Telecinco emitió el sexto capítulo del documental Rocío, contar la verdad para seguir viva en el que la protagonista relató la relación con sus hijos y cómo Antonio David Flores empezó a manipular a la pequeña para sacarle información y ponerla en contra de la madre.
Como ya desvelaron en el avance, la hija de Rocío Jurado contó que una noche, sus hijos David y Rocío Flores estaban en su casa y la niña pidió dormir con su hermano. Ella les dejó y al cabo de los diez minutos fue a la habitación para apagar la luz, pero la pequeña le rogó que no lo hiciera y que tampoco cerrara la puerta.
Rocío recordó que en ese momento se sentó junto a su hija para preguntarle qué ocurría: “Se quedó mirándome y me dijo 'es que papá me ha dicho que cuando tú nos acuestas Fidel y tú os vais de casa y nos dejáis solos”.
“Mi hija empezó a estar aleccionada desde muy pequeña para llevarle información”, acabó concluyendo la protagonista.
“La gente me abucheó en el entierro de mi padre por la imagen que se daba de mí”
Pero no solo habló de la relación con sus hijos, sino también con su padre antes de fallecer. Explicó que, aunque habían pasado una temporada sin hablarse, finalmente hicieron las paces con una charla que Fidel le animó a tener días antes de que falleciera el boxeador.
Preguntada por el día del entierro, Carrasco respondió: “Para mí era más importante lo que yo dejaba allí que lo que pasara fuera”, dijo haciendo referencia a los abucheos que vivió al salir del lugar por parte de la gente. Anónimos que le gritaban “fuera, fuera” por creer la versión de que había sido una mala hija.
“La gente reaccionaba a una imagen que se había dado, ahí se decía que no tenía relación con mi padre” sentenció Rociíto y al volver a plató, Carlota Corredera comparó la situación con la vivida por Nevenka Fernández, la primera mujer que denunció a un político por acoso - de la que Netflix acaba de estrenar un documental-. “Me recuerda a Nevenka en Ponferrada”, señaló la presentadora.
Sobre eso mismo también opinó Samanta Villlar, presente en el plató: “Creo que tenemos que cambiar dinámicas al tratar estos temas en los medios. Que un padre salga públicamente desprestigiando a la madre de sus hijos siempre va a afectar a los hijos”, aseguró.
Mientras Marc Giró - otro de los colaboradores- apoyó la idea: “Los abucheos de todos nosotros, azuzados por los medios de comunicación aquí presentes, de Mediaset, de La Fábrica, Carlota, Lydia.... abucheando a una mujer que está a punto de enterrar a su padre... La responsabilidad colectiva la tenemos todos como sociedad en este caso de violencia que no fuimos capaces de detectar”.
Y si a alguien no le había quedado claro el dolor que producen unos abucheos instigados por imagen dada por los medios, Carrasco en el documental añadía: “Para mí es muy traumático ver esas imágenes y ver con la impunidad que se puede hablar de la vida de alguien”.
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