David Bisbal explicó la razón de no haber repetido en 'La Voz' de adultos y confesó que en México “las sillas son mejores”

Paula Hergar

8 de abril de 2024 22:43 h

El Hormiguero arrancó la semana con la visita de Eva González, David Bisbal y Lola Índigo. La presentadora y los dos coaches acudieron al programa de Antena 3 para presentar la nueva edición de La Voz Kids, que llega el próximo 13 de abril, contra la final de Bailando con las estrellas en Telecinco.

Se trata del estreno de la triunfita como coach, por lo que transmitía su agradecimiento a los compañeros: “Tengo muy buenos maestros. No tengo palabras para decir cómo me han tratado. Los admiro muchísimo y me lo he pasado increíble con ellos”.

Preguntada por cómo se había sentido en su nueva faceta, siendo ella la que juzgaba y decía que “no” a algún niño: “Eso es horrible, lo bueno es que no le dices que no, no te das la vuelta, que tampoco es genial”, lamentó. A lo que Bisbal añadió que en eso, “los niños nos dan lecciones siempre”. Según él, son los pequeños “los primeros que te dicen que no pasa nada, que han venido a disfrutar”.

Razón por la cual, él mismo señaló que “no he repetido La voz adultos y sin embargo La voz kids sí y es que los niños no son competitivos”. Pero esta no fue la única confesión del almeriense, que también explicó que nunca lograba divertirse en los programas por su personalidad: “Lo he pasado fatal siempre porque siempre he sido hiper nervioso y eso no me dejaba disfrutar para nada del concurso”.

Y para seguir con la sinceridad, Pablo Motos le preguntó si era cierto que decía que las sillas de La Voz, en la versión de México son mejores. A lo que el artista respondió con evasivas: “En cuanto a producción se refiere y en cuanto a comodidades... lo he hablado con las niñas de Boomerang, he pedido comodidades para el resto de coaches. Bromeaba siempre todo el rato...” y finalimente zanjó: “Sí, son mejores”.

Todo ello en un ambiente distendido entre los tres invitados, a los que se unió Eva que también opinaba igual: “A los niños les da pena marcharse porque no verán más a sus amigos, no por su carrera musical. Para ellos es como un campamento de verano en el que juegan a ser estrellas de la música”.