Nos colamos en OT: lo que se esconde tras la magia de una gran final
OT 2018 coronó este miércoles a Famous como el vencedor de la edición más igualada del talent show. Apenas un 1% de los votos separó al triunfador de Alba Reche, la medalla de plata, confirmando lo que la tendencia de las galas había marcado: que no había un favorito claro para hacerse con la victoria.
La de anoche era una cita especial, y así se respiraba en el Parc Audiovisual de Terrassa donde está situado el plató de Gestmusic. Hasta allí se desplazó Vertele para vivir, desde dentro, la gran noche de Famous y de 15 concursantes más que pese a no vivir una edición fácil, han estado a la altura.
Se desconoce cuál será el futuro próximo del talent show, cuya continuidad el año que viene no está todavía asegurada. Pero si esta es la última final de Operación Triunfo en un tiempo, se va como el formato se merece: con galones y calidad.
Los detalles detrás de la magia de una gran final
Ese fue el sentir general a salir de un plató del que horas antes, Roberto Leal había abierto las puertas con un discurso digno de un momento señalado. Con las cámaras todavía apagadas, y con los concursantes expulsados ya preparados en sus puestos, el presentador animó al público a disfrutar con ellos de la velada y agradeció el apoyo con unas palabras que arrancaron la primera ovación: “Larga vida a OT”.
Este es uno de los detalles que los espectadores no pueden ver desde casa, pero que encienden la chispa de la magia que llega después a través de la pantalla. Una conexión entre público, presentador y concursantes que hace de Operación Triunfo un formato sin comparación.
Con Raquel Sánchez Silva dando los últimos apuntes en Lo siguiente, el regidor inició en plató una cuenta atrás que culminó con los 5 finalistas a ritmo de The Edge Of Glory y con foso, grada, sofá de exconcursantes y mesa del jurado entregados a la causa, como estuvieron durante las casi 3 horas de directo.
Complicidad y apoyo entre todos los concursantes
Allí estaban, tres meses después, los 16 triunfitos de la última generación disfrutando de su última noche de gloria juntos en TVE, con permiso de la gala de Navidad y de la cita eurovisiva. No faltaron los detalles entre ellos, y aprovecharon cada mínima pausa fuera del foco para darse ánimos, consejos o simplemente intercambiar opiniones.
Las cámaras no captaron la efusiva felicitación de María a Alba después de su Creep, las lágrimas de Marilia durante el principio de la gala ni tampoco las reverencias de los compañeros a Famous por su I Am Telling You I'm Not Going que empezó Natalia antes incluso de que el vencedor terminara de cantar y que acabó con todos, desde los concursantes hasta Ana Torroja, aclamando al que horas después se colgaría la medalla de oro en OT 2018.
Pero el de Bormujos no fue el único de la familia Oberogo que salió ovacionado de los estudios de Gestmusic. El padre del triunfito, que ya conquistó a los fans en su visita a la academia, se llevó vítores y aplausos al ver en plató el vídeo de los mejores momentos de su encuentro. También recogió aplausos cuando ambos progenitores del ganador pisaron el escenario para recoger el trofeo y el cheque de los 100.000 euros que se quedó durante su discurso olvidado por accidente en el suelo.
Un fin de fiesta con sorpresas
Si por algo se va a recordar esta final es por el alto nivel de todas sus actuaciones, en las que los 5 finalistas demostraron con creces que merecían esa plaza y por las que pusieron al público en un verdadero aprieto para votar. Esto hizo que la noche se viviera con incertidumbre y emoción en plató, y que cada veredicto leído por Roberto Leal terminara con caras de asombro entre los allí presentes.
Y para sorpresa, la que nos llevamos todos los asistentes al descubrir, ya en casa, a la gran protagonista de la noche: Marta. Todos abandonamos el plató con alivio al recordar lo ocurrido hace poco menos de un año con la mesa de sonido, celebrando que en esta ocasión todo había ido sobre ruedas. Así se había percibido al menos a los pies del escenario, donde Somos fue un fin de fiesta perfecto. Pero nada más lejos - o cerca- de la realidad, pues el micrófono de la malagueña quiso sumarse a la “juerga” y decidió que este broche era un “Marta y los demás”.