la madrileña Sala Mirador.
Ataviado con el uniforme del dictador italiano, Bassi acudió al formato de #0 para hablar del auge de la extrema derecha, de la que pretende reírse en su nueva obra. “Como bufón y payaso me gusta meter el dedo en la herida. Y si vuelve el fascismo voy a tocar los cojones a su mundo”, explicó el veterano humorista.
A su juicio, “el poder del fascismo es, en parte, asustar a la gente y así imponer su política”, de ahí que recele del humor. “El fascismo acepta muy mal la risa. Al fascismo no le gustan nada los chistes, las bromas, porque le toca en su esencia, que es provocar miedo”, defendió Bassi, para el que “hacer reír es la mejor manera de quitar el susto”.
“El fascismo es una caja de Pandora de los instintos”
Es por esto por lo que él prefiere “poner el humor al servicio del más débil”. “No quiero hacer chistes contra los débiles en favor de los poderosos. Yo voy a hacer chistes contra los poderosos y protegiendo a la sociedad más frágil”.
Sobre el auge de la extrema derecha que se está viviendo en Europa, Bassi cree que “el fascismo que viene es menos peligroso que antes porque los poderosos no lo necesitan como antes”.Pero que “el problema”, en cualquier caso, “es que el fascismo es una caja de Pandora de los instintos. Y cuando abres esta caja y salen estos instintos, quizás no se controla. Y ahí está el peligro”.