La primera gala de las semifinales de Got Talent 5 ha dejado claro que Hugo, el niño prodigio del tambor, es la revelación de la edición.
El concursante más joven de la historia del formato, con tan solo dos años, ha vuelto al escenario y lo ha hecho a solas, sin su padre al lado, acompañado por una orquesta para demostrar que no fue suerte, sino es un talento innato lo suyo con su instrumento.
Visto lo visto, entre los cuatro jueces no hubo discrepancias y todos pulsaron el pase de oro que le manda directo a la final.
Risto, al padre: “Tu hijo tiene un don y eso es una gran responsabilidad”
La de Hugo fue la única actuación grabada de la noche, ya que el concursante apareció sobre la 1 de la madrugada y su edad le impedía estar allí.
Por lo que, Santi Millán dio paso a la grabación en la que el niño aparecía en el escenario, solo, entre las decenas de músicos de la agrupación musical ciudad de Móstoles que le acompañaba.
Tras observar al público y ver a su familia, el pequeño se situó ante el tambor y empezó a tocar. Con el ritmo perfecto, las notas correctas y demostrando que lo de su primera audición no había sido casualidad, sino que tiene un don natural.
La compañía de la orquesta dio a la actuación un toque aún más magistral y los jueces se quedaron boquiabiertos. Al acabar, el padre corrió a abrazar a su hijo entre lágrimas de “orgullo”.
Dani señaló el gesto del niño al tocarse la oreja y seguir tocando a la perfección, Edurne aseguró que era uno de los concursantes que más ganas tenía de volver a ver y no le había defraudado.
Paz Padilla subrayaba la entrada del niño, cual “Moisés abriendo las aguas”, y Risto se dirigió al padre para pedirle que cuidara el “don” de su hijo y la responsabilidad que llevaba.
Santi volvía al directo, para pedir la valoración final que concluyó con el pase de oro de los cuatro jueces, sin discusión alguna: “No lo había visto nunca y tengo la sensación de que no lo volveremos a ver”, decían mientras pulsaban el botón que le enviaba a la final.