Con la Super Bowl a la vuelta de la esquina, la primera avanzadilla de spots que se verán durante la emisión de la final de la NFL que disputarán este domingo 2 de febrero los Kansas City Chiefs y los San Francisco 49ers. Ya se sabe que las promos que inundan la previa y sobre todo el descanso del encuentro de fútbol americano aglutinan a una gran cantidad de estrellas que, a cambio de cantidades a menudo siderales, protagonizan piezas mucho más elaboradas y ambiciosas de lo que suele ofrecer la publicidad habitual.
El primer gran ejemplo de esta quincuagésimo cuarta edición lo hallamos bajo las paredes del hotel Overlook, localización de El resplandor, ahora habitada por Bryan Cranston. El actor remeda a Jack Torrance inmortalizado por Jack Nicholson en la promo de una conocida marca de refrescos, que ahora presenta una variedad de su producto sin azúcar.
Con una planificación prácticamente calcada a la de la adaptación cinematográfica dirigida por Stanley Kubrick, el anuncio propone una variación de la escena de dicho filme en la que el protagonista acechaba hacha en ristre a su mujer Wendy (aquí interpretada por Tracee Ellis Ross), cuando esta permanecía encerrada en el cuarto de baño.
“Tan bueno como el original. Incluso mejor”, reza el eslogan de la campaña, que a su vez replica otro de los inolvidables planos de la película: el de los ascensores sangrantes. Claro está, el líquido vital que brotaba de aquellos ahora es reemplazado por ingentes cantidades de la bebida carbonatada en juego. Un plano adicional de Cranston por duplicado, adoptando los roles de las gemelas que aterrorizaban a Danny Torrance en los pasillos del Overlook.