¿Qué hace que El Comidista TV sea una propuesta novedosa con respecto a otros programas de cocina?
Lo primero, que es un magacín informativo sobre la comida, cuando lo que hemos tenido en los últimos tiempos han sido sobre todo concursos, realities o programas de recetas. También creo que es novedoso el tono, entre humoristico y crítico, y la estética del programa. Y seguramente no se había hecho nunca un programa en el que saliera yo haciendo el tonto, un avance importante en la historia de lo audiovisual en España.
¿Cómo surgió la idea de adaptar la web a la pequeña pantalla? ¿Había habido intentonas previas a esta?
No había habido intentonas, y honestamente, la idea original de hacer un programa de El Comidista no es mía, sino de Mario López, de laSexta. Luego el desarrollo sí lo hemos hecho los habituales de la web y la productora, Unto. laSexta creía que el espíritu de El Comidista encajaba en su línea, y para mí, era la cadena generalista en la que más me veía.
Con tanto empacho de programas culinarios en antena, ¿qué menú ofrece El Comidista TV para agradar al espectador?¿Qué añade a lo que los internautas pueden conocer de la web?
Lo primero, mucha información práctica: cómo cocinar cosas, dónde comer, buenos productos que conocer... Luego, mucho reportaje que explica los porqués de asuntos relacionados no sólo con la cocina o la gastronomía, sino también sobre alimentación o nutrición. Después, mucho humor y puntos de vista sorprendentes. Pluses respecto a los vídeos de la web: hemos contado con muchos más medios, y eso se nota en la calidad a todos los niveles. Aunque el tono y la intención siguen siendo los mismos que en El Comidista web.
Es tu debut como presentador, ¿te has sentido cómodo con el cambio de formato?
Me he sentido muy cómodo salvo cuando ha habido que grabar en la playa al sol con 35 grados. Para una persona de color pechuga de pollo hervida no es una experiencia agradable, te lo aseguro. Así que la próxima temporada de El Comidista TV, si es que lo hay, será sobre la comida en las catacumbas romanas o en El Círculo Polar Ártico.
Humor, periodismo, gastronomía, nutrición... Son muchos los temas que tocará el programa del que eres la cara visible, ¿estarás tú solo o contarás con colaboradores para tratar cada línea temática?
Habrá más gente, por el bien del espectador. No me imagino un suplicio televisivo mayor que estar viéndome a mí durante una hora, así que los televidentes podrán descansar con los reportajes de Ana Vega Biscayenne, Raquel Piñeiro o Jordi Luque, colaboradores habituales de El Comidista web a los que hemos mandado en busca de buenas historias por toda España. Ah, y también habrá un nutricionista enfurecido, Aitor Sánchez (Mi Dieta Cojea), y un catador de vinos muy loco, Santi Rivas (Instacatas).
¿Qué invitados te acompañarán en el programa?
Habrá algunos cocineros de relumbrón, desde Ferran Adrià hasta Andoni Aduriz pasando por Dani García. Pero ojo cuidao, no será un programa de alta cocina, sino que les traeremos al planeta de los mortales que comen tortilla de patatas y filete a la plancha. También habrá cameos bastante divertidos de gente del mundo de la tele, como Chicote, que me pondrán en mi sitio y me humillarán como merezco.
El espacio del El Comidista siempre se ha caracterizado por el rigor ¿Cómo crees que ha sido la labor de la televisión hasta ahora en temas de alimentación? ¿Se ha hablado con propiedad?
Ha habido de todo, desde espacios con mucho rigor -el último programa especial que hizo Chicote sobre nutrición, por ejemplo-, hasta auténticas catástrofes: hasta hace bien poco, ciertos programa matinal de la tele pública daba voz a charlatanes “naturistas” día sí y día no, que difundían peligrosos (e interesados) bulos sobre la comida. La nutrición es un terreno especialmente pantanoso, y hay que tener mucho cuidado con quién eliges como fuente. Nosotros optamos siempre por dietistas-nutricionistas formados, no magufos ajenos a la ciencia.
El programa no hablará solo de gastronomía, también de nutrición. Es un tema cada vez más presente en los artículos del espacio en El País y en las consultas en 'Aló, Comidista', ¿crees que hay una excesiva preocupación por lo que se “puede” comer y lo que no?
El problema no es que la preocupación sea excesiva, es que hay tanta desinformación que la gente no toma decisiones correctas ¿Cuáles son las fuentes de desinformación? Por un lado, esos gurús magufos de los que te hablaba, con sus recetas anticáncer, sus dietas absurdas y sus teorías locas sobre la comida; por otro, la gran industria alimentaria, que insiste en vendernos productos insanos o inútiles con reclamos saludables: pienso en las típicas galletas “con calcio y magnesio” y “sin conservantes” atiborradas de azúcar, grasas trans y harina refinada. Comer bien es sencillo: toma comida de verdad, la que no tiene etiquetas ni miles de ingredientes , especialmente frutas y verduras. No comas nada ultraprocesado: dulces, snacks, lácteos azucarados, refrescos, bollería industrial, galletas, productos cárnicos envasados, precocinados chungos. Y ya.
¿Cuál es tu receta para luchar contra la ignorancia y la desinformación que abunda tanto en estos temas?
Lo que te decía antes: acudir siempre a fuentes fiables. Y no dejarnos presionar por la gran industria, cantándole las cuarenta cuando es necesario.
¿Tenéis previsiones de continuar el programa más allá de verano?
Ojalá... pero eso dependerá de que el programa guste a la gente. Si no es así, hasta luego Mari Carmen.
Eres ya un gurú en Internet. Que tu influencia y visibilidad se extienda más gracias a la televisión, ¿asusta?
La palabra “gurú” me pone los pelos de punta: lo único que me gusta de ella es pensar en miles de adeptos ingresando todo su dinero en mi cuenta corriente, cosa que no creo que llegue a ocurrir en mi caso. Asusta un poco lo de la fama, sí, más que nada porque ya no podré salir en chándal por la noche a sacar al perro o mal peinado por la mañana. Pero son males menores: en realidad todo el mundo es muy amable conmigo, y es un gustazo que te venga gente a decirte que ha conseguido cocinar algo gracias a ti. Por ahora, vivo feliz con mi nivel de popularidad: ya veremos qué pasa si acabo en los Aaargs del Cuore con alguna foto horrorosa, que puede que entonces cambie de opinión.