Momento surrealista el vivido este jueves en Sálvame con Lydia Lozano como protagonista. Tras amenazar con abandonar el plató el martes por una discusión con su compañero Kiko Hernández, la tertuliana se ha enfrentado ahora a una misión inédita para ella: dirigir el programa.
En un momento de la tarde, David Valldeperas ha anunciado que los directores tenían que irse un momento y que el mando tenía que recaer en la periodista. “Nos tenemos que ausentar y como el programa tiene que seguir, le vamos a pedir a Lydia que se ponga a dirigir”, ha comentado.
La aludida ha reaccionado riendo a carcajadas y, sin terminar de creérselo, se ha acercado a la mesa de dirección. “Director, que la curva [de audiencia] depende de eso y se va a la m... ¿Por qué no lo hacéis con Carlota y lo tenéis que hacer conmigo? Ponme a otra”, ha suplicado Paz Padilla, presentadora este jueves, a Valldeperas. Pero la decisión estaba tomada.
Tras unas breves indicaciones sobre la escaleta y el control de los pinganillos, el director ha abandonado el plató y ha dejado a Lydia Lozano al mando. “¡Mañana la audiencia por los suelos!”, ha insistido la conductora y humorista. “¿Puedo decirle realmente lo que pienso a Matamoros para que lo diga?”, ha preguntado curiosa la directora en funciones. Y la respuesta ha sido sí.
El caos se instala en 'Sálvame'
A partir de ese momento, el caos se ha instalado en Sálvame. El foco se ha centrado en la labor de Lydia como directora, que no ha dado abasto entre las indicaciones de unos y otros. Kiko Matamoros ha salido al rescate: “En vista de la inoperancia, anuncio que vamos a ver un vídeo de Omar arrepentido”, ha comentado, dando paso a la pieza.
El resto del programa se ha mantenido la multipantalla para que los espectadores pudieran ver cómo se desenvolvía Lozano. Al final se le ha visto disfrutar de su nueva función, a pesar de todo.
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