Echanove y Michelle Calvó comandan 'Desaparecidos': “No hay que andar con paños calientes con el espectador”
Los clientes de Amazon Prime Video ya pueden ver desde este viernes 19 de junio la serie 'Desaparecidos', nueva producción de Mediaset que mantiene la estrategia de estrenarse primero en la plataforma y que en un futuro llegará a verse a Telecinco en abierto como otras tantas.
En Vertele ya hemos podido ver los cuatro primeros capítulos de este procedimental policíaco que sigue el día de día del Grupo 2 de Desaparecidos de la Brigada Central de la Policía, como te contamos en nuestra crítica. E igual que pudimos entrevistar a Maxi Iglesias junto a Elvira Mínguez, hemos podido hablar sobre el proyecto con sus otros dos protagonistas, Michelle Calvó y Juan Echanove.
En la serie, la actriz centra la trama convertida en la inspectora Sonia Ledesma, que por fin ha logrado ser destinada a la unidad de Desaparecidos en la que quiere estar desde que su marido fue secuestrado mientras era misionero con una ONG. La actriz reconoce que el “principal objetivo” de la serie era lograr la empatía que transmite su personaje y en general la ficción, que gira en torno a un drama tan profundo como el de los desaparecidos: “Es un dolor que nosotros abordamos con muchísimo amor y respeto, porque hay mucho dolor detrás”. Por esa razón, Calvó considera que “es imprescindible que el espectador empatice, para que pueda conectar con nuestras historias”.
El actor da vida al inspector jefe Santiago Abad, que está al cargo de la unidad y es un jefe recto y serio marcado por un error hace años que le sigue haciendo mostrarse desconfiado. Para construirlo, Juan Echanove destaca “la ayuda y el soporte” de Joaquín Amills, el presidente de SOS Desaparecidos, y también de Patricia Cabrera, la responsable del área de Psicología de esta asociación. Al explicar el caso de Amills, cuyo hijo Junior desapareció hace 15 años, Echanove recurre a la frase “él sigue buscando”, que luego le sirve para ser la coletilla de su personaje transformada en “siempre seguimos buscando”.
El actor nos explica que escuchar ejemplos como el de Amills “te prepara afectivamente de una manera brutal, es como si te cayera un tsunami emocional. Y tu profesionalidad es la que tiene que ir colocando las cosas en su sitio”, y reconoce la dosis extra de responsabilidad en el proyecto: “Tenemos que hacer un trabajo con muchísima delicadeza, vamos a manipular material altamente volátil y explosivo. Por eso hay que hacer las cosas con mucho cuidado y rigor”.
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Si por un lado destaca esa ayuda de SOS Desaparecidos, por otro también añade la colaboración que ha prestado la misma Policía, explicando que “se ha creado un grupo dentro de la Policía en el que hay expertos en audiovisual que nos asesora para que todas las series procedimentales que tienen que ver con la policía sean creíbles”.
Michelle Calvó concuerda con el que es su “jefe” en la ficción, y nos explica que “escuchar el testimonio de personas que han sufrido desapariciones me ayudó muchísimo” para construir su personaje. La actriz relata que gracias a esos testimonios ha aprendido cómo el proceso habitual al perder a un ser querido nunca llega a cumplirse en el caso de los desaparecidos, puesto que no hay duelo: “No puede pasar página, no tiene una tumba a la que llevar flores y llorar ese dolor. Es algo permanente en el tiempo, y ese dolor se convierte en una normalidad”, como le ocurre a su Sonia Ledesma.
“Sacudir las conciencias de la sociedad a través de la ficción”
Preguntamos a los actores también sobre las tramas, que incluyen distintos temas muy delicados, para saber si lo ven como valentía o de provocación. Y Juan Echanove lo aclara de forma directa: “No hay que andar con paños calientes con los espectadores, dibujándoles un mundo de ilusión, fantasía y color como decía Walt Disney. La gente tiene el derecho a recibir una carga de realidad a través de nuestras interpretaciones”. El actor defiende que hay que tener esa “valentía de llamar a las cosas por su nombre”, poniendo como ejemplo que “uno puede llamarle 'esa enfermedad horrible' o puede decir 'cáncer'. Y la ficción hay momentos que tiene que decantarse por llamar a las cosas por su nombre”.
Michelle Calvó va incluso más allá, y pone de relevancia el valor de la ficción como instrumento de cambio social: “Tenemos un poder que a mí me parece muy interesante, que es el sacudir las conciencias de la sociedad a través de la ficción. Es una herramienta maravillosa para despertar algo y que se genere un cambio real”.
Para finalizar, y al igual que en la serie no en todo momento es un drama, de forma más distendida le preguntamos a la actriz si otro de los ingredientes del procedimental será el amor entre su personaje y el de Maxi Iglesias. Pero Juan Echanove interviene divertidamente enfadado, para mientras sonríe apuntar: “¿Y por qué con Maxi y no conmigo? Siempre estamos con lo mismo, como es Maxi Iglesias... ¡Y a mí que me den! ¡Que yo también tengo corazón eh! ¡Porque yo no tengo novia en la serie, pero tengo un perro!”
Tras reponerse de las risas, Michelle Calvó responde intentando ser un poco ambigua: “Vamos a ver cómo el amor entre compañeros va a salvar a Sonia Ledesma”, pero Echanove, con sarcasmo, vuelve a intervenir: “¡Pero algo hay! Yo ahí lo dejo”, dice mientras sonríe.