Tras permanecer seis días hospitalizado con coronavirus, Diego Arrabal regresó a Viva la vida este sábado 6 de febrero. El tertuliano, que había informado desde las redes sociales sobre su estado de salud, abundó en su experiencia al incorporarse de nuevo a su puesto de trabajo.
El paparazzi conversó con Emma García sobre su experiencia como enfermo de Covid-19. Arrabal quiso agradecer en primer lugar los mensajes de ánimo recibidos durante este tiempo: “Ni en mis mejores sueños podría imaginar tantísimos mensajes de personas que conozco, de algunos con los que llevaba tiempo sin tener contacto e incluso personas que no conozco”.
Todo comenzó tras la nevada Filomena: “Yo me infecto, mi mujer también, y la primera semana ella tiene dos días mal y yo estoy fenomenal, sin nada de fiebre. Pensé que todo iba a ser así, pero a la semana empieza a subirme la fiebre, 39, 40, y no había manera de quitarlo”, relató el tertuliano de Telecinco.
Dado que su situación no mejoraba, “una noche me fui a urgencias del hospital de Marbella”. “Me hacen una placa y una analítica, que no tenía unos valores muy halagüeños y es lo que a lo doctores preocupa, por ello me ingresan en urgencias”.
A las pocas horas –continuó Diego– “empecé a no respirar bien, pero no sabía si era del susto o porque mi cuerpo iba empeorando, como los médicos suponían al ver la analítica”. Esa primera noche no durmió porque “quería estar pendiente de todo lo que ocurría”.
“Me culpaba por no haber cumplido bien las normas”
En esos momentos de tensión en los que andaba preocupado por su empeoramiento, Diego Arrabal no podía dejar de pensar en el motivo por el que estaba allí. El paparazzi cree que se contagió durante una reunión con amigos. “Soy muy cabezón y me culpaba por no haber cumplido bien las normas, porque si las cumples evitas el contagio. No lo hice bien. Me quité la mascarilla esa tarde, estábamos ya tomando café, al final nos contagiamos cuatro compañeros”.
“Yo pensaba: vale, estoy aquí y voy a luchar, pero, ¿por qué no luché una semana antes, que era tan fácil como no quitarme la mascarilla”, reflexionó el colaborador de Viva la vida. “Yo lo he pasado mal, pero allí había personas, de todas las edades, que lo estaban pasando muy mal (...) Te conviertes en la persona más chica del mundo, todo te parece un mundo. El primer mensaje de mi hijo para mí fue todo”.
“Ahora no tenemos que aplaudir a los médicos, lo que tenemos que hacer es no quitarnos las mascarillas”, añadió el contertulio, que dijo haber reflexionado sobre lo que verdaderamente importa en la vida y sobre el daño que pueda ocasionar a otras personas con su trabajo: “En la vorágine del trabajo te dejas llevar... y se puede hacer de otra manera”.