Carmen Sastre, una de las consejeras de RTVE a propuesta del PP, cerró el año 2022 volviendo a señalar el trabajo de una periodista de la corporación pública. En concreto, esta vez le tocó a Begoña Alegría, actual corresponsal de TVE en Roma y exdirectora de informativos de la cadena.
Sastre usó el mismo sistema que otras veces, el de hacerse eco de un tuit de la “plataforma fantasma” de RTVE, para señalar a la periodista y ampliar el alcance de su mensaje. Aunque como en anteriores ocasiones, lo que se encontró es el apoyo mayoritario a Begoña Alegría y a su labor, al considerar que la crónica sobre la muerte del papa Benedicto XVI había sido correcta al no ocultar sus partes más oscuras, y no solamente recoger la visión edulcorada y positiva que le reclamaba la “plataforma fantasma”.
La polémica consejera utiliza habitualmente su cuenta en Twitter para criticar los datos de los Telediarios, y no es la primera vez que señala en concreto a alguno de sus periodistas. Por ello tuvo que responder el expresidente de RTVE, Pérez Tornero, en el Congreso. Los profesionales de la Corporación ya la habían replicado por su señalamiento, y el Consejo de Informativos dio amparo a periodistas por el mismo motivo en otra ocasión.
Sastre llegó a difundir un bulo en contra de la propia TVE, ha atacado en repetidas ocasiones a Xabier Fortes, e incluso señaló a otro periodista de la cadena pública por su “mirada” a Rocío Monasterio. El modus operandi fue el mismo que ha utilizado ahora con Begoña Alegría: recoger el tuit de la “plataforma fantasma” para así hacer suyo el señalamiento contra un profesional de la corporación de la que ella es consejera.
La “plataforma fantasma” como excusa
En el año 2018, tras una etapa marcada por cientos de denuncias de los propios trabajadores de RTVE por manipulación y partidismo en favor del Gobierno del PP, el nombramiento de Rosa María Mateo como administradora provisional única inició unos cambios que supusieron el relevo de casi todos los responsables de información, entre los que estuvo Carmen Sastre.
Poco después apareció la autodenominada “Plataforma por una RTVE libre”, que afirmaba estar formada por “más de 50 profesionales” de RTVE y que decía tener como objetivo “evitar el atropello y las represalias” tras vivir lo que a su juicio es un “intolerable número de ceses y nombramientos afines”. Sin embargo, la labor de esta “plataforma fantasma” ha sido muy diferente.
Desde el primer momento, como ya analizamos en Vertele, se ha tratado de algo anónimo. Jamás se ha presentado siquiera un portavoz, ni firmas de los que la forman, y se usan seudónimos. De hecho, afirman ser “miles, dentro y fuera de TVE”. El Consejo de Informativos explicó que desconocía a sus supuestos miembros. Nadie en RTVE reconoce pertenecer a la supuesta plataforma.
Por ese motivo, y teniendo en cuenta que surgió justo después de los relevos a los exresponsables de la información, siempre se ha apuntado a ellos como los verdaderos integrantes de esta “plataforma fantasma”. Los mismos a los que el Consejo de Informativos ya denunció por su “campaña de acoso y desprestigio” y que sigue adelante en las redes.
La labor de esta Plataforma se resume en sistemáticamente atacar a distintos profesionales de RTVE, resaltar errores en cualquier Telediario o programa informativo, pedir más presencia y relevancia de políticos y gobiernos del PP, y señalar por motivos políticos a periodistas y reporteros.