El nuevo Grand Prix ha confirmado este lunes su éxito en La 1 de TVE. Si la semana pasada en su estrenó asombró al arrasar con 26.1% y 2,5 millones, en su segunda gala ha vuelto a dominar con 24.9% y 2,2 millones, minimizando sin muchos problemas su previsible caída tras la expectación por su lanzamiento.
En su segunda noche Ramón García volvió a erigirse como protagonista y triunfador por su naturalidad al presentar el espacio, como analizamos en nuestra crónica, y volvieron a generar críticas tanto Cristinini como Wilbur.
La streamer, reportera y presentadora se había anticipado a esas críticas, que en muchas ocasiones se están convirtiendo en intolerables ataques machistas. Durante uno de sus directos a través de Twitch, y antes de que se emitiera esta segunda gala, Cristinini hizo un primer balance del estreno triunfal del Grand Prix y de los señalamientos a su labor, dirigiéndose directamente a sus haters: “¿Los que me han criticado a mí? Me da absolutamente igual. Estoy súper ultra bien, no les hago caso. Entiendo las críticas al formato, pero el que se meta conmigo, no va a conseguir nada”.
Cristinini asegura que “hay gente que me tiene asco y va a criticarme por todo lo que hago”, aunque también agradece los apoyos: “Por suerte hay mucha gente a la que sí le ha gustado”. De hecho, da a sus seguidores y espectadores la reflexión real que marca su labor en el formato:
“No me lo he tomado como algo personal. Creo que si hubieran puesto a alguien que se llame Pepa, también se habría criticado. Ha sido más por el formato que por quién lo hace”, valora, y añade en el mismo sentido: “Cuando traes un programa tan antiguo y con tanta nostalgia, la gente lo quiere exactamente igual pero eso no puede ser, las cosas cambian y la TV evoluciona. No podía volver tal cual, la productora quería avanzar”.
En ese interés por cambiar y evolucionar, Cristinini incide en que es precisamente su labor la que resulta más novedosa por mezclar televisión tradicional y retransmisión de streaming: “Estoy supercontenta de ser la primera que ha abierto este camino. Tengo que dar las gracias por eso, porque allano el camino para los que vendrán después, y eso, ojito, vale mucho”. Y por ello, pide paciencia y respeto: “La gente se va a tener que acostumbrar. Quedan unos cuantos programas y aunque todo evolucione, el formato es así”.
Pese a ese regusto amargo, tanto a ella como al resto del equipo les pesa mucho más la satisfacción de la experiencia y el éxito del resultado: “Estamos todos súper contentos con todo lo logrado”. “Los datos han sido una locura. Todos sabíamos que era una apuesta arriesgada, porque todavía hay mucha gente a la que no le gustan los streamers en la tele, pero el resultado creo que ha sido positivo”, añade.