La boda de Ángel Cristo Jr. y Ana Herminia ha sido el llamativo acontecimiento televisivo de este jueves, con seguimiento de cerca por parte de los magacines de tarde. Tanto Y ahora Sonsoles (Antena 3) como TardeAR (Telecinco), así como Ni que fuéramos Shhh, hacían sus respectivas y particulares coberturas de la ceremonia, marcada por la ausencia de la madre del novio, Bárbara Rey. Con el interés potenciado tras la filtración, por parte del propio hijo, de las fotografías y grabaciones de su madre con el rey emérito, la “pugna” por las imágenes ha dado lugar a situaciones rocambolescas en pleno directo.
Ha habido, de hecho, un protagonista de ese caos: José Manuel Parada. El comunicador acudía como invitado a la boda y trataba de hacer frente a las peticiones de todos los reporteros personados. Esto hacía que, nada más llegar en coche, se encontrase de bruces con los micrófonos de TardeAR e Y ahora Sonsoles, a los que se sumaba también el enviado de Ni que fuéramos Shhh, un Víctor Sandoval caracterizado de Sofía Cristo, que solo instantes antes se había logrado montar en el coche del invitado.
El caos de micrófonos diferentes se hacía patente en los directos, con la reportera de Y ahora Sonsoles acercando el micrófono a Parada cuando aún estaba al volante. Nada más aparcar el vehículo el invitado al evento, era TardeAR el programa que tomaba la aparente delantera. Pero nada iba a ser tan sencillo. Y casi exigía ver cada programa para entender el orden de acontecimientos.
Parada, en 'TardeAR': “Que me está esperando Sonsoles”
El reportero Álex Álvarez, desplazado a Alcalá de Henares, lograba pasarle el pinganillo al que fuera presentador de Cine de Barrio para charlar con su programa. No obstante, este, haciendo visible su agobio, advertía: “No la oigo... Que me está esperando Sonsoles”. Ana Rosa Quintana ha soltado una sonora carcajada ante la naturalidad del invitado.
Sin embargo, la cosa se torcía enseguida, puesto que el afán del reportero por lograr que Parada hablara con Quintana no llegaba a buen puerto, dado que Quintana permanecía a la expectativa, sin contar con que realmente el entrevistado contaba con hablar con ella. “Es que no oigo a Ana Rosa”, decía él, antes de decir unas pocas palabras. Mientras tanto, Sandoval se colaba en el plano de TardeAR, también micrófono en ristre.
En tal desastre organizativo entre medios desplazados, Parada volvía a recordar sus prioridades a otra periodista que insistía en preguntarle: “¡Madre mía! Ahora te atiendo a ti, que está mi programa esperando”, refiriéndose a Y ahora Sonsoles. Ana Rosa se dirigió en ese momento a su reportero: “Ahora cuando estéis más tranquilos, hablamos, que no quiero interferir en nada... Que no quiero... Que lo entendemos perfectamente”. Sin embargo, fue entonces cuando Parada escuchó a la presentadora y malinterpretó sus palabras.
Si no quieres hablar conmigo cortamos y ya está“
“Dice Ana Rosa que no quiere interferir... ¿Que no quieres hablar conmigo?”, decía el colaborador televisivo al micrófono de TardeAR, mientras la presentadora trataba de arreglarlo: “Luego hablamos tranquilamente”. Él, sin embargo, se tomó a mal este teléfono escacharrado: “Yo tengo que atender a mi programa, pero estoy aquí para atender absolutamente a todos. Si no quieres hablar conmigo cortamos y ya está”.
Toda la secuencia se podía ver, también en directo, en Ni que fuéramos, con las apostillas de Sandoval y, eso sí, sin el audio de Ana Rosa. “¡Lo que ha dicho!”. Mientras desde plató del programa de Fabricantes Studio se aplaudía a Parada por el desconcertante momento (“¡Bravo!”, se le escuchaba decir a Belén Esteban), Sandoval pasaba a llevarse a este y preguntarle “qué le has hecho a Ana Rosa”.
“Yo ya no entiendo nada. Yo quiero hablar siempre con Parada, si ha venido mil veces... Casi es mejor hablar después de la ceremonia”, trató de arreglarlo Ana Rosa por su lado, en Telecinco.
Minutos después de este trasiego, Parada atendía a Y ahora Sonsoles, charlando ahí sí sin interrupciones ni problemas técnicos con Sonsoles Ónega. Eso sí, reconoció que había metido prisa al programa: “O conectamos o me voy, que no quiero llegar tarde al acto”.