El Hormiguero ha despedido 2020 con la visita de Cristina Pedroche, justo a ocho días de dar sus séptimas Campanadas con Atresmedia y junto a Alberto Chicote.
La invitada llegó en coche hasta plató y apareció con un vestido en la línea de los que nos tiene acostumbrados en la última noche del año. Sin embargo, ella misma explicó que en esta ocasión ha apostado por algo “totalmente lo contrario”, mucho más cómodo.
La que fuera colaboradora del programa anunció que hablaría de “recuperar su sección” en el programa de Pablo Motos pero finalmente no argumentaron porqué dejó de estar en el plantel de colaboradoras esta temporada, ni hablaron de si volvería.
Un traje cómodo, no ajustado y calzado distinto
La colaboradora televisiva llegó a plató con un vestido “exclusivo” que podría ser el de las Campanadas pero aseguró que este año va a lucir un traje “todo lo contrario” a lo que llevaba: “Este año voy muy cómoda, quizá en chándal, quién sabe”, señaló.
Pablo Motos recordó que hasta que llegó ella a acompañar las uvas “la gente las veía con La 1”, algo que ella razonó de la siguiente manera: “No tenía ningún tipo de pretensión, solo quería entretener a la gente y poco a poco se fueron sumando. Es el mayor reconocimiento que puedo tener: el cariño de la gente”.
Preguntada por el “efecto Pedroche” que engancha con cada uno de sus vestidos, respondió: “Para bien o para mal a todo el mundo le genera algo. Nunca leo los comentarios tras las Campanadas. Vivo mi vida y ya está. Si dijeran que llevo algo bonito y elegante no sería yo, no sé pasar desapercibida”.
2020 será su séptima vez conduciéndolas pero al ser un año tan “complicado para todos”, Pedroche explicó que su idea es dar “luz, brillo, esperanza” con “lo contrario a lo que llevo hoy. Esto es precioso, súper bonito, como mi vestido oficial pero no es tan cómodo como el que voy a llevar”. Y dio más pistas: “No es ajustado, me puedo sentar con él, puedo hacer pis con él y si estuviera comiendo lo que quiera los próximos 8 días entraría en él” dejó caer.