Un día después de su monumental cabreo, Carmen Borrego ha vuelto a Sálvame por la puerta grande. La tertuliana abandonó el plató entre lágrimas y a gritos, lanzando contra el suelo sus pertenencias por el enfado que se había pillado. No le gustaron las insinuaciones que se estaban haciendo contra ella y su familia por las grabaciones secretas que supuestamente se le hicieron a su madre, María Teresa Campos. Harta, se marchó revolviéndose contra todo y todos. Este miércoles, ha vuelto.
Tras emitirse una vez más las imágenes de su espantada, Borrego ha aparecido en el plató del programa. Estaba sola, iluminada con una luz tenue mientras visionaba lo ocurrido en la tarde de ayer. Después se ha dado la vuelta para decir a cámara unas palabras.
“Evidentemente no estoy orgullosa de las imágenes que acabamos de ver. Mucha gente puede pensar que he vuelto a salir corriendo o que he metido la cabeza debajo del ala. Esta vez, no. Carmen va a dar la cara, va a ser valiente. Creo que no soy responsable de nada, en todo caso sería víctima”, se ha defendido.
Después ha soltado una frase final que ha sonado a declaración de intenciones: “Tengo el apoyo de mi familia, y ellos tienen el mío. Mi familia son mi madre, mis hijos, mi hermana, mi sobrina y Gustavo”, ha dicho en última instancia para cerrar filas en torno al clan de Las Campos.
“No estaba en condiciones de continuar”
Tras una pausa, Jorge Javier Vázquez se ha reunido con su compañera, a la que ha pedido que explicara sus idas y venidas.
“No me fui para no volver. Me fui porque estaba teniendo un ataque de ansiedad y no estaba en condiciones de continuar en un plató haciendo ese numerito que la audiencia no se merece, aunque parece que sí gusta”, ha argumentado la hermana de Terelu Campos, que seguirá al filo del precipicio en los próximos días mientras se vayan revelando nuevos detalles sobre la supuesta deslealtad del chófer de María Teresa Campos.