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Nuestra carta a los Reyes Magos con 5 deseos televisivos para el año 2025

Nuestra carta a los Reyes Magos con 5 deseos televisivos para el año 2025

Redacción verTele

En vísperas de la noche más mágica del año, la de los Reyes Magos, parte de la redacción de verTele nos reunimos porque también queremos presentarles nuestra carta. Aunque en vez de pedir cosas para nosotros, lo que deseamos es trasladarles a sus majestades de Oriente nuestros deseos televisivos para este nuevo año y el futuro del medio.

Con total libertad para elegir, y como se verá a continuación diferentes puntos de interés, estos son nuestros 5 deseos televisivos para el año 2025, que esperamos que nos traigan los Reyes Magos:

Laura Pérez

2024 será recordado, en clave televisiva, como el año en que la llegada de David Broncano a TVE dio otro aire a la cadena pública, acercando a nuevos espectadores a La 1 y revitalizando la noche con su competencia con El Hormiguero de Pablo Motos. Sin embargo, y como hemos analizado recientemente, este año también se va marcado por la 'revuelta' que se ha dado a los horarios en la franja estelar de la programación, convirtiendo el access en el nuevo prime time y provocando el retraso de las ofertas principales casi a la medianoche.

Y no, no voy a ser tan ceniza como para desear volver a épocas pasadas, ni tan ingenua como para pedir que La 1 y Antena 3 recorten sus programas más vistos del día en la parrilla. Sin embargo, mi deseo para estas y las demás cadenas en abierto de nuestra televisión es que adquieran un compromiso real con la conciliación y, al menos, sí respeten los horarios de programación. Que si anuncian la nueva gala de MasterChef a las 22:50 h. o la de Mask Singer a las 22:45 h., cumplan con el espectador y no les tengan esperando hasta las 23:30 horas con una mosca en pantalla de “a continuación”. Que si nos van a hacer trasnochar, porque esa ya parece una batalla perdida, sepamos por lo menos que la hora que se nos avanza en la parrilla es real y no una aproximación para poder jugar con el share.

Gabriel Arias

Desde hace unos cuantos meses vengo observando con especial atención los datos de audiencia de La 2. Aunque la segunda cadena de TVE lleva mucho tiempo estancada y prácticamente sumida en la irrelevancia, hay varios programas que la están acercando a la pista de despegue. Y no, no hablo de Cachitos, que este año ha vuelto a romper todos sus récords de audiencia con su gala especial de Nochevieja. Me refiero a formatos de emisión diaria que ponen mucho de su parte para enganchar a los espectadores de lunes a domingo, como Cifras y letras y Late Xou, los dos grandes éxitos de La 2 en 2024. El concurso de Aitor Albizua está ganando público de forma constante mientras que el programa de Marc Giró ha duplicado sus registros en cuestión de pocos meses.

Parece que La 2 empieza a llamar la atención con algunos programas nuevos y con esos viejos formatos que, a pesar del tiempo, siguen brillando con luz propia (cómo no acordarse de Saber y ganar). Ojalá en 2025 aparezcan muchos más éxitos y se consolide esta buena racha. Ojalá el nuevo presidente de RTVE dedique parte de sus esfuerzos a la cadena que más y mejor apuesta por los enfoques alternativos. Y ojalá vuelva La 2 Noticias, que hace cinco años que desapareció de la pequeña pantalla por causas relacionadas con la pandemia. Ese es mi deseo, aunque ha pasado tanto tiempo que debería plantearlo como una exigencia.

Pedro Zárate

Si todo va según lo previsto, en 2025 tendremos, así a bote pronto, la 24ª edición de Supervivientes, la 13ª de MasterChef y las 12ª de La Voz y Tu cara me suena. Está muy bien que estos programas permanezcan en emisión, por supuesto, pero no tanto la escasa aparición de otros nuevos y grandes formatos que, sin necesidad de cogerles el relevo, sí, al menos, den un poco de aire fresco al prime time televisivo.

El Desafío (cinco ediciones con la que está a punto de empezar), Mask Singer (cuatro con la que acabó en diciembre), La isla de las tentaciones (ocho con la actual) y GH Dúo (tres con la que se está emitiendo actualmente) son las principales excepciones de los últimos años, pero todas ellas empiezan a tener ya un recorrido largo y duradero. Sí, es evidente que cada vez es más complicado que un programa de nuevo cuño se asiente en el horario estelar, pero no estaría de más que propuestas como Next Level Chef (Telecinco) o la versión de Traitors con anónimos (laSexta) calen entre el público y aporten un poco de novedad.

Lorenzo Ayuso

Escribir este deseo será algo especial, puesto que este 2025 dejaré a mis compañeros de la redacción y tanto si se cumple o no lo comprobaré como lector y espectador, no ya como redactor. Pero mi deseo, a estas alturas, está más que claro desde tiempo antes de que llegara el año nuevo. Hace cerca de un año, los aficionados de la lucha libre suspiramos por el retorno del entretenimiento deportivo a nuestras pantallas, con el anuncio de la adquisición de los derechos de emisión de la WWE por parte de Netflix. Aunque oficialmente su llegada al catálogo español no se iba a producir hasta este mismo 6 de enero, la streamer ya ha ido haciendo hueco a las storylines de la “federación” ahora liderada por Cody Rhodes desde finales de noviembre.

La exposición que da Netflix al wrestling podrá devolverlo a los días de gloria televisiva y exponerlo a un público más amplio. Pero lo que deseo es que no se quede ahí: que la competencia de la AEW termine llegando a España, si se cumplen las previsiones de que Max se encargará de su difusión en algún momento del 2025. Y, por qué no, que siguiendo este ejemplo y el de Axiom (la gran estrella española de la WWE) el interés por el prowrestling español también se pruebe en nuevas ventanas de consumo en streaming. Si en Got Talent ya contemplaron el explosivo talento de Zozaya, ¿por qué no vestir a estas promociones nacionales de algo de interés? Quizás haya una veta de contenido a medio camino entre la ficción seriada, el reality y el deporte aún por explotarse.

Marcos Méndez

La televisión actual tiene que ser más realista con su situación. Las cadenas generalistas, todas ellas, están celebrando liderazgos que no alcanzan el 10% de cuota, y que no reúnen ni a un millón de espectadores. La fragmentación es un fenómeno de sobra conocido, que empezó hace ya tantos años que no podemos calificar como “sorpresa” ni “inesperado”. Pero si ves que te va a atropellar, lo que no tiene ningún sentido es quedarte inmóvil y seguir haciendo lo mismo. Porque entonces te atropellará.

Mi deseo es que la televisión innove, arriesgue y transgreda. Que no se conforme con ser una ventana al directo y a la actualidad, como también debe ser, y que se refuerce como el punto de encuentro audiovisual de la sociedad. Que cunda el ejemplo de La Revuelta y se atreva a reírse de todo. Que no dé su brazo a torcer ante las plataformas y vuelva a ser referente en la ficción facilitando su visionado “en directo” regularizando horarios, como pide mi compañera Laura y TVE ha hecho con Las Abogadas o Detective Touré. Que no se limite a sobreexplotar sus marcas míticas y teste nuevas formas de entretenimiento, como pide mi compañero Pedro. Que no acepte los límites tradicionales y quiera ir más allá, como por ejemplo ocurre con la concepción de La 2 como pide mi compañero Gabi. En definitiva, que la televisión no se conforme y quiera ser más, sin miedo a posibles tropiezos ni a los señalamientos (ultra)conservadores que intentan que todo siga igual. Porque si no, el que es el medio más masivo acabará siendo de nicho.

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