María Patiño no va a presentar este sábado Socialité. Tampoco su sustituta habitual, Nuria Marín. Y ni siquiera alguno de sus redactores. La encargada de presentarlo será Chelo García Cortés, que este jueves aceptó el reto de Quiero dinero, el nuevo concurso de Sálvame, de conducir el programa en sustitución de su amiga a cambio de 1.500 euros más el sueldo de ese día de la propia Patiño.
“Nunca he querido ser presentadora”, afirmó Chelo, que dijo “sí” a la propuesta con cierta resignación. Y es que la tertuliana, como ya dijera el miércoles mientras quemaba una foto de Isabel Pantoja, está dispuesta a superar todas las pruebas a las que tenga que enfrentarse. Y eso incluye presentar mañana a Socialité. Algo que María Patiño no ve con buenos ojos. De hecho, la presentadora titular del programa dijo sentirse “jorobada” ante esta situación, pero que “si Chelo quiere llegar hasta el final pues que llegue hasta el final, y ya está”.
Visiblemente molesta, Patiño quiso ver el lado bueno y destacó que mañana “me puedo levantar más tarde” para después ir al gimnasio y a la peluquería, como reiteró a Jorge Javier Vázquez. Sin embargo, no parece que vaya a tener mucho tiempo libre este sábado, pues desde Sálvame instaron a Patiño a quedarse en casa y ver el programa con una cámara delante para recoger sus reacciones ante el trabajo de Chelo. Una propuesta que rechazó tajantemente al principio porque “me sentiría humillada y no quiero”. No obstante, Patiño terminó aceptando al verse “obligada” a ello y, de paso, pidió a su sustituta que el sábado “no baje el programa ni una décima” de audiencia, pues hay mucho equipo detrás currando“.
Por si fuera poco, María Patiño verá cómo Chelo García Cortés presenta su programa después de haberse enfadado con ella este jueves en Sálvame. En concreto, después de escuchar cómo Chelo lamentaba el escaso apoyo que había recibido por parte de sus compañeros en las pruebas de Quiero dinero. Algo que sentó especialmente mal a Patiño, que dijo estar “hasta las narices” antes de marcharse unos instantes del plató para tranquilizarse.