Boris, Paz Vega y Dell'Atte sobreviven en MasterChef: “Es una gran terapia”
MasterChef Celebrity 3 alcanza este último domingo de septiembre su cuarta gala, con tres nombres aún en la terna por convertirse en el famoso que mejor se desenvuelve ante los fogones. Boris Izaguirre, Paz Vega y Antonia Dell'Atte compiten por avanzar en la competición de Shine Iberia, aunque cada uno por objetivos diferentes.
En el caso del escritor venezolano, la entrada en el concurso le servía para abandonar su zona de confort, tal y como cuenta al micrófono de VERTELE. “Necesitaba un revulsivo”. También para volver a aferrarse a un programa producido en España, tras cuatro años compaginando su trabajo en la televisión latina de Estados Unidos con la escritura de su última referencia literaria, Tiempo de razón.
“Me daba mucho reparo en primer lugar la idea de concurso, solo lo hice cuando competí por el Premio Planeta (y quedé finalista), y pensaba que no necesitaba volver a pasar por ello, pero eso ha sido lo que mejor me ha resultado como persona. Ponerme a prueba cada vez delante del plato, de mis compañeros, y de la inmensidad del programa”, asegura. Es por eso que considera a la versión con famosos del talent como “una gran rehabilitación, una terapia”.
“Hacía muchísimo tiempo que no estaba en una producción de los niveles de exigencia y producción de MasterChef”, agrega también el otrora jurado de programas como Mira quién baila y Mira quién salta. Pese a esa experiencia juzgando, ha preferido no llevar la contraria a los jueces: “Mi papá, que era crítico de cine, me dijo que nunca respondiera a una crítica, ni para bien ni para mal. Esa fue la actitud que yo tuve con ellos”.
Sobre los jueces también nos habla Paz Vega, que sigue prolongando su relación con TVE tras Fugitiva y El Continental. “Son muy duros, cuando te regañan te dan un corte”, dice la ganadora del Goya por Lucía y el sexo. Eso sí, más allá de las valoraciones, solo tiene buenas palabras para ellos:
Aunque en la última década se había mantenido más activa en la industria internacional (este mismo 2018 llegó a Netflix Actos de venganza, donde compartía cartel con Antonio Banderas), está volviendo progresivamente a nuestro país para aceptar proyectos como este, al que se unió en el último moemnto: “Soy fan del programa y me gusta cocinar, así que me lancé”.
Eso sí, la intérprete matiza sobre sus conocimientos culinarios: “Yo cocino de andar por casa, mi trabajo no me ha permitido dedicarme a ello. Lo que tienes que hacer aquí no tiene que ver con lo que haces en casa. Son técnicas muy complicadas”, reconoce. “Eso te pone en un estado de tensión y de nervios que hace que las emociones salten”, avanza.
Aunque formatos como este contribuyen a cambiar la percepción que el público puede tener sobre algunos de sus participantes famosos, no cree que vaya a dar una imagen distinta: “Yo soy igual delante de la cámara que fuera. Lo que cambia es el punto de vista”, reflexiona la intérprete, antes de adelantarnos un nuevo proyecto televisivo con producción en parte española que, según sus palabras, comienza a rodarse pronto.
Finalmente, Antonia Dell'Atte, en su regreso a televisión tras varios años alejada del medio en España, pone la guinda picante al concurso con su actitud nada complaciente: “Es un programa muy duro. Parece un cachondeo para quien lo ha vivido así. Yo lo he vivido de forma muy pasional”, dice la otrora modelo y presentadora de Qué apostamos, que en tono bromista vaticina “momentos de mucho dolor”.
“Me encanta volver después de hace mucho tiempo, pero lo que más me ha gustado ha sido amar al prójimo”, ríe, aludiendo a compañeros como Carmen Lomana, no sin antes apostar, haciendo honor al talent show que presentara en los años noventa en La 1, que “llegará a la final y al infinito” en la competición.
