Pesadilla en El Paraíso 2 puso su punto y final este domingo, tras 48 días de emisión. Convertida en la edición de reality más corta de la historia de Telecinco, sin ser cancelada (El tiempo del descuento estuvo menos días pero no fue una edición, como tal) se despidió de la audiencia ya con la mente de la cadena puesta en el arranque de Supervivientes 2023.
La segunda temporada del formato de granjeros alzó a Borja Estrada como ganador. Un fichaje que prometía desde que se anunció, ya que había sido la revelación del plató al defender a su padre, Pipi, en la primera edición.
En segundo puesto quedó Tania Deniz y en tercer lugar, Antonio Montero que se reencontró con Marisa Martín-Blázquez, a pesar de haber mostrado su descontento por la participación de su marido en el reality: “Creo que se merece que esté aquí apoyándole”, expresó.
Antonio Montero, tercer clasificado con la sorpresa de su mujer
Montero, que no había salido nominado ninguna semana, comprobó que no tenía mucho apoyo de la audiencia al ser el primero en quedarse a las puertas de la final. Por un 23% de los votos, el paparazzi ocupó el tercer lugar de la edición.
Pero minutos antes del amargo momento, vivió una dulce experiencia que fue el reencuentro con su mujer, Marisa Martín-Blázquez. La periodista aparecía por primera vez para mostrarle su apoyo: “Cuando me dijo que venía le dije que yo no iría, pero cada uno es dueño de sus actos. Lo bonito es que no me haga caso y respetarlo. Le apoyé en la distancia”, aseguró.
Al volver a verse, se abrazaron y besaron en la mejilla. Él se mostró muy nervioso y sorprendido por verla ahí. Ella le apoyó pero le reprochó que hubiera hablado de ella, aún habiéndole pedido que no lo hiciera. Pero él lo explicó: “Sé que no te gusta hablar de nuestra vida, de nuestra intimidad. Pero es que es muy difícil hablar de mí, sin hablar de ti. Tú eres parte de mi vida”, confesó ante los aplausos del público.
Segundos después, el eliminado llegó a plató para hacer un balance de su paso: “Hay cosas que borraría, como mi comportamiento con Kiko y Maite. Pero me ha gustado lo que he vivido, ha sido un mundo interesante, curioso. Creía que nunca en mi vida iba a llorar en un reality, y ahora entiendo que la gente se olvide de las cámaras”.
Tan curiosa fue la experiencia para Montero que mostró cómo había escrito un diario que transformaría en un futuro libro sobre lo vivido. “Contado desde el primer día hasta hoy. Hay cosas muy divertidas”, aseguró.
La recta final de Tania y Borja
Borja y Tania se quedaron solos en la recta final de la gala. Cada uno tuvo su sorpresa, como guinda a la experiencia. El primero fue Borja que se reencontró con su padre y su madre, separados desde hace años pero juntos para apoyarle. Se abrazaron los tres y el tertuliano le dedicó unas palabras:
“Quiero darte las gracias porque me has liberado. Yo te decía que no quería defenderte para perjudicarte pero tienes el alma tan blanca que no me ha costado nada hacerlo. Esto que has sembrado te va a venir muy bien, yo sé por qué lo digo”. Y Pipi también se dirigió a su ex mujer: “Gracias por darme un hijo tan grande”.
Seguidamente, fue Tania la que fue sorprendida por su madre y su novio, a los que abrazó sin distinción para presentarles como su “familia”. Algo que emocionó en plató, tanto a los colaboradores como a su novio, Barranco.
Minutos después entraron los dos finalistas a plató para responder a las dudas, quejas y sugerencias de los colaboradores de plató. Que si Borja no se mojaba en los conflictos, que si Tania tenía la mecha corta, que si se arrepentían de algo y se enorgullecían de otra cosa, etc.
Y tras ello, casi a las 2 de la mañana, Carlos Sobera sentenciaba: “La audiencia con sus votos ha decidido que por un 58% el concursante que gana esta segunda edición de Pesadilla en El Paraíso sea ¡Borja!”. Una decisión que sus familiares, compañeros y defensores corrieron a celebrar con él, ante su rostro de incredulidad.