La precariedad laboral centra este primera entrega de Carretera y manta
Hay una historia que no va a pasar desapercibida, con una protagonista que simboliza lo que queremos contar. Va a llamar la atención y provocará seguro una reflexión de lo que está ocurriendo en la sociedad.
Tenemos un equipo fantástico de reporteros y periodistas que están investigando y preparando el material. Yo escucharé lo que cuenten y la idea es esa: relatar lo que está ocurriendo a través de sus protagonistas.
¿Echaba de menos el directo?
Sí, porque creo que es mi fuerte. Estoy acostumbrado a hacer programas sin guion, con una escaleta pero sin teleprompter. Para mí, es una suerte poder buscar la noticia, que puede tener su punto dramático o serio, pero poder encontrarle también una sonrisa.
Notará la presión que se presentador, en lugar de colaborador como hasta ahora en laSexta
Sin duda. La televisión y en el prime time tiene una responsabilidad elevada. Soy consciente de que hay presiones y yo las he vivido a diferentes niveles. Sí es cierto que intento naturalizar siempre lo que hago. Éste es mi oficio e intento no ponerme más nervioso de lo que se puede poner mi amigo Jorge, cuando se levanta por la mañana a repartir el pan, o mi amigo Andrés cuando va a la granja.
A veces, creo que está muy sobredimensionado lo que se hace en la tele. Pues esto es igual que para quien trabaja en el andamio. Evidentemente, lo que cuentas tiene una amplificación y repercusión. Si molesta, siempre hay quien intenta que no lo cuentes o se enfada porque lo haces. Sabemos que ocurre en el periodismo y no descubro nada.
¿Por qué tendríamos que sintonizar Carretera y manta
Animo a que nos vean, a que sientan cómo hay profesionales que se montan en un camión y se van a viajar por España para trasladar lo que está ocurriendo en nuestro país. Hay muchas situaciones que sufrimos y vivimos de cerca, pero que no se conocen. Ocurre con el desempleo, con los sueldos, las listas de espera, el precio de la vivienda... Cosas a las que, creo, no se les está prestando suficiente atención.
Un programa en directo suele tener un guion bastante férreo, donde no pueden dejarse las cosas al azar. ¿Cuánto cree que va a haber de improvisación?
Un programa, por lo general, tiene una escaleta... Aunque a veces ni eso, como cuando hay una noticia muy reciente. Evidentemente, cuanto más tiempo tengas para ordenar eso, se hará. El espíritu es que haya cierto orden, pero no es un programa en el que vayan a estar escritas las preguntas de antemano, porque queremos que también tenga ese punto de espontaneidad. De que las cosas surjan y de saber escuchar.
¿De dónde surgió la idea de hacer Carretera y manta
Me gusta tener ideas y darle vueltas a las cosas. Siempre pienso que el mejor programa está por hacer. Entonces, dentro de eso, hay mimbres que me interesaban. Era algo tan sencillo como contar lo que pasa, que no siempre se hace.
Luego, me parecía interesante trabajarlo en participación ciudadana con la gente a la que le está ocurriendo. Nos ha parecido bonito ejecutarlo no solo en un plató sino moviéndonos para laSexta, que es un referente informativo. Si algo pasa en la actualidad informativa, la gente conecta con esta cadena.
La última pretensión de todas es hacer algo digno. Luego, puede tener mayor o menos audiencia, gustar más o gustar menos... Hay determinados programas que no haría y respeto a quien los hace. Pero a mí me gusta dedicarme a esto y hacer algo que realmente me permita estar tranquilo.
Por último, al margen del programa, ¿qué opina del caso Dani Mateo?
Era un gag, una parodia y un sketch. Eso es lo que hay y así lo veo.