Los espectadores de Supervivientes 2024 presenciaron este jueves 30 de mayo uno de los momentos más desconcertantes de la edición al quedarse sin resolver la expulsión definitiva de la gala sin mayor explicación o aplazamiento, y tras un enfado notable de Kiko Jiménez después de saber que tendría que someterse a otra votación para conocer su futuro en el reality.
En la entrega, que igualó el récord de la edición en Telecinco, Jorge Javier Vázquez anunció que Kiko era el elegido por los espectadores para poner fin a la aventura, en beneficio de la salvada Marieta. Sin embargo, y debido al hueco dejado por Ángel Cristo tras su eliminación disciplinaria, la organización tenía guardado un último giro: una “votación exprés” entre el propio Jiménez y Blanca Manchón, eliminada siete días atrás, para que uno de ellos volviese a convertirse en concursante de pleno derecho.
Todo pareció torcerse para Kiko tras salir de la Palapa, cuando fue trasladado a otra playa y empezó a ser consciente de que podía no volver a España de manera directa. Así se evidenció cuando conectó con el presentador, con semblante serio y sin reaccionar a las bromas que este le planteaba desde plató. “¿Se puede saber qué hago aquí?”, se limitó a preguntar, rotundo, a un Jorge Javier especialmente guasón: “Esta es una pregunta que nos hacemos una vez venimos al mundo, Kiko (...) A mis 53 años no he hallado respuesta”.
El motivo de esa conexión no era otro que ver su reacción a la visita de Maite Galdeano, que fue llevada a Honduras para darle un masaje a Rubén Torres. Un momento que sirvió para quitar tensión a la situación, pero tras el que llegó otro cabreo de Kiko Jiménez al ser llevado a una segunda localización distinta, donde se encontró con su última compañera expulsada.
El enfado de Kiko Jiménez: “Vamos a continuar con el show”
En esa nueva conexión, el novio de Sofía Suescun rompió a llorar, según dijo, por tener que irse de Supervivientes. Sin embargo, la noticia de que podía seguir como participante de pleno derecho si ganaba una “votación exprés” a Blanca Manchón pareció no animarle, sino todo lo contrario. “Joder”, reaccionó al ver a su excompañera, volviendo a torcer el gesto.
“Jorge, vamos a continuar con el show. ¿Qué es lo siguiente?”, preguntó al presentador, con visible indignación. Jorge Javier destacó que no le veía ilusionado con la posibilidad de seguir en el reality, a lo que este dijo: “Lo que decida el público. Estoy en sus manos. Si el público ha querido que esté fuera, estoy fuera. Y si quiere que esté dentro, estoy dentro”.
Una gala inconclusa sin explicaciones para el público
Tras esa conexión, a diez minutos del final de la gala, el conductor de Supervivientes saltó a la Palapa para el comienzo de las nominaciones, con la promesa de volver poco después para comunicar el nombre del expulsado definitivo. Sin embargo, cuando Vázquez anunció el cierre de la votación y pidió conectar con Blanca y Kiko, una orden de dirección evidenció un cambio de planes.
“En este mismo instante, cerramos la votación exprés y conectamos con ellos para comunicárselo”, dijo Jorge Javier a los espectadores. Unos segundos después, no obstante, él mismo se desdijo: “No conectamos con ellos. Me han dicho que no conectamos, pues no conectamos”.
En el tiempo que quedó de gala, unos tres minutos, el presentador volvió a dirigirse al grupo completo de concursantes para vivir la entrada de Maite Galdeano a la Palapa y anunció la apertura de una nueva votación en la web por los nominados de la semana. Sin dar ningún tipo de explicación sobre qué ocurrirá con la expulsión de Kiko o Blanca, ni cuándo se comunicará el resultado de esta “votación exprés” ya cerrada, Vázquez se despidió del público.