Alberto Chicote cerró la segunda temporada de ¿Te lo vas a comer? con un sabor agridulce. El chef de laSexta se fue de vacaciones con su mejor dato del curso (9.8% de share), pero también con la indignación de ver qué clase de comedia le sirven a los turistas en nuestro país.
Y es que Chicote pudo comprobar, entre otras cosas, que la paella que sirven en la madrileña Plaza Mayor tiene truco. Por ejemplo, que viene con langostinos cuando en la carta prometen cigalas. O que el arroz sabe a “plástico”. “Lo que me da pena es que aquí viene un tipo, yo que sé, desde Tailandia y se piensa que esto es una paella”, lamentó el cocinero,
Para consuelo de Chicote, este restaurante al menos le dio de comer. No así otro al que fue previamente en la céntrica plaza. Tras inspeccionar la carta y pedir al camarero, Chicote vio cómo éste regresaba para comunicarle que no podía servirle ningún plato caliente porque la cocina se había estropeado. “Pero si son las dos de la tarde”, preguntó el chef, que tras ver cómo a otros clientes sí les ponían sobre la mesa la paella que habían pedido, cayó en la cuenta de que el restaurante no quería que probara su comida.
“Es la primera vez que me pasa que alguien se niega a darme de comer”, afirmó Chicote, que al final destapó al camarero y lamentó que este se comiera “el marrón” por orden de su jefe. Sin embargo, el camarero acabó hablando con cierta franqueza e, incluso, dijo a Chicote que le gustaba su programa. Algo que el chef agradeció antes de irse.
La Plaza Mayor no fue el único escenario por el que transitó anoche el equipo de ¿Te lo vas a comer? Chicote también visitó Barcelona. Concretamente La Rambla, donde pidió una paella y un par de tapas. Sin embargo, desde el restaurante no se arriesgaron a defraudar al chef y decidieron no cocinar los platos en su propio establecimiento, sino en el hotel Oriente, tal y como le advirtió un transeúnte tras oír al jefe de los camareros. “Ah, que nos la quieren pegar, vaya”, dijo Chicote para su sorpresa.
Cuando Chicote vio que el camarero venía por un sitio diferente del habitual, el chef intentó destapar el engaño. “Creo que es la primera vez que me pasa esto”, concluyó el cocinero, que poco después vio cómo otros dos camareros cruzaban la calle para llevarle su pedido desde otro establecimiento diferente. Y aunque el responsable del primer local lo negó, las imágenes que le enseñó Chicote hablaron por sí solas. “Tengo la sensación de que me tomas por imbécil”, afirmó el televisivo, que antes de pagar la cuenta desaprobó la paella que había pedido: “Le falta todo lo que se pueda parecer a una paella”.