Los Gipsy Kings vuelven este lunes a Cuatro (22:45 horas) con el estreno de Mi gran boda Gipsy, spin-off de tres entregas que contará los preparativos y la celebración del envite entre 'La Rebe' y José. Este programa derivado -el último tras El embarazo de La Rebe y Gipsy Kings: Morry Crismas,- ha sido promocionado como “el spin-off definitivo” del universo Gipsy, lo que se interpreta como el punto final de una de las marcas más longevas y exitosas de la historia del canal.
Estrenado en febrero de 2015, Los Gipsy Kings pronto se convirtieron en una agradable sorpresa para las audiencias de Cuatro. Sus dos primeras temporadas arrancaron por encima de los dos millones de espectadores, y las inmediatamente posteriores se mantuvieron de forma holgada por encima de la media de la cadena. La continuación del formato estaba, pues, más que justificada desde el apartado numérico. Pero también desde el hecho de que Los Gipsy Kings consiguieron transcender más allá de la pequeña pantalla gracias a sus peculiares protagonistas y, sobre todo, por expresiones como 'brilli brilli' que se hicieron hueco en el vocabulario popular.
'Los Gipsy Kings', una historia de éxito en Mediaset
A pesar de las críticas contra el programa, que las hubo por su representación del pueblo gitano, el espacio de Cuatro se mantuvo en emisión durante seis años y siete temporadas, las cuales contaron con la participación de siete familias protagonistas -los Salazar, los Fernández Navarro, los Maya, los Montoya, los Contreras, los García Losada y los Jiménez- y varios famosos de diversa índole. Algunos, como Los Chunguitos o Jorge González, se dejaron ver como integrantes de estas mismas familias. Y otros, como Boris Izaguirre o Rafa Méndez, únicamente como invitados especiales.
En cambio, otras famosas como Alba Carrillo y Estela Grande sí tuvieron un papel relevante en la séptima temporada del programa, donde formaron junto a Noemí Salazar el trío de amigas conocido como 'Las Pijitanas'. Algo que fue posible gracias a las buenas migas que hicieron previamente en la casa de GH VIP 7 (2019), porque los protagonistas de Los Gipsy Kings alcanzaron tal estatus con el paso de los años que se convirtieron en rostros merecedores de participar en los realities de Mediaset. Fue el caso de Noemí, pero también el de Saray Montoya, que concursó en Supervivientes 2018 hasta su expulsión disciplinaria de la isla.
Para entonces, Los Gipsy Kings ya no contaba con las audiencias de sus primeros días. La quinta temporada ya dio síntomas de agotamiento en su tramo final, pero fue la sexta, emitida en 2020, la que encendió las alarmas al promediar menos de un millón de espectadores y un 8% de cuota. Cuatro, consciente de este descenso, cortó por lo sano y anunció que la séptima temporada sería la última.
Los Gipsy Kings se despidió el 25 de enero de 2021 contando, entre otras cosas, la petición de matrimonio de Jose a 'La Rebe'. Esa que ahora tendrá su continuación televisiva más de un año y medio después, y pasados diez meses desde que Cuatro comenzara la promoción de Mi gran boda Gipsy. Un spin-off que tendrá que sobreponerse al desgaste de la marca Gipsy -su última entrega apenas reunió a un 4.6% de cuota y 593.000 seguidores- y al errático curso de Cuatro a nivel de estrenos.
Una temporada lleno de tropiezos en todas las franjas
Porque lo cierto es que la mayoría de sus novedades para esta temporada 2021/2022 no han funcionado. Y no lo han hecho con independencia de su franja de emisión, pues los tropiezos se encuentran por igual en la mañana, la tarde y el prime time.
Los Teloneros, A simple vista y First Dates Café, por ejemplo, fueron cancelados al mes de estrenarse tras fallar estrepitosamente en su intento de reflotar el mediodía del canal. Un tramo 'maldito' para Cuatro que ahora sufre las consecuencias del reciente intercambio horario entre Alta tensión y En boca de todos, el cual ha hecho perder más de la mitad de cuota al concurso de Christian Gálvez sin suponer un impulso para el espacio de Diego Losada. Un espacio, por otro lado, que ahora acoge Deportes Cuatro, antaño buque insignia del canal y ahora marca sin programa propio dentro de la parrilla.
En lo que respecta a la tarde, Baila conmigo tampoco cumplió con las expectativas y se despidió el pasado 6 de mayo tras apenas un mes en emisión. Y en cuanto al prime time, Los miedos de acabó el pasado lunes después de una primera temporada por debajo de la media de Cuatro. El mismo camino que sigue ahora Futura, de Carmen Porter, en la noche de los martes.
Para más inri, veteranos del canal como Planeta Calleja, Cuarto milenio y Volando voy no pasan por su mejor momento, aunque los tres siguen rindiendo por encima de los registros de la cadena. Igual que Todo es verdad, si bien el formato de Risto Mejide también fue de más a menos después de su potente estreno hace un año y tras desdoblarse en dos noches -martes y miércoles- dentro de la programación de Cuatro.
El espacio se despidió precisamente para dejar su hueco al mencionado Futura, iteración del universo “Milenario” de Iker Jiménez, el otro gran emblema del canal, que cuenta con tres espacios en la parrilla: este, con Porter, Horizonte, en los jueves, y el clásico Cuarto Milenio, estos dos con prestaciones similares para el share.
Cuatro no retrocede, pero tampoco avanza sobre el curso anterior
Sin embargo, nada de esto ha impedido que la cadena promediara un 5.2% de cuota entre septiembre y mayo, lo mismo que promedió en el mismo tramo la temporada anterior. Algo que cabe atribuir al buen tándem que forman Todo es mentira y Cuatro al día en la franja de tarde, y a First Dates, que sigue siendo el programa más visto de Cuatro y el único capaz de superar frecuentemente el millón de espectadores pese a competir en una franja tan exigente como el access prime time.
Por tanto, los numerosos tropiezos cosechados por Cuatro esta temporada no han supuesto un retroceso para la cadena en términos generales, pero tampoco ese impulso que tanto necesita para mejorar los tramos menos competitivos de su parrilla. La llegada de Mi gran boda Gispy se presenta, por tanto, como la última para el canal de cerrar la temporada con un buen sabor de boca, si bien sus escasas tres entregas lo convierten en un efímero parche, en el mejor de los casos.
En el peor, el spin-off de Los Gipsy Kings seguirá el camino del resto de novedades antes mencionadas. Aunque pase lo que pase, Cuatro seguirá teniendo trabajo por delante para reflotar sus maltrechas audiencias a partir de la próxima temporada.